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Tic tac, tic tac. Un año más, afrontamos la esperada cuenta atrás hacia la Navidad, que, pasado el puente de diciembre, está ya a la vuelta de la esquina. Unas Navidades marcadas, sin duda, por la pandemia que todo lo ha cambiado este 2020. ¿Quién nos iba a decir hace un año que estaríamos dudando si podríamos celebrar las fiestas con nuestras familias o que la mascarilla se ha convertido en un accesorio indispensable en nuestras vidas? Pese a todo, el objetivo es, no hay duda, intentar aprovechar este tiempo de la mejor manera posible, tal y como nos explica Gonzalo J. Sánchez, director del centro de inteligencia emocional y psicología positiva Emotium, quien nos da una serie de consejos para disfrutarlas lo mejor posible a pesar de los malos momentos que se están viviendo.

Y nos habla, lo primero, de un concepto muy hermoso: el calendario de los sueños. Ante esta situación, el experto asegura que es bueno centrarse en dicho almanaque, pensando en los que tenemos y, sobre todo, en los que nos quedan por cumplir. “Porque esto un día pasará, de eso podemos estar seguros, como han tenido lugar miles de cosas en la historia de la humanidad y seguirán desarrollándose, tanto hechos buenos como malos, regulares, horribles y extraordinarios”, cuenta. Por eso, nos pone una misión: cultivar la capacidad de resiliencia de cada uno. Viendo la cantidad de reglas o restricciones que deberemos cumplir, con la idea de mejorar nuestra situación sanitaria, el experto propone unas sencillas reglas autoimpuestas a nosotros mismos para poder disfrutar de estas fiestas lo mejor posible.

 

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Yo decido qué navidades voy a pasar 

En gran parte, está en tu mano pasar unos días más o menos agradables. “Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas, la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias, para decidir su propio camino”. El experto recuerda esta frase de Víctor Frankl para remarcar la importancia que tiene la actitud con la que afrontemos estas atípicas navidades. Y es que casi todo es cuestión de actitud. No puedes pasar por alto que tú decides con qué pie entrar en este periodo navideño: hay dos opciones, diciéndote “vaya navidades malas que me esperan” o bien contemplarlo desde esta otra perspectiva “navidades diferentes no es igual a malas, serán distintas a otras, pero yo puedo hacer que sean entrañables también”.

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Es el momento de empezar a crear 

Primer paso dado: has decidido pensar que estas navidades también pueden ser especiales. Por eso, es el momento de empezar a crear en nuestra mente cómo serán esos días marcados en rojo en el calendario. Son nuestros pensamientos los que crean realidades y, a través de ellos, damos forma también al ambiente que quiero tener en casa, con la familia, en el trabajo… ¿Has pensado que es, por ejemplo, buena idea sacar a la luz tu faceta más creativa? Ante los problemas, muchas veces es buena idea llamar a la creatividad. Un ejemplo práctico: llega el momento de tomar las uvas en la noche del 31 de diciembre, y si no podemos tomar las uvas más de 10 juntos imagina lo que sería tomarlas por zoom con todo el que se quiera apuntar. Y otra buena forma de estar (más) presente en la Navidad de las personas a las que quieres pero que estarán lejos es recuperar las tradicionales felicitaciones navideñas. ¿No es una sorpresa entrañable encontrarte con un Christmas en el buzón?

 

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Emociones a flor de piel

Es importante que tengas presente que nadie tiene por qué pautar lo que debes sentir (ni en Navidad ni en ningún otro momento del año). Por eso, No lo dudes: tienes derecho a sentirte tanto alegre, pese a la situación en la que estamos inmersos, como triste, o incluso con cierto enfado. Partimos de un hecho innegable: 2020 ha sido un año duro, posiblemente el más duro en décadas a nivel colectivo, y de muchas pérdidas, en todos los sentidos. La incertidumbre sigue presente, por lo que no es extraño que las emociones estén a flor de piel. Lo importante es validarlas. El experto da un consejo útil: poner nombre a lo que sientes es el primer paso para poder gestionarlas y no quedarte atrapado en ellas, sobre todo en las desagradables.

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Regalos que no se compran, pero entusiasman igual

El coach no pasa por alto la complicada situación económica para muchas familias. Algo que puede complicar los regalos propios de estas fechas, lo cual genera más estrés. Pero también hay solución: lo que sí podemos y podremos regalar siempre es todo aquello que es inmaterial, aunque de incalculable valor. ¿Algún ejemplo? Piensa en regalar tu tiempo, tu amabilidad hacia los demás, los detalles de cariño o las sonrisas, etc. Así, en opinión del experto, lo más recomendable y más en estos tiempos es gastar ingentes cantidades de buenos sentimientos, regalémonos todos esa forma de ser y estar, y compartámosla más allá de las redes sociales. “Ojalá que el roscón del 6 de enero llegue cargado de grandes sorpresas en forma de buenas noticias para este 2021”, concluye Sánchez.

 

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