Estamos en la época ideal para pintar la casa: el verano. En la temporada estival, los días son más largos, hay más horas de luz, y por tanto es el mejor momento para apreciar cómo quedarán los colores con iluminación natural. Pero además, durante el verano, puertas y ventanas se abren con frecuencia para que corra el aire, lo que facilita, ya no solo que la pintura se seque antes, sino también a mitigar los olores. Por eso, si estás pensando en transformar cualquier espacio de tu casa con una mano de pintura, no pierdas tiempo y empieza por elegir el tono que dará un giro a la decoración de tu casa. Te ayudamos a despejar dudas con las tendencias cromáticas de la temporada.
Blanco: más luz y amplitud
Es, sin duda, el gran preferido para pintar las paredes. ¡Y no es de extrañar! Además de multiplicar la luz y hacer que los espacios parezcan más grandes, el blanco es un color atemporal que encaja en cualquier estilo y contribuye a realzar la decoración. El contraste del fondo blanco con el color de los textiles y el acabado de los muebles crea un efecto visual muy atractivo.
Para realzar una pared blanca y convertirla en un punto focal, siempre puedes recurrir a molduras decorativas como nos propone en este caso la marca Valentine. Las molduras añaden textura y dimensión, rompiendo la monotonía y creando interés visual en una pared pintada en color blanco.
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