La cama, protagonista absoluta
Hay dos aspectos a cuidar de la zona de descanso, su diseño y la correcta ubicación. Para comenzar, mantener una altura estándar es de vital importancia. De este modo, las camas tipo futón que tan de moda se han puesto en cuartos infantiles y para adultos, no son la mejor opción al estar directamente sobre el suelo. El cabecero siempre debe arroparnos, que nos invite al recogimiento, por ejemplo, puede ser mullido y agradable al tacto o con estructuras que simulen una cabaña.
Virginia rompe el mito de que se tiene que dormir con la cabeza en dirección norte. “Esta energía, es de recogimiento, de introspección que invita al descanso, pero no quiere decir que sea la mejor para todo el mundo. Cada dirección cardinal tiene características energéticas, que aportan diferentes sensaciones. Para saber nuestras direcciones favorables, debemos conocer nuestro número Kua”, detalla.
Si bien es cierto que debemos evitar en la medida de la posible la posición de la cama frente a la puerta, cuando no hay más remedio que ubicarla así se pueden utilizar bolas facetas para frenar la corriente energética y armonizar ese punto débil.
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