María de Mondo, coach, sobre los propósitos de año nuevo: "Empezar el año con un folio en blanco puede ser mucho más sano"


El primer mes en el calendario llega cargado de propósitos que, a veces, pesan más que impulsan.¿Qué pasaría si lo empezaras de forma distinta? En lugar de escribir todas tus metas el día 1, prueba a dejar un folio en blanco


Una mujer en invierno respirando con el viento de frente© Getty Images
Elisa García FayaRedactora de Belleza y Estar Bien
30 de diciembre de 2025 - 7:00 CET

La tendencia viene de largo. Las recopilaciones que las aplicaciones de los teléfonos superinteligentes hacen en diciembre con los mejores momentos del año o con las canciones que más hemos escuchado no son novedad. Tampoco lo son los vision boards o composiciones de fotos inspiradoras con las que pretendemos tener una imagen certera de nuestras nuevas metas. ¡Qué va! 

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Ya en la mitología romana el primer mes del año era sinónimo de cambio. De hecho, la palabra “enero” proviene del latín Ianuarius, que, a su vez, deriva de Janus (Jano), el dios romano de los comienzos y los finales, que era representado con dos caras: una mirando al futuro y otra mirando al pasado. ¿Casualidad? Más bien una realidad que, en la práctica, es algo difícil de gestionar. Pero puedes conseguirlo con un simple folio en blanco.

© Una mujer en la playa en invierno

Cómo afrontar de forma positiva el mes de enero

María de Mondo, coach, divulgadora y autora de Yo, Ego y de La opinión de los demás está de más, adora los vision boards que nacen de la ilusión. Sin embargo, no le gustan tanto cuando se arman desde la exigencia, cuando se transforman en contratos obligatorios o cuando se componen desde el sofá como quien talla una varita de saúco capaz de cumplir cualquier deseo. 

© visionatelier.az

"Un mural de sueños funciona cuando es una herramienta de conexión, no de imposición. Es un recordatorio diario de hacia dónde queremos dirigir nuestra vida y nuestro bienestar, no una checklist infinita para ser perfectas y tenerlo todo”, asegura. Lo mismo sucede con las interminables listas de propósitos. "Escribir nuestros objetivos en un papel el 1 de enero trae siempre un extra de motivación, pero en la práctica no siempre funciona". Por eso, recomienda empezar el año con uno o dos objetivos en mente a lo sumo. 

© Getty Images

Al igual que la psicóloga y autora de Mujeres que se exigen demasiado, Júlia Martí, propone trazar metas ilusionantes y realistas. Martí, de hecho, va más allá y nos invita a empezar el año con una hoja limpia en la que no haya aún nada escrito. "Lo que ayuda es que los objetivos surjan en el momento en que tienen sentido", asegura la psicóloga. Y advierte que, para las personas autoexigentes, fijarlos el 1 de enero puede convertirse en un motor de frustración. 

"Empezar con un folio en blanco y permitir que las metas vayan apareciendo a medida que el año avanza puede ser mucho más sano", recalca. La experta propone arrancar este 2026 con un folio que no exige, sino que espera. Un espacio donde las ideas, deseos y proyectos aparecerán cuando de verdad nazcan de uno, nunca por la presión del calendario.

© Getty Images

Expectativas para el año nuevo

¿Cuál dirías que es, después de las 12 campanadas y el brindis de rigor, la frase que más nos repetimos a nosotros mismos en Nochevieja? Probablemente hayas dado en el clavo: "¡Este será mi año!". Según Júlia Martí, aunque parece motivadora, suele venir cargada de expectativas imposibles y prepara el terreno para la decepción. "Creo que es más sano empezar el año con suavidad, sin comparaciones y sin exigencias", indica. 

Así que no trates de reinventarte el día 1. Como dice María de Mondo: "Enero no es un sprint. Es un mes más en tu vida". Y, ¡cuidado!, si no sabes hacia dónde vas, está bien. Está genial, de hecho. La incertidumbre, en palabras de las dos expertas, ya es un primer paso.

© Getty Images

En enero, parece que todos debemos saber qué rumbo escoger, pero muchas veces lo más valiente pasa por reconocer que estamos en tránsito. Para De Mondo, "es un acto de conciencia y honestidad brutal. Es muchísimo más valioso que diseñar un plan perfecto, porque la vida real no va de tenerlo todo claro; va de sostenerte con amor mientras lo vas averiguando"

© Getty Images

Cómo cerrar etapas

Volvemos a Roma. Ahora para rescatar la frase de Máximo Décimo Meridio: "Lo que hacemos en la vida tiene su eco en la eternidad". Hacer balance y mirar atrás cuando el año termina no es malo. Nuestras cicatrices nos recuerdan que lo que hemos vivido ha sido real

Pero, como dice María de Mondo, "el pasado es un mapa, no una jaula. Nos sirve para comprendernos, no para limitarnos. Mirar al pasado no es un problema, el problema es quedarte atrapada en él" insiste. La experta es partidaria de que cada cual honre su historia, sin permitir, eso sí, que esta decida lo que está por venir. Para Júlia Martí, por su parte, "mirar al pasado con amabilidad ayuda a avanzar con más libertad y menos culpa". 

© Getty Images

Tu ego siempre quiere más, que te exijas para encajar. Pero tu ser busca una paz que no viene de lo externo 

Así que sí. Tanto mirar al futuro como mirar al pasado con serenidad es lícito y saludable. Y así tenemos al dios Jano… mareado. Mira hacia delante y hacia atrás y se queda estancado. Según Martí, su solución (y la tuya) pasa por no imponer resistencia y aceptar la incertidumbre. Porque recuerda, como dice María de Mondo, que si tu paz depende de que todo esté perfecto, entonces no es paz: es tu ego intentando controlar la realidad para no sentir inseguridad. 

"La paz real no viene de lo externo, sino de saber que, aunque las cosas se muevan, tú te puedes sostener. Es confiar en ti, no en el resultado", expone. Es indispensable que aceptes que el futuro está por dibujar y que una obra de arte no se pinta en un día. "Tu ego siempre quiere más, que lo tengas todo controlado y que te exijas para encajar", dice De Mondo. "En cambio, tu ser quiere paz, y eso no tiene que ver con cosas externas a ti", recuerda la mentora. 

"Hay que cambiar la voz crítica por una más amable: pasar del ‘deberías tenerlo claro’ al ‘puedes ir a tu ritmo’. Esa voz es la que realmente ayuda a atravesar lo desconocido”, dice Martí. "La incertidumbre trae emociones incómodas y no pasa nada. Cuando dejamos de pelear con ellas, se vuelven manejables".

© Getty Images

'Tips' para un comienzo de año en calma

  • Baja el volumen del “debería”. Enero está llenísimo de expectativas externas: metas, cuerpo, hábitos, productividad… Puedes elegir no formar parte de ese ruido.
  • Escoge una sola intención, no 50. Algo pequeño, honesto y alcanzable. Y recuerda que no tienes que demostrar nada a nadie. 
  • Agradece. La gratitud pone el foco en el momento presente, no en el futuro o en lo que creemos que nos falta o necesitamos, sino en aquello que ya es.
  • Acepta. Normaliza que la vida está hecha de incertidumbre. No es un error. Es parte del proceso.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.