Tomar un café es un hábito del que muchas personas no pueden prescindir. 'No puedo vivir sin mi taza de café', afirman, confirmando que les despierta, les da energía o incluso les ayuda si tienen cefaleas. Y es que el café puede ser aliado o enemigo cuando hablamos de dolor de cabeza. Para algunos, tomarse una taza supone alivio inmediato; para otros, es el detonante que perpetúa la molestia. Lo cierto es que la cafeína actúa directamente sobre los vasos sanguíneos del cerebro y el sistema nervioso, generando un efecto tan ambivalente como complejo. ¿Cuándo puede ayudar y cuándo conviene alejarse de él? Sobre todo ello hemos hablado con Natalia Durán, dietista integrativa especializada en microbiota y autoinmunidad.
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La primera pregunta no puede ser otra: ¿es el café bueno o malo para personas que padecen dolor de cabeza?
A priori, el café no es la mejor opción cuando existe dolor de cabeza. Un estudio poblacional realizado en Estados Unidos encontró que el consumo de cafeína se asocia a un mayor riesgo de cefaleas severas o migrañas, incluso con dosis moderadas mantenidas en el tiempo.
La explicación está en sus efectos sobre los vasos sanguíneos del cerebro: la cafeína interviene en el juego de vasoconstricción y vasodilatación, lo que puede favorecer que el dolor se cronifique. Por tanto, más que aliviar, puede estar sosteniendo y agravando el problema.
Un estudio poblacional realizado en Estados Unidos encontró que el consumo de cafeína se asocia a un mayor riesgo de cefaleas severas o migrañas
Pero lo cierto es que hay personas que reconocen que sus dolores de cabeza mejoran cuando toman cafeína, ¿cuál es la posible razón?
Porque la cafeína contrae los vasos sanguíneos. Si el dolor venía de una dilatación previa, ese cambio momentáneo puede dar un alivio rápido. Pero es un efecto transitorio, no una solución. Cuando se repite de forma habitual, ese mismo mecanismo puede reforzar el ciclo que perpetúa el dolor.
En otras palabras: puede “tapar” el síntoma un rato, pero no resuelve la causa e incluso puede favorecer que el patrón del dolor se mantenga.
¿En qué casos concretos puede el café aliviar un dolor de cabeza?
Como decíamos, existen situaciones muy concretas en las que el café puede ofrecer un alivio momentáneo del dolor de cabeza. Una de ellas es cuando el dolor viene precedido por una dilatación de los vasos sanguíneos cerebrales, ya que la cafeína produce el efecto contrario —vasoconstricción— y ese cambio puntual puede disminuir la molestia durante un rato. Otro caso es cuando la persona consume café a diario y aparece un dolor por falta de cafeína, lo que en realidad no es un alivio del dolor, sino el cese temporal de un síndrome de abstinencia. En ambos escenarios hablamos de un efecto rápido y transitorio, no de una solución terapéutica ni de una estrategia que resuelva la causa del problema.
En el otro extremo, ¿qué tipo de dolor de cabeza podría empeorar con el consumo de cafeína?
Especialmente aquellos que están relacionados con la sobreestimulación del sistema nervioso, como los dolores de cabeza tensionales derivados del estrés o del exceso de activación mental. También las migrañas recurrentes o crónicas, ya que la cafeína interviene en un ciclo de contracción y dilatación de los vasos sanguíneos, como hemos explicado. Asimismo, los dolores desencadenados por falta de descanso, deshidratación o agotamiento tienden a agravarse con el café, porque no corrige ninguna de esas causas y, en muchas ocasiones, puede amplificarlas.
Cuando la persona consume café a diario y aparece un dolor por falta de cafeína, lo que en realidad sucede no es un alivio del dolor, sino el cese temporal de un síndrome de abstinencia
¿Puede influir el momento del día en el que tomemos la cafeína en su efecto sobre los dolores de cabeza?
Sí, puede influir, porque la cafeína impacta directamente sobre mecanismos implicados en el dolor de cabeza.
Si se toma en ayunas por la mañana, su absorción es más rápida e intensa, lo que genera una activación más brusca del sistema nervioso y del cortisol, algo que en personas propensas al dolor de cabeza puede traducirse en tensión, sobreestimulación o aparición del síntoma.
Si se consume por la noche o por la tarde, puede interferir en la calidad real del sueño, aunque la persona sienta que se duerme sin problema. Dormirse no es sinónimo de descansar, y un sueño fragmentado o no reparador es un detonante muy frecuente de cefaleas al día siguiente.
Es decir, el momento del día no es neutro, porque ambas situaciones —mal descanso por la noche o sobreestimulación por la mañana en ayunas— influyen directamente en factores que pueden provocar o empeorar el dolor de cabeza.
¿Se debería moderar la cantidad de café que se consume si se sufren dolores de cabeza frecuentes?
Más que moderar, habría que plantear una retirada temporal. La cafeína no es una sustancia inocua: actúa directamente sobre el sistema nervioso, influye en los vasos sanguíneos cerebrales y puede mantener el cuerpo en un estado de activación que no favorece la mejora. Ante dolores recurrentes, observar qué ocurre sin café puede ofrecernos mucha más información.
¿Es recomendable tomar café junto con analgésicos? ¿Por qué puede ser útil o perjudicial?
La cafeína puede potenciar el efecto de los analgésicos en el alivio puntual del dolor, algo respaldado por la evidencia científica. Pero cuando se usa de forma repetida, especialmente en personas con migrañas o cefaleas frecuentes, aumenta el riesgo de cronificación del dolor y de desarrollar cefalea por abuso de medicación. Por tanto, su utilidad es farmacológica y puntual, no una estrategia de manejo del dolor a largo plazo.
Si se consume por la noche o por la tarde puede interferir en la calidad real del sueño. Dormirse no es sinónimo de descansar, y un sueño fragmentado o no reparador es un detonante muy frecuente de cefaleas al día siguiente
¿Cuál es la cantidad de café recomendable al día?
No existe una cantidad de café que sea necesaria para la salud, porque la cafeína no es un nutriente esencial, es un estimulante del sistema nervioso. Los organismos oficiales sitúan en 400 mg al día el umbral que no suele generar efectos adversos graves en la mayoría de adultos, pero eso no significa que sea una dosis recomendable, solo un límite de tolerancia.
La ciencia muestra que la cafeína no aporta energía real, sino que bloquea temporalmente la sensación de fatiga, y que con el uso regular el cuerpo desarrolla tolerancia, necesitando cada vez más para sentir el mismo efecto. Por eso, más que preguntarnos cuánto café es el ‘adecuado’, la cuestión es si realmente lo necesitamos. Y la respuesta fisiológica es no: el cuerpo puede sostener su energía y su rendimiento sin recurrir a estimulantes cuando el sueño, la hidratación y el sistema nervioso están en equilibrio.
¿Qué síntomas podrían indicar que el café está contribuyendo negativamente a tus dolores de cabeza?
Hay señales bastante claras. Por ejemplo: que el dolor de cabeza aparezca si no se toma café a la hora habitual, lo que puede reflejar un síndrome de abstinencia a la retirada de la cafeína. También que el dolor vuelva con frecuencia, incluso después de tomar café o analgésicos, señal de un posible efecto rebote del mismo.
Otros indicios son: menos tolerancia al estrés, sensación de cabeza ‘a presión’ o tensión tras tomar café, dormir pero no despertar con sensación de descanso, mayor irritabilidad, o notar que el dolor empeora en días de mayor consumo.
¿Cómo podríamos evaluar si el café te ayuda o te perjudica cuando tienes dolor de cabeza?
La forma más objetiva de evaluar si el café está ayudando o perjudicando el dolor de cabeza es fijarnos en el patrón, no en la sensación momentánea. Que el dolor mejore durante un rato justo después del café no significa que el café lo esté resolviendo, solo que puede estar interfiriendo temporalmente en la percepción del síntoma. Si el dolor reaparece poco después, si surge cuando no se toma café a la hora habitual o si con el tiempo el dolor de cabeza se vuelve más frecuente, intenso o cíclico, son señales de que la cafeína podría estar participando en ese bucle. También es clave observar si, al reducir o retirar el café durante unos días, el dolor disminuye en frecuencia o intensidad, porque ahí el cuerpo ya está dando una pista clara. Al final, la evaluación más útil no es si el café alivia de forma puntual, sino si está contribuyendo a sostener el problema a medio o largo plazo.
Referencias
Zhang, L., Yin, J., Li, J. et al. Association between dietary caffeine intake and severe headache or migraine in US adults. Sci Rep 13, 10220 (2023). https://doi.org/10.1038/s41598-023-36325-8
