Aunque los utilizamos a diario, no limpiamos los grifos con tanta frecuencia como deberíamos. Ni los de la cocina y, mucho menos, todos los que tenemos en el baño. Con el paso del tiempo y si no les damos las dosis de limpieza necesarias, es normal que los grifos pierdan brillo y adquieran un tono blanquecino. Y más aún si vives en una zona con el agua dura y tiene mucha cal, donde el problema se multiplica. Te damos los mejores consejos para dejar los grifos impecables y varios remedios para combatir la cal. ¡Estos no fallan!
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Cada cuánto hay que limpiar los grifos
Para que los grifos de tu casa se mantengan como nuevos durante más tiempo y no tengas que dedicar mucho tiempo a su limpieza, lo ideal es limpiarlos a fondo un par de veces por semana. Y es que si retrasas mucho esta limpieza, el grifo puede llegar a estropearse o ver su acabado dañado.
Con esta tarea de mantenimiento, no solo evitarás que la cal se acumule, sino también la aparición de óxido. Hazlo cuando repases la cocina después de usarla y, en el baño, durante la limpieza semanal y otro día entre semana. Puedes hacerlo con jabón neutro y un paño suave, que evitará que el cromado o acabado de tu grifo se estropee. En cualquier caso, evita siempre utilizar productos abrasivos, así como estropajos o esponjas que puedan dañar la superficie.
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Cómo limpiar un grifo cromado o de níquel
Son los más populares. Su acabado es el que más se ve en los baños, por su adaptabilidad a los distintos estilos, durabilidad y facilidad de limpieza. Para limpiar un grifo cromado, rellena una botella de spray con vinagre blanco y pulveriza la superficie. Deja que actúe durante un par de minutos, retira los restos con otro paño humedecido y, finalmente, seca el grifo para sacarle brillo. Un consejo: si tienes las instrucciones del fabricante, síguelas siempre. ¡Evitarás disgustos!
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Cómo limpiar un grifo de bronce o latón
Si el estilo de tu baño es rústico o con tintes clásicos, seguramente los grifos que elegiste son de latón o bronce. Aunque con un aspecto precioso, cálido y elegante, tienen una desventaja y es que, con la cal, tienden a estropearse. Para que eso no suceda, además de una limpieza periódica, utiliza esta fórmula: mezcla una cucharada de vinagre, una cucharada de sal y una cucharada de harina. Con un paño húmedo pasa la mezcla por el grifo con suavidad. Finalmente, elimina los restos con un paño húmedo y sécalo.
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Cómo limpiar un grifo de acero inoxidable o cobre
Es otro de los acabados más utilizados para la grifería. Y, para limpiarlos, puedes utilizar una de las bebidas favoritas: refresco de cola. Para dejar los grifos de acero inoxidable como nuevos, pulveriza un poco de esta bebida con una botella de spray sobre la superficie. Espera a que se seque y, después, aclara con un paño húmedo. Finalmente, seca con un trapo húmedo.
Cómo limpiar un grifo con acabado mate (negro o blanco)
Una de las ventajas de los grifos negros o blancos con acabado mate es que muestran menos las manchas de agua en comparación con los acabados cromados o brillantes. Pero, para que su magnífico acabado no se vea dañado, tendrás que tener especial cuidado con el tipo de productos, evitando siempre los químicos abrasivos. Y lo mismo con los trapos o esponjas que utilices: lo mejor es un paño de microfibra. Asimismo, tampoco es recomendable utilizar vinagre (solo si está muy, muy diluido), limpiacristales, productos multiusos o ceras, que podrían dañar el acabado mate.
Para limpiar un grifo con acabado mate, lo ideal es emplees jabón de lavavajillas con un pH neutro. Echa una gota de jabón en un recipiente, sumerge un trapo en la solución y pasa con él los grifos. Después, sécalo con un plato.
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Cómo eliminar la cal de un grifo
Si no has limpiado los grifos de tu casa con frecuencia, es normal que haya acumulado algo de cal, tanto en el exterior como en los filtros. La cal es un compuesto duro que puede provocar que el flujo de agua sea menor y que termine estropeando el grifo. Para eliminarla tienes varias soluciones naturales:
- Limón: coge medio limón y frota sobre las manchas de cal. Insiste hasta que la manca desaparezca. Otra opción es utilizar una esponja mojada con zumo de limón para eliminar las manchas de agua dura. Utilízalo en cualquier tipo de grifo excepto en los de acabado dorado.
- Harina: aplícala directamente sobre las manchas de cal y frota con un paño húmedo. Con otro trapo mojado y limpio, retira los restos y seca el grifo.
- Bicarbonato: limpiar con bicarbonato de sodio ofrece unos resultados sorprendentes. Y también vale para limpiar los grifos. Mézclalo con agua y aplica la mezcla. Deja reposar y después acláralo.
- Vinagre de limpieza: mezcla el vinagre de limpieza con un poco de agua tibia en un recipiente en un recipiente y moja un paño con la solución. Después, seca.
Un consejo: sea cual sea la solución que utilices, puedes emplear un cepillo de dientes para limpiar las juntas del grifo con el lavabo, siempre y cuando frotes suavemente.
Cómo limpiar un grifo con manchas de óxido
El óxido es un mal que puede darse en grifos que no se han limpiado con frecuencia o que son muy viejos. Lo ideal es renovarlo, pero antes es aconsejable que intentes eliminar las manchas de óxido. En todos los ejemplos que te damos, el limón es el producto de limpieza estrella:
- Limón y sal: cubre con sal la superficie del grifo afectada y exprime sobre ella zumo de limón. Deja reposar durante una hora y, después, frota con una esponja. Para terminar, aclara con un paño limpio y seca la superficie.
- Limón y vinagre: moja la superficie con un poco de zumo de limón y, con un paño humedecido en vinagre caliente, frota hasta que la mancha desaparezca.
- Limón y bicarbonato: en un bol, mezcla dos cucharadas de bicarbonato con el zumo de medio limón hasta que formes una pasta. Aplica sobre las manchas de óxido y frota con un cepillo de dientes para no dañar más la superficie.
Un consejo: para que no aparezca óxido en tus grifos, evita que estos goteen constantemente, ya que la acumulación de agua puede provocar la formación de óxido. Una limpieza y mantenimiento periódico lo evitarán.
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Cómo limpiar la alcachofa de la ducha
Sí, se trata de un grifo más de casa. Y no lo limpiamos como deberíamos la mayoría de las veces. Si notas que flujo de agua de la ducha no sale con la presión que debería, empieza comprobando el estado de la alcachofa y si tiene mucha cal. Para eliminarla, llena una bolsa con agua y un poco de vinagre de limpieza. Sumerge la cabeza de la alcachofa y ciérrala con una goma. Déjalo en reposo toda la noche. Verás como cuando la saques y conectes el agua, saldrá con más presión.
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