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El cáncer de próstata metastásico de Joe Biden: qué es y qué opciones de tratamiento existen

Hemos hablado con los expertos sobre la enfermedad que se le ha diagnosticado al ex presidente de los Estados Unidos, un cáncer agresivo con metástasis ósea


19 de mayo de 2025 - 13:10 CEST

El reciente diagnóstico del cáncer de próstata metastásico de Joe Biden ha puesto nuevamente en el foco una enfermedad que afecta a millones de hombres en el mundo. Tanto es así, que el cáncer de próstata es el cuarto cáncer más común en el mundo y el segundo más frecuente en hombres. En el caso concreto del expresidente de Estados Unidos, se trata de un cáncer de próstata agresivo con metástasis ósea. Su oficina confirmó que el cáncer tiene una puntuación de Gleason de 9, lo que indica un alto grado de agresividad. 

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A pesar de la gravedad, el cáncer parece ser sensible a las hormonas, lo que permite opciones de tratamiento efectivas. El diagnóstico se realizó después de que Biden experimentara un aumento en los síntomas urinarios, lo que llevó a la detección de un nódulo prostático. A sus 82 años, el expresidente de Estados Unidos habrá de afrontar un tratamiento que busque frenar el avance de la enfermedad y mejorar su calidad de vida.

En el caso del cáncer metastásico, puede provocar también dolores asociados a la metástasis, como pueden ser, por ejemplo, dolores óseos 

Doctor Bernardino Miñana

¿Cómo se manifiesta el cáncer de próstata?

Una de las primeras preguntas que surgen cuándo se habla de cualquier tipo de cáncer es cuáles son los síntomas con los que se manifiesta la enfermedad. "El cáncer de próstata curable suele ser asintomático, por lo que es necesario acudir al urólogo de forma preventiva para poder llegar a un diagnóstico precoz. En fases en las que está localmente más avanzado puede manifestarse como dificultad para la micción, dolor o hematuria (orinar sangre)", comenta el doctor Bernardino Miñana, director del Centro de Próstata de la Clínica Universidad de Navarra.

Tal y como nos explica el Dr. Alberto Pérez-Lanzac, jefe de Urología del Hospital Universitario Vithas Madrid Arturo Soria, los síntomas no difieren de los que se manifiestan en una hiperplasia de próstata, que es el crecimiento de la glándula que suele ocurrir con la edad en todos los varones. "Entre los síntomas pueden aparecer dificultad para orinar, chorro entrecortado, quedarse con ganas de orinar, orinar más frecuentemente o tener el chorro de la orina un poquito más débil. Esos son los síntomas que prácticamente comparte con los de una hiperplasia", comenta el doctor, que añade que puede haber unos síntomas más específicos en algunos casos, en los que puede aparecer una hematuria (es decir, presencia de sangre en la orina). "En el caso del cáncer metastásico, como el de Joe Biden, puede provocar también dolores asociados a la metástasis, como pueden ser, por ejemplo, dolores óseos", indica el urólogo, que confirma que la metástasis más habitual es precisamente la que afecta a los huesos.

¿Cómo se confirma el diagnóstico de la enfermedad?

Tal y como nos indica el doctor Pérez-Lanzac, el diagnóstico del cáncer de próstata es histológico, es decir, tiene que haber una muestra de tejido recogida por medio de una biopsia, para confirmarlo. "Lo primero que hay que hacer es un análisis, para buscar los niveles de PSA, un marcador de próstata en sangre. Si está elevado, se hace la biopsia de próstata. Y una vez que tenemos el diagnóstico histológico, después hacemos el diagnóstico de extensión, que es con pruebas de imagen determinar si hay enfermedad fuera de la próstata, que puede ser en ganglios y puede ser, por ejemplo, en huesos", nos confirma.

Primer plano de Joe Biden durante un discurso en una cena en la Casa Blanca© Getty Images

Cuándo un cáncer de próstata es agresivo

En el caso concreto de Joe Biden se trata de un cáncer de próstata agresivo, según la escala de Gleason, un sistema de clasificación utilizado para evaluar la agresividad del cáncer de próstata. Se basa en el análisis de células cancerosas bajo el microscopio y asigna una puntuación que va de 6 a 10, donde los números más altos indican un cáncer más agresivo y con mayor probabilidad de diseminación. En el caso del ex presidente demócrata es de 9 sobre 10. "Un 9 es muy alta, es un cáncer de próstata de alto riesgo. Cuando hablamos de riesgo nos referimos a que tiene peor supervivencia. Influye además la edad, porque sobre todo son pacientes ya frágiles y en los que el cáncer los debilita bastante", nos comenta el especialista de Vithas. "Podemos tener una agresividad muy alta de esas células y eso se asocia a un alto riesgo. Y luego, por otra parte, evidentemente, que sea un cáncer metastásico, ya supone también un mayor riesgo", detalla.

Por su parte, el doctor Miñana apunta que la anatomía patológica de la biopsia no sólo nos confirma que un paciente tiene un cáncer, sino que, además, nos proporciona información sobre unas características que se correlacionan con la agresividad. "De esa forma, permite proceder a tratamientos apropiados y proporcionados. En general, a mayor agresividad, mayor radicalidad terapéutica. Hoy en día se utilizan, la escala de Gleason que va de 6 a 10 como el grado ISUP, basado en el anterior, que va de 1 a 5", comenta.

Siendo el tumor metastásico, la parte importante del tratamiento es de base hormonal

Doctor Alberto Pérez-Lanzac, especialista en Urología

Opciones de tratamiento del cáncer de próstata agresivo

Como sucede siempre que hablamos de cáncer, los tratamientos deben ser individualizados. "Habría que valorarlo, porque depende del número de metástasis. Si tuviera muchas metástasis habría que hacer un tratamiento sistémico, en el que se usan diferentes fármacos, generalmente son hormonas, que se llaman terapias diana. Y también se puede hacer quimioterapia, pero hay que valorar según el estado general del paciente, porque si tiene un grado de debilidad muy grande, hay veces que los pacientes no aguantan esos tratamientos, porque son muy fuertes", nos comenta el especialista en Urología de Vithas.

En pacientes más jóvenes, con mejor calidad de vida, y sobre todo si no se ha metastatizado demasiado, el doctor Pérez-Lanzac nos detalla que se pueden valorar otros tratamientos que mejoran la supervivencia del paciente. "Se podría recurrir a la radioterapia en la próstata y también en la metástasis si la hubiera,  junto con un tratamiento hormonal. Son tratamientos multidisciplinares y personalizados. Multidisciplinares porque intervenimos los oncólogos y los urólogos, y personalizados porque depende del estado general del enfermo y de sus necesidades", comenta el especialista, que añade que la cirugía no suele estar recomendada en un caso tan avanzado. "No sería la primera opción", nos dice. 

El especialista de la CUN hace especial referencia a que el abordaje del cáncer de próstata metastásico se fundamenta en tratamientos hormonales, que tratan de reducir los niveles de testosterona o de impedir su acción, ya que esta hormona masculina y sus derivados son el principal promotor del crecimiento tumoral. "Desde luego, siendo el tumor metastásico, la parte importante del tratamiento es de base hormonal, como he dicho anteriormente. No obstante, habrá que analizar la presencia de determinadas mutaciones en el tumor para ver si se puede beneficiar de la combinación con tratamientos dirigidos hacia aquellos tumores que expresan esas mutaciones, como los inhibidores del PARP. Igualmente, la Theragnosis con emisores radiactivos basados en la expresión PSMA, podrán ser de utilidad en fases algo más avanzadas", añade.

Por su parte, el doctor Carlos Núñez Mora, Jefe de Servicio de Urología deMD Anderson Cancer Center Madrid- Hospiten, detalla que en el caso concreto de Joe Biden, que tiene 82 años, la cirugía no sería una opción. "Con lo cual en este caso sería, si tuviese pocas metástasis, sería radioterapia pélvica para tratar la próstata y los posibles ganglios y ver la posibilidad de hacer radiocirugía de las lesiones metastásicas. Si fuesen más de 3 localizaciones, como no podemos radiar todo el esqueleto porque le dejaríamos sin medula ósea y, por lo tanto, dejaría de producir sangre, sería peor. Tenemos que hacer un tratamiento combinado con quimioterapia más hormonoterapia, tanto bloqueo androgénico clásico como inhibidores de los receptores androgénicos, los nuevos fármacos tipo enzalutamida, apalutamida, etc", detalla.

Personas con más riesgo de padecer este cáncer

¿Qué personas tienen un mayor riesgo de desarrollar un cáncer de próstata metastásico? Tal y como nos explica el doctor Miñana, aquellas personas predispuestas porque son portadores de nacimiento de ciertas mutaciones genéticas que favorecen el desarrollo de estos tumores, presentándose generalmente a edades más tempranas. "Igualmente, aquellos que, por no pasar revisiones a tiempo, se diagnostican tardíamente de un tumor que podría haberse curado si se hubiese diagnosticado a tiempo", nos explica.

El cáncer de próstata se beneficia de los programas de screening, que permiten el diagnóstico precoz. Si lo diagnosticamos pronto, los pacientes pueden mejorar su supervivencia.

Doctor Alberto Pérez-Lanzac, especialista en Urología

La importancia de la detección precoz

Una vez más, detectar el cáncer en una etapa inicial siempre es una buena noticia, pues la detección precoz favorece una mejor supervivencia. "El cáncer de próstata se beneficia de los programas de screening, que permiten el diagnóstico precoz. Si lo diagnosticamos pronto, los pacientes pueden mejorar su supervivencia. Por eso el screening está recomendado en pacientes de 50 años, de 45 si tienen antecedentes familiares. Ahí si detectamos algo, vamos a mejorar la supervivencia de esos enfermos", apunta el doctor de Vithas.

"Los principales factores que pueden influir en la esperanza de vida de un paciente con este tipo de cáncer son el estado general del paciente, la respuesta inicial a los tratamientos hormonales, la carga tumoral (el número de metástasis) y la presencia de enfermedad visceral, es decir, en órganos diferentes al hueso", comenta por su parte el especialista de la CUN.

El doctor Núñez Mora insiste en la importancia del diagnóstico precoz, que eso nos va a dar mejores posibilidades de tratamiento. Los factores que, en su opinión, mejoran la esperanza de vida son la edad, el estado general, la presencia de comorbilidad (dependiendo del paciente y dependiendo del tumor), el número de metástasis, la localización de las metástasis… "En general, cuando ya hay metástasis múltiples, pulmonares o hepáticas, se considera que está en un estadio mucho más avanzado y, por tanto, menos propenso a responder a los tratamientos", indica.

Posibles efectos secundarios de los tratamientos

Dependiendo del tratamiento que se elija, el paciente puede tener que afrontar, eso sí, algunos efectos secundarios. "Hay que personalizar los tratamientos. Tenemos diferentes opciones: si es un cáncer de bajo riesgo, en general podemos recurrir a la radioterapia o cirugía. Si optamos por la cirugía, los mejores resultados se consiguen con la cirugía robótica DaVinci. Y en estos casos, el efecto secundario inmediato es que los pacientes tengan incontinencia con esfuerzo. Pero se recupera en uno o dos meses. Con ejercicio se recupera y el enfermo termina siendo continente", cuenta el doctor Pérez-Lanzac. Mientras, en relación con la potencia sexual, si el enfermo no tenía problemas de base, hay opciones para tratar de mantener la función sexual. "Si es un cáncer más o menos avanzado, nosotros preservamos los nervios de la erección durante la cirugía. Y eso quiere decir que a lo largo del siguiente año de la cirugía habrá una recuperación de la erección hasta que el enfermo pueda tener relaciones sexuales", comenta el doctor, que añade que, en general, la recuperación en general de los enfermos después de la cirugía es buena.

En el caso concreto de Joe Biden, el doctor Pérez-Lanzac hace mención a un aspecto importante: "Un cáncer de próstata de alto riesgo marcado por Gleason 9 es un cáncer agresivo complicado. Además, él está débil. Las posibilidades de tratamiento son limitadas porque no va a poder aguantar cualquier tratamiento. Se recurrirá a esos tratamientos sistémicos. Habrá que buscar una alternativa de tratamiento que tenga el menor perfil de toxicidad para él. Y ahí lo que se busca es contener la enfermedad y que no tenga síntomas. Intentar frenar la progresión, contenerlo y mejorar y prolongar la supervivencia todo lo posible", concluye el especialista.  

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