2. Velissima (Barcelona)
Al entrar a Velissima (Passeig de Joan de Borbó, 103) tienes la sensación de estar en un pueblecito italiano costero, con tonos azules y blancos, suelo de terracota, platos pintados a mano y mucha vegetación. El proyecto, obra de Lázaro Rosa-Violán, nace de la idea de crear un concepto moderno y elegante, sin perder la esencia original italiana, capaz de combinar sofisticación y tradición. Para llevarlo a cabo, el interiorista se inspiró en la costa Amalfitana, con sus colores y sus sabores, y en La Dolce Vida italiana de finales de los años 50, con todo su ‘glamour’ y autenticidad. Es como viajar a Italia, sin salir de España.