La propiedad del actor, que incluye más de 100 metros cuadrados de playa virgen, alberga una casa principal con cinco dormitorios, un pabellón de yoga y dos residencias de invitados. Todas las construcciones mantienen una conexión directa con el exterior, diluyendo las fronteras visuales entre ambos, mediante grandes ventanales que actúan como tabiques y el mismo estilo decorativo. Distribuida en dos plantas, en el salón-comedor, de 92 metros cuadrados, se ha optado por una decoración fresca y poco recargada, con muebles de madera y tapicerías en azul, que evocan el océano.