Susana Ivorra, psicóloga: "En consulta veo muchas personas que se sorprenden porque su pareja nunca avisó de que ya no podía más"


Diferenciar de dónde viene tu malestar es fundamental para determinar si esa relación es para ti o no. Una psicóloga nos explica qué claves hay que tener en cuenta.


chica cansada© Getty Images
Paula MartínsColaboradora de Moda y Estar Bien
22 de noviembre de 2025 - 7:00 CET

Te despiertas una mañana con la ilusión de saber que vas a encontrarte con un amigo después del trabajo. Durante todo el día deseas que llegue ese momento, pero cuando ya estáis juntos tu energía disminuye, y no por cansancio. Su manera de expresarse, sus opiniones, su aura o cualquier otro estímulo está logrando que tus ganas de estar allí disminuyan. Incluso, puede sucederte después: llegas a casa con ganas de no querer saber más de él.

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En las relaciones, hay personas que suman y otras que drenan. Conectar en el mismo escalón es muy difícil, y es completamente normal que no encajes igual con todas, o que, haya ocasiones en las que una relación que iba estupendamente, de repente, te esté provocando dolor o malestar, o viceversa. A veces nos damos cuenta de que esto sucede, pero en muchas ocasiones no.

© Getty Images

Todas las relaciones requieren esfuerzo

"Recurro mucho a la frase del personaje de Jack Nicholson en Mejor... imposible que decía algo así como 'tú me haces querer ser mejor persona'. No dice 'tú me haces mejor persona', sino que pone el foco en su esfuerzo por hacer las cosas bien motivado por estar a la altura del otro", señala la psicóloga y terapeuta de parejas y autora del libro Luces, cámara...¡Amor! Desenmascarando las falsas promesas del cine romántico,  Susana Ivorra,  (www.susanaivorra.es), dejando claro que, en una relación sana no se delega la responsabilidad del propio crecimiento en la otra persona. La otra persona puede inspirarte, pero el esfuerzo y la intención son tuyos.

Siguiendo esta idea, la experta hace hincapié en la idea de trabajo personal que cada uno debe realizar para que las relaciones funcionen: "Esa es la esencia de una relación sana. Generosidad, esfuerzo y compromiso para entender y conocer a la otra persona. Se debe hacer todo esto sin perderse a uno mismo", comenta, señalando que las relaciones que drenan suelen desdibujar nuestra personalidad o presencia: "En lugar de reflotar lo vuestro, te hundes tú".

¿Qué quiere decir con esto? Lo explica más claro: "Te difuminas o borras para poder estar con la otra persona. También te esfuerzas en cambiar cómo es la relación o cómo es la otra persona porque sólo si cambiara sería sostenible esa historia".  

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Cómo saber si una relación te genera malestar

A veces somos conscientes de que esta situación está pasando, pero otras muchas no somos nosotros mismos los que nos damos cuenta, sino nuestro entorno. Estamos tan enfocamos en tratar de que una relación funcione, que no nos damos cuenta de que sus consecuencias nos están aplastando emocionalmente: "Empiezas a mostrar que te sientes harta de tirar del carro, o como cantaba Salvador Sobral, de 'amar por los dos'. Entonces es tu entorno el que te comenta que estás muy apagada, que no eres la misma, que estás irreconocible. que te ven triste o agotada."

Si bien son muchas las ocasiones en las que nos topamos con situaciones en las que la otra persona consume toda nuestra energía, también puede suceder que nosotros, o nuestro entorno, se esté confundiendo y, simplemente, no te encuentres inmersa en este caso, sino que lo único que te sucede es que estás aprendiendo a adaptarte a la otra persona, y ella a ti; un flujo corriente en cualquier relación.

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No todas las relaciones que te agotan son tóxicas

"A veces confundimos esforzarnos con drenarnos", comenta Susana Ivorra, señalando que cualquier vínculo real se produce tras un empujón inicial por ambas partes. En sus palabras, "no hay relación que no pase por momentos que supongan un desgaste". Así lo afirma: "Cualquier vínculo, salvo en los primeros momentos, requiere esfuerzo, compromiso, dedicación de tiempo y energía, resolución de conflictos y fricciones".

De hecho, son muchas las ocasiones en las que hay factores externos que nos están generando ese malestar. "Si estamos agotados en otras áreas de nuestra vida, perfectamente nos puede salir ese impulso de romper con el vínculo para así liberarnos en parte de la carga que llevamos en esas otras áreas, como si esperáramos que por ser una relación buena esta debe ser sencilla".

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Transformar una relación drenante en una sana puede ser desafiante. Por eso, resulta fundamental distinguir si simplemente estamos hastiados por factores externos, si hay cualidades de la otra persona o nuestras que podemos aprender a gestionar mejor, o si, en cambio, de verdad nos encontramos ante alguien que nos está drenando. Ya lo dice Susana Ivorra: "La línea que separa el esfuerzo para mantener un vínculo sano y la inmolación en una relación tóxica es muy fina".

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La comunicación, clave para que una relación sea sana

A juicio de la experta en salud mental, "una relación drenante no siempre es reconvertible en una sana, porque quizás te está quitando toda la energía porque sólo así se sostiene y en cuanto sueltes, caerá. Es como si sostuvieras un peso muerto. Cuando te canses de aguantar, caerá al suelo por el peso", señala.

¿Y si hubiera posibilidades o se quisiera intentar transformar ese vínculo insano en uno más transparente, fácil y fuerte?  Como sucede en casi todos los casos de desacuerdos, "es muy necesaria la comunicación". Por experiencia, la psicóloga así lo determina: "En consulta veo muchas rupturas en las que una persona se sorprende porque su pareja nunca avisó de que ya no podía más, y siente que no tuvo oportunidad de reaccionar. 

Otras veces ocurre lo contrario y, "aunque pongas las señales en neón, la otra persona no las ve; pero no es lo más común. Por eso es clave la generosidad emocional. Es decir, no sólo entender, sino acoger las necesidades del otro. Si esa generosidad va en una sola dirección, termina agotando", concluye.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.