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A muchos les pasa: se arrepienten de haber comprado su sofá. Y es que en la decoración del salón la elección de un modelo u otro no solo afecta a la estética. Está claro que hay que escoger un diseño bonito y acorde con la decoración, tanto en forma como en tapizado (por no hablar de lo fundamental que resulta su tamaño); pero que sea cómodo porque en él pasaremos muchas horas de relax. Estos 10 consejos son infalibles para acertar con el sofá nuevo adecuado.

 

¿Qué necesitas concretamente?

Quizá te parezca una pregunta obvia pero muchas veces nos olvidamos de hacérnosla. Cuando se trata de comprar un nuevo sofá debemos tener claro qué nos resulta más adecuado para nosotros. Por ejemplo; si tienes dolores de espalda quizá precises de un diseño que recoja bien la zona lumbar o que te permita apoyar la cabeza para destensar el cuello. Puede que te venga bien estirar las piernas e incluso elevarlas para mejorar la circulación y aliviar la pesadez por lo que lo tuyo será un chaise longue o un sofá nuevo con piezas elevables.

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¿Te tumbas o te sientas? Con reposabrazos o sin ellos

Ten en cuenta este consejo a la hora de comprar un sofá nuevo para tu salón: los reposabrazos o brazos importan. No es un elemento sin más. Debes pensar si acostumbras a estar sentado o tumbado y apoyas la cabeza en un reposabrazos. Los más bajos y mullidos son más confortables, fundamental si te gusta tumbarte con la cabeza apoyada en un brazo. Los altos sirven como apoyo para a espalda. Los hay más elevados y estrechos o bajos y delgados que son ligeros, perfectos si no quieres un sofá voluminoso. E incluso hay diseños que prescinden de reposabrazos en uno o en los dos lados. Estos hace que sea muy liviano pero no tendrás apoyos en los lados.

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La forma del respaldo: ¿apoyas la cabeza? ¿El salón es pequeño?

Los bajos siempre ocupan menos visualmente (genial cuando se trata de un salón pequeño). Se asocian a  estéticas modernas. Los altos son más pesados visualmente y están reservados para salones amplios. También de estilo más clásico o tradicional. Ahora bien, hay que reconocer que un sofá de respaldo alto recoge el cuello, permite apoyar la cabeza aún sentado. Y esto es cómodo para la mayoría de las personas. En los de respaldo bajo, para apoyar la cabeza, hay que recostarse ligeramente. Hay diseños que cuentan con piezas elevables en el respaldo para poder disfrutar de un apoyo cuando se usa el sofá.

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Y relacionado con la limpieza… sofá al suelo o con patas

Es una cuestión estética el querer que el sofá nuevo  tenga patas o llegue al suelo. Ahora bien, esto implica que las patas pueden ser más o menos altas y entonces varía la comodidad de limpieza debajo del sofá. También si llega al suelo, deberás pensar que la tapicería sea muy resistente porque rozará la mopa o escoba y, por supuesto, el aspirador y cualquier robot aspirador. Si el sofá  incorpora patas también acumula más suciedad debajo. Si estas son bajas tendrás que moverlo para limpiar. Si son altas el sofá parece menos robusto pero deja hueco para limpiar por debajo cómodamente sin moverlo. El diseño de las patas debe estar acorde con la línea del sofá.

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Comodidad, durabilidad, limpieza… la importancia de la tapicería

Tipo de tejido, color, tratamientos especiales… Los textiles naturales son suaves y confortables pero también requieren más cuidado. De ahí que a las fibras naturales se les suelan añadir otras sintéticas o tratamientos específicos para que no se ensucien o arruguen. Se trata de hacer más resistente una tapicería para que soporte el roce constante. Los tratamientos antimanchas son muy interesantes porque evitan que la mancha en sí penetre en el tejido. Y también hay otro tipo de tejidos para las casas en las que hay mascotas, por ejemplo. En este link encontrarás datos concretos sobre cómo elegir la mejor tapicería para el sofá.

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El color del sofá: discreto, que va con todo, o especial

Relacionado con la elección de la tapicería está el color que quieras que tenga tu nuevo sofá. Los tonos más claros son más delicados en cuanto a las manchas pero siempre más luminosos. Los tonos oscuros son sufridos (aunque tampoco limpísimos ya que también se nota cualquier mota) y más pesados. Pero también elegantes y se convierten en un elemento que acapara miradas. Los tonos medios se puede decir que son seguros. Y no solo tienen que ser colores neutros, pueden ser tonalidades medias de colores como verde, rosa, azul… Reserva los colores intensos para estancias más amplias y con luz natural y las claras para apartamentos o salones menos luminosos. Siempre puedes optar por fundas que sean fácilmente desenfundables para lavar en lavadora. Pero asegúrate de este punto porque no siempre resulta fácil desenfundar todo un sofá ya que suelen venir muy ajustadas.

 

Piensa que puede jugar con diferentes tejidos y colores si hau más de un sofá o asiendos auxiliares en el salón. En cuanto a los muebles siempre suelen ser maderas o colores neutros. Solo deberás tener cuidado con el color si hay algún mueble que destaque (buscando la unidad cromática o el  contraste).

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Consejos para elegir sofá nuevo: liso o estampado

¿Cuándo elegir un tejido liso o uno estampado? Es una pregunta que depende mucho del resto de la decoración. Los estampados son marcados y siempre "cansan" visualmente más. Pero al mismo tiempo hay motivos discretos y telas que pueden crear un precioso e impactante efecto visual en el salón. La opción segura es un liso, mejor que aporte trama. Siempre se puede combinar con otros tejidos estampados usados en cortinas o cojines, incluso en un puf o una butaca auxiliar. Las piezas más pequeñas y auxiliares son más seguras tapizadas con telas con estampado porque abultan menos y no cansarán con el paso del tiempo. Además, es más  económico y fácil retapizarlas. Un sofá nuevo en liso es la opción con una alfombra estampada o una pared empapelada o con muchos cuadros. Uno estampado es más probable que encaje en  un conjunto de básicos y superficies lisas y  despejadas.

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8/10 © Ikea

¿Tamaño del sofá? ¿Cuántas personas lo usan?

Consejo que debes tener muy claro a la hora de elegir el sofá: no siempre el sofá más grande es el más adecuado, aunque te lo pueda parecer. Está claro que el tamaño del sofá debe estar relacionado con cuántas personas suelen usarlo en casa, pero también con el tamaño del salón y de la pared en la que se apoyará -debe ser ligeramente más pequeño que esta-. Un nuevo sofá no puede ser demasiado grande ni demasiado pequeño porque no será perfecto. Ya hemos visto cómo puiede abultar más un sofá con respaldo alto y reposabrazos marcados que uno sin brazos y de respaldo bajo. Así que esto también te ayudará a pensar en las dimensiones.

 

Es fundamental que el fondo del asiento sea al menos de 90 cm. Es lo más cómodo para usar y poder recoger las piernas. Los de fondo 80 cm ya están algo más limitados y habrá que prestar atención a lo que abultan los cojines del respaldo. Menos no es práctico. Y más es posible siempre que el salón sea grande. En cuanto al largo, un sofá recto de 1,70-1,80 cm es perfecto para dos personas. A partir de ahí, entrarán más. Vamos a ver el tipo de sofá para que te ayude  a tomar la decisión de compra correcta, que también está muy relacionado con el tamaño del sofá y lo que abulta.

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9/10 © La Redoute Interieurs

El tipo de sofá: recto, con 'chaise longue', rinconera…

La elección de un sofá nuevo en este sentido depende de la forma de la planta del salón y de su tamaño. Haznos caso en este consejo porque solo así acertarás. No siempre un sofá con chaise longue es la mejor opción. En este caso, la chaise debe quedar o bien pegada a una pared o bien como delimitadora del espacio (si el salón es amplio.  En caso contrario, pégala a un tabique). La chaise longue ocupa, es muy cómoda pero resta espacio. Tampoco debe entorpecer la salida a una terraza. Si va delante del ventanal debe ser baja.

 

Los  mismo ocurre con un sofá rinconera o en forma de L. Si parte queda delante de una ventana, el respaldo ha de ser bajo. No es la mejor opción en salones pequeños (donde los sofás convecionales de diseño en línea son los más ligeros). Este tipo de sofá es perfecto para familias numerosas y prescinde de los brazos que aportan dos sofás independientes.

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10/10 © Morris & Co.

Pregunta por lo que no se ve: relleno y estructura

La estructura es el esqueleto del sofá. Puedee ser de madera o de aluminio. Y el relleno es lo que hace que sea mullido. Puede ser de espuma de diferentes densidades (lo que hace que se hunda más o menos, resulte rígido o blnaco) o de pluma u otro relleno sintético. Es habitual que haya espuma en la base y en los asientos y pluma en los cojines del respaldo. Es importante prestar  atención y preguntar acerca de estos aspectos que no se ven pero que hacen que un sofá nuevo sea de calidad y dure en el tiempo.

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