Para renovar tu cocina, no necesitas acometer grandes obras. Si le vas haciendo pequeños cambios, bien pensados y ejecutados, lograrás que el espacio parezca otro y sin reformas que te supongan un quebradero de cabeza ni una gran inversión. Toma nota de estas propuestas.
Instala un suelo de vinilo
Si el pavimento de tu cocina está viejo y feo puedes renovarlo fácilmente instalando un suelo vinílico. Su ventaja fundamental, aunque tiene otras, es que se coloca sin complicaciones, bien pegado o mediante un sistema en clic, sin tener que retirar el pavimento existente ni desmontar los muebles de la cocina.
Lo encuentras en lamas, losetas o en rollo, y tienes un larguísimo repertorio de modelos para elegir, con imitaciones muy buenas de todo tipo de materiales: madera, cemento, cerámica, hidráulico, etc.
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