Los muebles suspendidos se han convertido en una de las soluciones más elegantes y funcionales en decoración actual. Y lo se limitan solo a aportar estilo y funcionalidad a espacios pequeños. Estos muebles aportan ligereza visual, ayudan a mantener el orden y a ganar sensación de amplitud. Y todo sin renunciar al almacenaje.
Para ti que te gusta
Lee 5 contenidos gratis al mes con solo registrarte
TIENES ACCESO A 5 CONTENIDOS DE CADA MES POR ESTAR REGISTRADO.
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Contar con muebles suspendidos no es solo una cuestión de estilo, sino que también reducen el ruido visual. Ya sea en el recibidor, en el baño o en el dormitorio, cada pieza flotante redefine la forma en que la luz y el espacio se perciben. Con esta tendencia, tu casa gana ligereza, funcionalidad y una estética contemporánea que nunca pasa de moda. Si buscas una casa más despejada, moderna y práctica, estas nueve ideas te inspirarán para aplicarla en cada rincón.
El recibidor es la primera impresión de tu casa. Y define cómo se verá el resto de tu casa. Así, una consola suspendida puede transformar el espacio por completo. Al no tener patas, libera el suelo y crea una sensación inmediata de mayor amplitud. Es la mejor opción para espacios estrechos o pasillos.
Hay modelos con cajones, ideales para guardar las llaves, la correspondencia o incluso pequeños accesorios, mientras sus líneas limpias transmiten un toque moderno y actual. Apuesta por un acabado lacado blanco o en madera clara, que hará que la pieza se funda con la pared, logrando una mayor sensación de ligereza sin renunciar al estilo.
El pasillo suele ser una zona complicada, pero un zapatero suspendido es la solución perfecta para mantener el orden sin restar espacio. Su instalación en la pared permite limpiar fácilmente por debajo y evita obstáculos al pasar, algo fundamental en zonas de tránsito.
Puedes elegirlos con puertas abatibles o de apertura push, que ofrecen un diseño limpio y equilibrado sin renunciar al almacenaje. Puedes elegirlo en tonos neutros o con frentes texturizados, dependiendo de si quieres que su presencia sea más ligera o aporte un look más actual.
Si hay un mueble ideal para cualquier dormitorio pequeño, donde cada centímetro cuenta, son las mesitas flotantes. Este tipo de muebles permiten disponer de una superficie de apoyo sin recargar la estancia.
Puedes poner sobre ellas una lámpara ligera, aunque si quieres liberar el espacio un poco más, te recomendamos una lámpara colgante. Si incluyen un cajón, ganarás espacio para guardar lo imprescindible —desde libros hasta el cargador del móvil— sin necesidad de ocupar más volumen. Gracias a su diseño suspendido, no solo la limpieza del suelo es más práctica, sino que la sensación de amplitud en el dormitorio también será mayor.
Mueble de salón suspendido, la mejor opción para un estar mini
Cuando el salón es pequeño, elegir un mueble suspendido para enmarcar la televisión puede marcar la diferencia, aunque la coloques colgada de la pared. Este tipo de mobiliario despeja visualmente el espacio y proporciona espacio de almacenamiento para cables, consolas o libros. Además, ayuda a mantener una estética ligera.
Y no hace falta que sea un mueble de gran tamaño. De hecho, es mejor apostar por una pieza de fondo estrecho, que enmarque la zona sin ocupar espacio. Así evitarás golpes innecesarios y tendrás un poco de almacenaje. Puedes apostar por un acabado continuo en toda la pared, de manera que la sensación de profundidad sea mayor.
Sea pequeño o grande, un baño siempre se beneficiará de la presencia de un mueble flotante. Aportan varias ventajas: facilitan la limpieza y dan sensación de amplitud. Además, no renuncian al almacenaje.
Su diseño, alejado del suelo, deja ver más superficie de pared y de pavimento, lo que hace que el espacio se perciba más luminoso. Los modelos con lavabo integrado y cajones profundos ofrecen amplio almacenaje para toallas y productos de aseo. Un consejo: añade iluminación LED bajo el mueble y aumentará aún más la sensación de ligereza.
Las cocinas modernas ganan funcionalidad cuando incorporan una cómoda zona de desayunos. Una buena idea es adosar una pequeña barra flotante a la isla principal. Este recurso crea una zona perfecta para una comida rápida sin restar espacio de trabajo.
Al estar algo separada de la isla, tendrás espacio para que los taburetes no se ocupen más espacio del necesario, pero también para poder sentarse cómodamente y tener espacio para las piernas sin chocarse con la isla.
Escritorio suspendido: una solución práctica en casa
Para quienes trabajan de forma ocasional desde casa, un escritorio flotante es el aliado ideal. Ocupa lo justo y necesario, y desaparece visualmente cuando no se utiliza. Puede colocarse en cualquier rincón del salón o del dormitorio, incluso bajo una ventana o en una pared libre.
Los modelos abatibles permiten ocultar el espacio de trabajo y mantener el orden con un simple gesto. Elige un modelo en madera clara o en acabado mate para que su presencia transmita serenidad y funcionalidad.
Si no tienes espacio en el dormitorio, una buena idea es aprovechar el espacio bajo la ventana con un mueble suspendido. Puedes aprovecharlo a modo de tocador o como superficie para decorar la habitación. Esta idea ofrece una zona para maquillarte o peinarte cómoda y luminosa sin recargar la habitación.
Añade un espejo redondo, una lámpara de sobremesa discreta y una silla ligera para completar el conjunto. La ausencia de patas deja el suelo despejado, evitando que el dormitorio se vea saturado y aportando continuidad visual con el resto del dormitorio. Con unos pequeños cajones tendrás espacio para guardar cosméticos o joyas, sin perder elegancia.
910
Estantería con módulos y escritorio flotante
En la actualidad, donde los pisos cada vez tienen menos metros y la necesidad de contar con espacios multifuncionales es una necesidad, los muebles modulares suspendidos son una solución flexible. Una estantería combinada con armarios superiores y un escritorio inferior flotante permite crear una zona multifuncional perfecta para el salón.
Este tipo de composición integra almacenaje, orden y espacio de trabajo en un solo frente, evitando la sensación de amontonamiento. A nivel estético, los módulos suspendidos aportan ritmo y equilibrio, especialmente cuando alternan huecos abiertos con puertas cerradas.
El espacio de almacenaje es una necesidad en todos los pisos, especialmente si son pequeños. Y, aunque pienses que tu pasillo no tiene muchas posibilidades, lo cierto es que si miras al techo puedes encontrar que cuentas con un espacio de almacenaje desaprovechado. Una solución sencilla y muy práctica para el pasillo es instalar una balda flotante con escuadras.
Esta propuesta es perfecta para guardar esas cosas que no usas con frecuencia, pero tienes que ser cuidadoso con el tipo de almacenaje que eliges. Unas cajas o cestas iguales son la mejor opción para que la sensación de orden no se vea sacrificada.
