2. Si apago la calefacción, ahorraré
Es vital utilizar correctamente la calefacción y es importante no irla encendiendo y apagando a cada momento, pues lo que más consume es ponerla en marcha.
Con radiadores o suelo radiante, cuando no estés en casa o por la noche deja la temperatura del termostato en 16º C, para aprovechar la inercia de temperatura y no tener que calentar la vivienda desde cero; y con la casa habitada, ya puedes situar el termostato en una temperatura confort, entre 21 y 22º C. Esta medida sí que logrará reducir el gasto hasta un 13%, sin pasar frío.
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