1/11 © Sharyn Cairns para Studio Griffiths

Luces, trucos y ¡acción! Empieza a rodar una película bien iluminada, la de tu casa. Vamos a aprender precisamente cómo usar los diferentes tipos de luz (sabiendo cuántos hay) para decorar correctamente y conseguir ambientes acogedores.

 

La luz natural, el gran básico

Existen tres tipos de iluminación o de luz que se deben combinar en un ambiente para lograr esa sensación de calidez y hogar que tanto deseamos para nuestra casa. Son general, funcional y ambiental. Iremos desgranando las claves de cada una, pero antes de meternos a hablar de esa iluminación que controlamos con un interruptor,  bien merece la pena recordar que la luz natural, la que llega a los interiores durante el día, es muy valiosa. Es la que concede amplitud a nuestra casa así que poténciala. No la entorpezcas. Matízala con cortinas y estores pero deja que llegue a cada rincón. Aprovecharla no solo es confortable para la vista, además te hará ahorrar en la factura.

Leer: Ventanas para llenar tu casa de luz

2/11 © Architecture for London con Liddicoat and Goldhill

Luz general, homogénea y de base

La iluminación general es como la que se encuentra de base en cada ambiente. Debe ser homogénea, lo que significa que ha de ser uniforme y no crear sombras. Se logra con las lámparas o focos de techo y sirve para ver en general en toda la estancia. Se debe usar para limpiar, buscar algo concreto en un lugar de la habitación, cuando se cae algo, si se accede un momento a coger determinado objeto… Para ver bien. Se enciende con un interruptor que en la mayoría de los casos se encuentra en la entrada a esa habitación.

 

Este tipo de luz general se sitúa en una zona alta, que suele ser el techo. No deslumbra y es la que se enciende cuando no hay luz natural suficiente.

Leer: Cómo y dónde lucir una de las lámparas con más likes de las redes

3/11 © Suzanna Scott Photography para Richardson Architects, Katie Martinez Interiors e Integrated Design Studio

Luz puntual o funcional, el complemento exacto

Este tipo de iluminación concentra la luz en un punto concreto de la habitación. Es la necesaria para llevar a cabo tareas concretas en las que se necesita ver mejor: leer, preparar la comida en la cocina, estudiar… Es una luz dirigida como la que da un flexo sobre una mesa de estudio, una lámpara de techo sobre el comedor, un foco sobre la encimera de la cocina…

4/11 © La Redoute Interieurs

Luz ambiental o decorativa para crear atmósfera

No es potente, más bien suave o sugerente y cálida (ahora veremos qué es el color de la luz). Genera una atmósfera agradable en la habitación, es íntima y se crea con varios puntos como lámparas de sobremesa o de suelo, también de pie. Incluso hay lámparas colgantes (en un rincón, por ejemplo) que se instalan con este efecto.

 

Su función es decorativa. Aquí encajan bien las lámparas de papel o con pantallas de cristal o cualquiera cuya pantalla sea escultórica y proyecte un bonito juego de luces y sombras. Puedes usarlas en varios puntos de una misma habitación. Es perfecta para ver una película en el salón. Sirve también para colocarla en un lugar intermedio entre uno con mucha luz y otro con menos, así hace de transición a la vista.

 

Otra de sus funciones principales es la de separar o marcar ambientes. Con ella puedes delimitar el estar del comedor y encender solo la luz ambiental del estar cuando no uses el ambiente contiguo.

Leer: Lámparas llenas de estilo para iluminar tu casa

5/11 © Rory Gardiner para Brosch Architects

Luces que marcan, destacan, enmarcan…

Hay luces llamadas de exposición que sirven para destacar un punto concreto como un cuadro. Es ese foco que se coloca para iluminarlo. Pero también hay un tipo de luz a medio camino entre esta y la de ambiente que sirve para iluminar el perímetro de una habitación en el techo con candieljas, destacar un mueble y potencia el efecto "suspendido" en la pared -como en esta imagen-, las luces cenitales… Generalmente se usan en este caso tiras o focos de pequeño tamaño led.

6/11 © La Redoute Interieurs

El color de la luz. ¿Qué es?

El color de la luz se refiere a luz cálida o fría. La primera relaja y es acogedora y la segunda es más para realizar tareas concretas que precisen de una luz clara. Generalmente la segunda se reserva para cocinas y baños pero decorativamente hablando esto tiene sus matices. Es cierto que puedes usarla en luz general, pero cocinas y baños son espacios que han cambiado mucho desde hace años. En ellos también se cuidan los detalles y la iluminación. En la cocina porque se hace vida familiar y se comparten momentos (muchas veces con office integrado) y en el baño porque queremos que sea un spa u oasis de relajación cuando el tiempo lo permite.

 

De hecho, hoy a estos dos tipos de colores de luces se ha añadido la luz neutra. Si la cálida es amarilla y la fría es azulada, la neutra se encuentra a medio camino entre ambas y suele ser la más usada cuando se precisa ver bien, más que la fría. En cocinas y baños tiene intensidad y sensación de limpieza pero no es tan fría como la azulada.

Leer: Una lámpara, un estilo: ideas para aportar un toque de luz a tu hogar

7/11 © La Redoute Interieurs

Los tipos de luz en el salón

Quizá sea la estancia más difícil de iluminar porque admite muchas opciones. Un truco que funciona es pensar que de las 4 esquinas que tiene una estancia, 3 deben estar iluminadas. Piensa también en zonas o miniambientes dentro del salón y cada uno debe tener su iluminación.

 

En el salón debe haber una luz general en el techo, mejor con focos repartido que en el centro, para evitar las sombras. Debe haber mucha luz ambiental o decorativa, muy cómoda para ver la televisión o en una reunión. Para ello usa lámparas de pie o de sobremesa. Mezcla diseños. Procura que esta iluminación quede a una altura media o baja en la estancia. Si tienes una butaca en la que leer, debes colocar un foco con luz puntual. Es útil que las lámparas incorporen sistemas de regulación de luz para controlar su intensidad según el momento.

Leer: La importancia de la iluminación en la decoración de tu salón

8/11 © Studio Lisa Bengtsson

¿Cómo iluminar el comedor?

Una o varias lámparas de techo son la opción perfecta para iluminar el comedor. Debe caer sobre la mesa, en el centro desde el techo o en varios puntos, en función de la forma y tamaño de la mesa de comedor. Una mesa redonda o cuadrada debe tener un punto o varios en el centro. Las mesas rectangulares son las que aceptan también varios puntos separados. En el caso de que cuelgues varios lámparas, combina alturas. 

 

En el comedor también puedes llevcar una lámpara de pie con brazo que caiga en el centro de la mesa o un foco de pared con brazo para lograr el mismo efecto. Si cuentas con un aparador cerca, una lámpara de sobremesa es la opción ideal para crear ambiente y evitar una zona muy iluminada y otroa oscura.

Leer: 20 comedores que tienes que ver antes de decorar el tuyo

9/11 © Architecture for London

Iluminar bien la cocina

Funcionalidad. Esa es la clave de la iluminación de la cocina. Se necesita luz general de techo y luz puntual sobre la zona de trabajo (generalmente a través de focos instalados en la parte baja de los módulos altos). Muchas veces la luz puntual se resuelve sobre una isla de cocina o zona de barra con focos colgantes desde el techo.

 

Pero en la cocina también la luz decorativa ha ganado puestos. Es la que sale de una vitrina a través de las puertas de cristal. También se cuida la iluminación sobre la zona de office, sea una barra o una mesa.

Leer: 12 claves para iluminar tu cocina que harán que tus platos brillen y tú te sientas segura y cómoda

10/11 © Morris en Gancedo

La iluminación del dormitorio

Aquí es la luz puntual y ambiental la que más destaca, en función de las rutinas que suelas llevar a cabo en el dormitorio. La luz general es la menos usada ya que aquí se debe crear una atmósfera que invite a la relajación y al descanso, de ahí que sea tenue y ambiental. La más puntual es la que queda en la zona de armarios, para ver bien el interior (puede estar en el exterior o integrada dentro del armario).

 

Se soluciona con una luz general para cuando se precisa que no es tan potente como en otros ambientes. Puede resolverse con una bonita lámpara de techo central, focos repartido o una línea en la zona del cabecero. No pueden faltar las luces sobre la mesita de noche ya sean más decorativas o puntuales si se usan para leer.

Leer: Cómo iluminar el dormitorio para dormir, desconectar e, incluso, trabajar mejor

11/11 © Romello Pereira

La iluminación en el cuarto de baño

Esta estancia también merece una especial atención puesto que ha cambiado el concepto de las tareas que aquí se realizan. Ahora, además de la iluminación general, se piensa en crear una zona de luz en la ducha o bañera, más sugerente, para favorecer la relajación. Es importante que cada tipo de luz de cada zona se puede accionar de manera independiente, lo que hará que ahorres en la factura. Así, el frente del lavabo debe tener una iluminación puntual que favorezca maquillarse o afeitarse. Aquí se usan los focos (que nunca deben apuntar a la cara para no deslumbrar) y espejos retroiluminados. Pero también se juega mucho con luces que crean atmósfera, instaladas bajo el mueble del lavabo o en estantes, también en el techo en candilejas.

Leer: Cómo iluminar correctamente cada zona del cuarto de baño

Más sobre: