Sophie Turner y Joe Jonas ponen a la venta su elegante piso de Nueva York
El apartamento está localizado en el exclusivo barrio Nolita
Tras dar la bienvenida el pasado mes de julio a su primera hija en común, Willa, parece que Sophie Turner y Joe Jonas han decidido instalarse definitivamente en Los Ángeles y formar allí su familia. La pareja deja así atrás la ciudad de Nueva York, donde tiene un apartamento que compró hace dos años, y que acaba de poner en el mercado por un precio superior a los 5 millones de euros.
El piso, ubicado en el exclusivo barrio Nolita de la Costa Este (popular por sus lujosas tiendas y restaurantes), destaca por su elegante interior, y cuenta con tres habitaciones, tres baños, además de una cuidada terraza. ¿Te animas a entrar?
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Un elegante y luminoso salón
La estancia principal del piso es el salón, que se divide en dos áreas bien diferenciadas.
A un lado, encontramos el sofá grisáceo, con forma de 'U', decorado con cojines en tonos oscuros. Le acompaña una mesa de centro acristalada, circular, que mira al televisor, situado sobre un mueble bajo de líneas grises. De hecho, justo al lado se ha colocado una estantería alta con un estilo muy similar. Una tupida alfombra crema protege el suelo de madera que cubre esta zona.
Al otro lado, se descubre una consola baja de madera, que juega con las líneas negras, y presenta algunos elementos decorativos llamativos, como, por ejemplo, la escultura que representa la cabeza de un ciervo en negro, o un árbol otoñal. Una alfombra alargada, que recuerda al estilo persa, completa este rincón.
Uno de los mayores atractivos de la vivienda es su luz natural, que se consigue gracias a los amplios ventanales que se han instalado en dirección este y oeste, tal y como detalla la propia inmobiliaria encargada de su venta, Modlin Group.
No obstante, las lámparas también reclaman su protagonismo. Basta con echar un vistazo a la principal de esta estancia, de la que salen unas líneas negras.
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Un comedor minimalista
Al fondo del salón, se abre este comedor, con aires modernos, y que sigue una decoración minimalista. En su centro, resalta una mesa no excesivamente alargada, con una encimera estrecha. Alrededor de ella se han situado dos bancos idénticos, con cojines negros, que descansan sobre una alfombra que evoca al estilo persa. Una vez más, se ha apostado por una lámpara de techo que llama la atención. En esta ocasión es puro diseño, compuesta por unas pantallas que dejan a la vista las bombillas de su interior.
'Escoltando' este rincón, se ha dejado, a un lado, un cuadro con marco dorado, que sobrevuela una consola gris. Al otro, una planta, un taburete y una original nevera para guardar el vino, que se presenta con la forma de un barril y puertas acristaladas.
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Blanco y negro, el binomio infalible
Al igual que el comedor, para ganar espacio, la cocina también conecta directamente con las dos estancias anteriores. Pero sí existe una diferencia notable con respecto a las otras: en ésta predomina el blanco, que se ha combinado con diversos detalles en negro.
De este modo, todo el mobiliario (alacenas, cajones...) se presenta en blanco, y rompiendo esta armonía, aparecen los fogones. Tanto la campana extractora como la cocina son negras, con detalles metálicos, lo que evoca al inconfudible estilo industrial.
Una isla alargada, con encimera de mármol claro, ejerce de separación.
Por último, cabe destacar el suelo, con baldosas en color negro y blanco, que se desmarca, de esta manera, del resto de habitaciones, que tienen suelo de madera.
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Con aires sofisticados
Desde otra perspectiva, se puede observar que, con el objetivo de aprovechar al máximo el espacio de la barra de la cocina, se han distribuido alrededor varias sillas con respaldos negros y base plateada. A juego con la propia cocina. Un rincón que viene delimitado incluso por su suelo. Ya que, inmediatamente después de las sillas, comienza, de nuevo, el suelo de madera.
Al lado izquierdo, un cuadro 'motero', una silla de cuero marrón y una mesa auxiliar negra, que pertenecen al salón.
Al abrir todas estas estancias principales, la actriz y el cantante han logrado dar amplitud y repartir, con éxito, la luz natural.
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Una habitación acogedora
Una de las tres habitaciones que forman el apartamento neoyorquino de Sophie Turner y Joe Jonas es ésta. Una habitación que no pierde ni un ápice de la elegancia que caracteriza a la propiedad, pero que sí potencia su carácter acogedor.
Aunque el matrimonio ha vuelto a elegir tonos neutros para su decoración, ha incorporado algunos detalles que aportan calidez. Es el caso del mueble de madera, que se sitúa bajo el televisor, la butaca aterciopelada de color camel, el banco con aires tribales a los pies de la cama o el mismo suelo, de madera.
La cama se enmarca, a su vez, en una estructura de terciopelo beige, que también incorpora su propio cabecero. No podían faltar tampoco las mesitas de noche, una a cada lado, de color negro, y con su propia lámpara.
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Un toque 'vintage' en el baño
A pesar de que la vivienda destaca por su estilo moderno, sus baños han sido decorados con algunas piezas 'retro'. El mueble principal, de madera oscura, dispone de dos lavabos (y espejos) independientes, con grifería plateada que, a juego con la pieza, son de estilo vintage.
Más allá se ha instalado una ducha con mamparas transparentes, mientras que el suelo está compuesto por baldosas de diferentes tonalidades de gris.
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Una bañera que evoca al pasado
Acorde al resto del cuarto, se halla esta bañera, que también evoca al pasado. Su grifería, y las pequeñas teselas blancas aque la rodean dan muestra de ello.
Asimismo, se ha colocado una barra plateada para colgar las toallas.
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Habitación con detalles 'pop art'
Esta otra habitación es muy diferente a la vista anteriormente. El matrimonio le ha dado un aire más desenfadado y artístico gracias a diferentes elementos decorativos.
Icónicas láminas del artista Andy Warhol cuelgan de la pared, y, en la misma línea, dos lámparas con una forma muy original, dorada, que se colocan sobre las mesas auxiliares de madera, suspendidas. Aunque la pieza más llamativa es, sin lugar a dudas, la lámpara del techo, con estructura amarilla, cuyas bombillas recuerdan a las hormas de los zapatos en negro.
La cama principal se suma también a este entorno artístico de mano de la ropa de color azul marinero.
En una esquina resalta un pequeño escritorio, de madera, con una silla gris, a juego con la alfombra de la habitación.
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Tímidos toques de color
En la última habitación de la propiedad, el estilo decorativo es elegante y moderno. Una vez más, los grises y claros dominan la escena, pero la pareja no ha dudado en incluir pequeños detalles en color, de la mano de una manta mostaza, y tres láminas decorativas en tonos negro, azul y mostaza.
La cama, con cabecero gris, tiene dos mesitas de noche de madera, y al lado contrario, aparece una original estantería de líneas metálicas.
Lo mejor del cuarto es la luz natural, que entra por la ventana.
Una terraza en clave urbana
La terraza de la propiedad lleva el sello neoyorquino. Dado que está situado en plena urbe, el matrimonio ha llenado de naturaleza su alrededor, con enredaderas que trepan por las vallas verdes que protegen la terraza.
En este rincón, se ha puesto una mesa de piedra gris, con estructura negra, y dos bancos a juego, con cojines en tonalidades grises y negras.
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Un rincón para el relax
Además de la mesa y los bancos, la espaciosa terraza cuenta con muchos otros espacios de descanso: sofás, butacas... que respetan las tonalidades neutras que también adornan el interior de la casa.
Sin embargo, también se ha dejado paso a una de las últimas tendencias decorativas, al incluir sillas con fibras naturales y metal, así como palets de madera, de efecto desgastado, que se convierten en improvisados bancos.
Y, por último, cabe destacar el suelo de baldosas grises, muy claras.
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Un cuarto de baño de invitados
La vivienda también incorpora un cuarto de baño, de menor tamaño, para los invitados, pero que mantiene la esencia vintage del suyo propio. Tanto es así que el mueble que alberga el lavabo es prácticamente el mismo: con la misma madera y la misma grifería.
La ducha, separada por una mampara de cristal, presenta los azulejos, grisáceos, que cubren el resto del cuarto.
Dos espejos-estantería cubren mayor parte de la pared, en la que también se ha querido dar un toque de color con una obra en llamativos tonos.
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