Los suelos piden calidez
Si en verano triunfan las alfombras de fibras naturales, ahora que las temperaturas comienzan a bajar, es mejor apostar por modelos de algodón o lana. Ofrecerán una pisada cómoda y cálida, muy agradable para andar descalzos. Puedes colocarlas a ambos lados de la cama o, si te decantas por una alfombra grande, en la parte inferior de la cama, saliendo por laterales y la parte de abajo de la cama.
En cuanto a los colores, es mejor optar por tonalidades neutras, que no compitan con el resto de colores de la decoración.
Además, ten en cuenta, que una alfombra en el dormitorio te ayudará también a mejorar el aislamiento acústico y térmico de tu habitación. ¡No renuncies a ellas!
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