Menopausia

Antonella de Ponte Davi, ginecóloga: "No todo son sofocos, ansiedad o trastornos del sueño. Hay que prestar atención a estos otros síntomas"


Los mareos y los vértigos pueden convertirse en un compañero inesperado en durante la menopausia y es importante saber cómo actuar


Dra. Antonella de Ponte Davi, Ginecóloga especialista en ginecología regenerativa y funcional. Experta en menopausia y sexualidad de la mujer. © Dexeus
5 de noviembre de 2025 - 7:03 CET

El mareo o el vértigo en la menopausia es un síntoma bastante común, pero no siempre tiene un origen hormonal. Los cambios en los niveles de estrógenos pueden influir, pero también lo hacen el estrés, el insomnio, los hábitos de vida y otras condiciones médicas. "Una valoración médica individualizada, un estilo de vida saludable y, cuando procede, tratamientos personalizados, son la clave para mejorar estos episodios y recuperar el equilibrio en todos los sentidos", nos explica la doctora Antonella de Ponte Davi, especialista en ginecología regenerativa y funcional, experta en menopausia y sexualidad de Dexeus Mujer y Dexeus Midlife.

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¿Qué diferencia hay entre vértigo y mareo?

Aunque solemos usar las palabras “vértigo” y “mareo” como sinónimos, en realidad no significan lo mismo.

  • El vértigo es la sensación de que todo gira o se mueve a nuestro alrededor, incluso estando quietas. Se produce por una alteración en el sistema del equilibrio, que está en el oído interno. Puede acompañarse de náuseas, visión borrosa o pérdida momentánea de estabilidad.
  • El mareo, en cambio, es más bien una sensación de inestabilidad o aturdimiento, como si fuéramos a desvanecernos. A veces se relaciona con bajadas de tensión, hipoglucemia, ansiedad o incluso con los sofocos típicos de esta etapa.
© Adobe Stock

¿Cómo se manifiestan en las mujeres menopáusicas?

Durante la perimenopausia y la menopausia, muchas mujeres refieren episodios de inestabilidad o sensación de cabeza “ligera”, sobre todo cuando se levantan rápido o en días de mucho cansancio o estrés. En otros casos pueden aparecer crisis de vértigo verdadero, como el llamado vértigo posicional benigno, que aumenta con la edad y es algo más frecuente en mujeres.

¿Son un síntoma frecuente en esta época de la vida de la mujer?

Sí, más de lo que pensamos. Alrededor de una de cada tres mujeres dice experimentar mareos de forma habitual. Esto no siempre significa que sea un problema grave, pero sí que hay que prestarle atención. Muchas veces se asocia a otros síntomas del cambio hormonal, como sofocos, palpitaciones, ansiedad o trastornos del sueño.

Muchas mujeres refieren episodios de inestabilidad o sensación de cabeza “ligera”, sobre todo cuando se levantan rápido o en días de mucho cansancio o estrés

Dra. Antonella de Ponte Davi, ginecóloga

¿Qué papel juegan los cambios hormonales, especialmente la bajada de estrógenos?

Los estrógenos tienen una función muy importante en el sistema nervioso y también en el oído interno, donde se encuentra el órgano del equilibrio. Cuando sus niveles fluctúan o descienden, pueden alterarse los mecanismos que regulan la presión y el flujo sanguíneo en esta zona, lo que puede provocar sensaciones de desequilibrio o vértigo. Además, los cambios hormonales pueden favorecer la aparición de migrañas vestibulares, un tipo de migraña que se manifiesta precisamente con vértigo o inestabilidad más que con dolor de cabeza.

Aun así, no todo mareo o vértigo en esta etapa tiene una causa hormonal. Es importante valorar cada caso de forma individual, ya que puede deberse a causas vestibulares, neurológicas, cardiovasculares o metabólicas.

¿Pueden el estrés, la ansiedad o el insomnio intensificar estos episodios?

Sin duda. El estrés, la falta de sueño o la ansiedad aumentan la tensión muscular y alteran la regulación del sistema nervioso autónomo, lo que puede empeorar la sensación de mareo o vértigo. Además, el estrés y el insomnio agravan los sofocos y la fatiga, creando un círculo vicioso. Por eso, cuidar el descanso, mantener rutinas de sueño y aprender técnicas de relajación o respiración puede marcar una gran diferencia.

El estrés, la falta de sueño o la ansiedad aumentan la tensión muscular y alteran la regulación del sistema nervioso autónomo, lo que puede empeorar la sensación de mareo o vértigo

Dra. Antonella de Ponte Davi, ginecóloga

¿Qué hábitos pueden ayudar a prevenir o reducir la intensidad de los vértigos en esta etapa?

Algunos cambios sencillos pueden mejorar mucho estos episodios:

  • Hidratación adecuada: beber suficiente agua y evitar largos periodos sin comer.
  • Levantarse despacio y evitar movimientos bruscos, sobre todo al incorporarse por la mañana.
  • Cuidar la alimentación: priorizar comidas equilibradas, con frutas, verduras y proteínas; reducir el exceso de café, alcohol o sal, que pueden afectar el oído interno.
  • Ejercicio regular: caminar, nadar o practicar yoga mejora la circulación, el equilibrio y el bienestar general.
  • Controlar el estrés y el sueño: mantener horarios regulares y técnicas de relajación o mindfulness.
  • Vitamina D: su déficit se asocia con mayor recurrencia de vértigo posicional benigno; conviene revisarla en analítica y suplementar si está baja.
© Getty Images

¿Se recomiendan tratamientos hormonales, naturales o farmacológicos?

Es importante valorar cada caso de forma individual, depende del origen y del contexto de cada paciente. Si el vértigo aparece junto a otros síntomas de la menopausia (sofocos, insomnio, irritabilidad…), el tratamiento hormonal de la menopausia puede ayudar a estabilizar los síntomas y mejorar la calidad de vida. No se prescribe únicamente para el vértigo, pero puede reducir su frecuencia si la causa es hormonal.

Si hay un vértigo vestibular o posicional, lo adecuado es realizar una valoración por un otorrinolaringólogo o un neurólogo, que pueden aplicar maniobras específicas o indicar tratamientos dirigidos al sistema del equilibrio.

Si se detecta déficit de vitamina D, debe corregirse, ya que se ha demostrado que reduce las recaídas.

En algunos casos, tratamientos naturales como el jengibre pueden ayudar a aliviar las náuseas, y técnicas como la fisioterapia vestibular, la terapia cognitivo-conductual o el mindfulness ayudan a mejorar la estabilidad y reducir la ansiedad.

¿Cuándo conviene consultar al médico?

Es importante no atribuir cualquier mareo directamente a la menopausia. Debe valorarse siempre, especialmente si aparece de forma repentina e intensa, se acompaña de pérdida de audición, zumbidos, visión doble, dificultad para hablar o caminar, o debilidad en una parte del cuerpo. En estos casos, lo correcto es acudir al médico de atención primaria o a un especialista en otoneurología para descartar otras causas más serias, como problemas del oído interno, del sistema nervioso o cardiovasculares.

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