1/10 © Chaplins Furniture

Cuando llega el frío, la vida se traslada al interior de la casa, dejando el jardín en una especie de hibernación, de la que despertará únicamente en esos preciosos días en los que luce el sol. Para ello, es preciso realizar algunos cuidados, de manera que, cuando llegue la primavera, haya sufrido el menor daño posible y esté en buena forma.

1. Presume de césped

El césped es uno de los indicativos de la salud de tu jardín. “Para evitar un exceso de humedad, es recomendable que lo riegues, solo si no llueve, como máximo una vez por semana durante las horas de sol, que lo cortes antes de las heladas y lo siegues lo menos posible”, apuntan los expertos de Tu&Co. Si es artificial, ten cuidado con la humedad, y "asegúrate de que los sistemas de drenaje cumplen con su función. Además, deberás cepillar la suciedad de las fibras con regularidad, para que la tierra pueda absorber el agua fácilmente, y usar fungicidas frecuentemente, para evitar hongos". 

2/10 © Listone Giordano

2. Trata el suelo de madera

Los pavimentos de exterior están tratados para aguantar condiciones climatológicas adversas (agua, sol y suciedad). Así la colección Marine de Listone Giordano incorpora, por ejemplo, el acabado Outnature. Sin embargo, debido a los rigores de estas estaciones, es conveniente cuidarlos bien con aceites especiales, que formen una superficie repelente al agua y los haga más resistentes a la suciedad. La marca italiana también cuenta con un limpiador específico para suelos de madera ‘outdoor’.

3/10 © Focus

3. No abandones el porche

Ni lo uses para almacenar el mobiliario, a modo de trastero exterior. Una buena idea es guardar las plantas delicadas, para que estén más protegidas de las heladas, y dejar algunos muebles para usarlos los días más benignos del invierno. Eso sí, siempre abrigada y con una mantita, por si acaso. Una chimenea, como esta de Focus, será también una gran aliada en estos meses.

4/10 © Fernando Pozuelo

4. No renuncies a su encanto

Para sacar el máximo partido a este espacio, incluso a bajas temperaturas, debes llevar a cabo ciertas soluciones de diseño para generar ambientes confortables y con alto valor estético. “El invierno no es una época residual, hay que saber aprovechar lo que nos aporta esta estación y aprender a disfrutarlo protegidos del frío. Para ello, hay que poner en práctica técnicas que a nivel de estructura y zonificación permitan su correcto desarrollo: se pueden generar jardines de invierno en zonas orientadas al sur por ser más soleadas y estar más protegidas de los vientos”, apunta el paisajista Fernando Pozuelo.

5/10 © Abrisud

5. Míralo como una estancia exterior

Por delante tenemos muchos meses de frío, lluvia, heladas y fuertes vientos, pero eso no significa que no puedas disfrutar del jardín. Para ello, trátalo como una habitación más de la casa. Mantenlo limpio, retira las las hojas que han caído de los árboles, para impedir que se descompongan y se generen hongos; renueva la tierra para que tus plantas tengan más nutrientes y aguanten mejor el frío; protege tu piscina con un cobertor, como el Coverseal de Abrisud; apuesta por especies resistentes que den un toque de color, como las hortensias…

 

6/10 © Covet House

6. ¿Vacía o llena?

El 85% de los propietarios de piscina mantienen el agua de una temporada a otra. En función de su procedencia (pozo, tratada, de la sierra...) puede durar cuatro o cinco años, pero para mantenerla en óptimas condiciones es importante hacer un buen mantenimiento. "El primer paso consiste en realizar una limpieza exhaustiva, especialmente de las paredes y del vaso, para eliminar la presencia de algas, revisar la temperatura, que debe situarse por debajo de los 15 grados, y el nivel de pH (entre 7,2 y 7,6 puntos)", apuntan desde Abrisud

7/10 © Hisbalit

7. Agua siempre limpia

Para que tu piscina esté siempre lista, además de un revestimiento resistente, bello y antideslizante como el Aqualuxe de Hisbalit, es importante realizar un tratamiento de cloración de choque, para desinfectarla y que las impurezas orgánicas no sobrevivan a lo largo del invierno. "En zonas proclives a las heladas es recomendable que el agua quede siempre 5 cm por debajo de los 'skimmers' y vaciar el circuito y el motor, para evitar que se hielen. Además, es conveniente introducir algún elemento flotante circular como neumáticos o garrafas de al menos 5 litros –llenas de agua hasta la mitad–, para que cuando se produzcan temperaturas bajo cero, el agua helada no ejerza presión y agriete las paredes. En lugares con temperaturas más cálidas lo ideal es mantener el nivel del agua habitual y poner en funcionamiento la instalación hidráulica, al menos 2 o 3 horas semanales", aconsejan desde Abrisud

8/10 © Abrisud

8. A cubierto

¿Por qué no la tapamos? Si quieres una protección total contra las heladas, buscas mayor seguridad, especialmente si tienes niños o mascotas, y un mayor ahorro energético, no lo dudes y elige una cubierta, como esta de Abrisud. Su fácil mantenimiento hará que te olvides de la piscina hasta la primavera. 

 

9/10 © Lisa Sarah

9. ¿Y los muebles?

Cuando las temperaturas empiezan a bajar llega el momento de decidir qué hacer con los muebles de jardín. Puedes guardarlos en el garaje, usar fundas protectoras o dejar únicamente los que están bajo el porche o en una zona con techo, que los proteja de la lluvia y otras inclemencias del tiempo. Esta última opción es muy práctica para los días soleados que invitan a un desayuno o una comida al aire libre, aunque sea en pleno enero. 

10/10 © GandiaBlasco

10. Trata y protege el mobiliario

Antes de guardarlos o de dejarlos a la intemperie, es preciso que les hagas un mantenimiento, especialmente si son de madera (con aceite de teca al principio y al final de la temporada), o de hierro (un barniz protector o una pintura antioxidante), para que te duren bonitos más tiempo. Los de aluminio, como este de GandiaBlasco, no requieren ningún tratamiento especial. 

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