Cuando su gran amiga, Beatriz Aznar, pintora y residente en Estados Unidos, le pidió que se encargara del proyecto de reforma y decoración del piso que acababa de adquirir en las afueras de Madrid para sus "vueltas a casa" temporales, la interiorista y diseñadora Marta Labrador no se lo pensó dos veces. Sobre todo porque el hecho de compartir, no solo una relación de amistad, sino también la pasión y el trabajo en el campo creativo y artístico.
La vivienda es un dúplex abuhardillado de 80 metros cuadrados cuya intervención requirió de alguna pequeña obra de mejoras, pero sobre todo de interiorismo y de decoración. Nada más cruzar el umbral de la puerta, salta a la vista el sello inconfundible de los trabajos de Marta Labrador, marcado por la serenidad, la elegancia y la atemporalidad. ¡Descúbrelo!
El salón
En la planta baja del dúplex se ubica el salón, la cocina, un baño, el vestidor y el dormitorio infantil y en la superior, el dormitorio principal con zona de trabajo y su propio cuarto de baño.
Lo más destacable de esta estancia es el suelo de madera en punta de Hungría, de 30 cm cada lama, de Artemade&Gemar, así como las cuadrículas del techo en la misma madera, sin olvidar los cercos macizos con una talla diseñada y elaborada a mano específicamente para este espacio a juego con los de la chimenea y que le da valor añadido al proyecto.
La mesa de madera del comedor, un diseño de madera de teca de Marta Labrador para Artemade&Gemar, es otra de las piezas clave de esta estancia. A la propietaria, cuando está en España, le gusta reunir a amigos y familiares, y necesitaba de una mesa grande, consistente, que además le sirva como una amplia zona de trabajo para sus momentos de creatividad. La silla de estilo vintage, con tapizado amarillo y estructura negra, pone el toque más sofisticado al ambiente. Las cabezas africanas en bronce son de Sankore.
¿Necesitas un espacio para trabajar en casa? Así puedes montarlo en el salón