Decoración sostenible

Enrique Moreno, arquitecto: “Si queremos hogares que cuiden de nuestra salud, debemos empezar por elegir barnices y pinturas libres de tóxicos”


Durante décadas convivimos sin saberlo con tóxicos en paredes y muebles. Ahora, arquitectos como Enrique Moreno impulsan un cambio hacia materiales más limpios y respetuosos con nuestra salud


Trtrato del arquitecto Enrique Moreno© ArquiNatura
5 de noviembre de 2025 - 18:31 CET

El auge de la industria petroquímica a partir de mediados del siglo XX transformó profundamente los materiales empleados en la construcción. Pinturas, barnices y pegamentos comenzaron a formularse con derivados del petróleo y una amplia gama de aditivos químicos que, aunque aportaban resistencia y bajo coste, también introdujeron un problema silencioso: la liberación de tóxicos en los espacios interiores. Estos contaminantes no solo afectan al medio ambiente durante su producción y desecho, sino que continúan emitiéndose en los hogares, comprometiendo la calidad del aire que respiramos.

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El arquitecto Enrique Moreno, fundador del estudio ArquiNatura (www.arquinatura.info) y especialista en crear espacios saludables, advierte que “frente a este panorama, surge la necesidad de repensar los materiales y apostar por barnices y pinturas libres de tóxicos, capaces de garantizar entornos más seguros, saludables y sostenibles”. 

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© María Pujol

Los tóxicos invisibles que (quizá) respiras en casa

En muchas pinturas, barnices o pegamentos se esconden sustancias que pueden ser dañinas tanto para la salud como para el medio ambiente. Entre ellas se encuentran los llamados compuestos orgánicos volátiles (COVs), como el formaldehído o el benceno, además de metales pesados como plomo o cadmio, y otros aditivos como ftalatos o isocianatos. Estos químicos no son inocuos: algunos están relacionados con problemas respiratorios, alteraciones hormonales, alergias, e incluso con ciertos tipos de cáncer. “Lo preocupante es que no solo afectan durante su fabricación o desecho, sino que siguen liberando partículas en el aire de nuestros hogares durante años”, nos dice Enrique. 

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© Claire Rendall / Unsplash

Fuentes más comunes de exposición a tóxicos

Enrique ofrece estas cifras: en la mayoría de los hogares, las paredes representan alrededor del 60% de la superficie de acabados, el techo y el suelo un 15%, y los muebles apenas un 10%.

Si pensamos en ello, basta con fijarnos en la pintura para darnos cuenta de su enorme impacto. Solo este elemento cubre la mayor parte de las superficies interiores, de modo que cualquier sustancia tóxica presente en ella se convierte en la principal fuente de exposición dentro de casa. Dicho de otro modo: al elegir pinturas saludables, estamos actuando sobre la mayor parte de los acabados de nuestro hogar, lo que supone una mejora significativa en la calidad del aire que respiramos cada día.

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© Juan Luis Campoy

Cómo son las pinturas verdaderamente ecológicas

En el caso de las pinturas de pared es importante evitar las sustancias tóxicas que hemos explicado antes, que ya están reconocidas como peligrosas por la comunidad científica. 

“Es fundamental saber que la pintura acrílica al agua significa que su principal disolvente es agua, pero eso no implica que no contenga otros solventes y aditivos. Mientras que una pintura etiquetada como ecológica contiene menos de 10 g/l de COVs, no contiene metales pesados, derivados del PVC, biocidas agresivos, ftalatos, amoníaco, etilenglicoles, bisfenoles, isocianatos…”, aclara el experto.

Estamos viendo la cocina de un proyecto que firma Arquitectura Sana y con interiorismo de A-tipic Biointeriors, empresas que se decidieron por una pintura mineral de la firma Keim.

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© Adobe Stock

¿Qué hay de las pinturas y barnices para exteriores?

En el caso de los productos para exteriores, la normativa europea es más permisiva que en interiores, ya que se entiende que al aplicarse al aire libre la ventilación reduce la exposición directa. Así, la directiva 2004/42/CE establece desde 2010 un límite de 30 g/l de COVs para pinturas interiores mate, mientras que en exteriores permite hasta 40 g/l.

Sin embargo, esto no significa que debamos conformarnos con productos más contaminantes. “Podemos encontrar igualmente acabados de alta calidad para exteriores que no contienen tóxicos”, subraya Enrique, lo que demuestra que es posible proteger y embellecer fachadas o carpinterías sin comprometer la salud.

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© Hauka

Reducir tóxicos en casa pasa también por seleccionar bien muebles y suelos

Los barnices y pegamentos que se utilizan en muebles y suelos son otra fuente importante de tóxicos en el hogar. Muchos barnices para madera se elaboran a base de poliuretano, lo que implica la presencia de isocianatos y compuestos orgánicos volátiles (COVs). Incluso aquellos que se presentan como ‘al agua’ o basados en aceites pueden contener sustancias químicas dañinas similares. En el caso de los pegamentos, lo habitual es que incluyan formaldehído, resinas epoxi, bisfenoles, plastificantes o isocianatos. Existen excepciones, como la cola blanca, que suele ser de baja toxicidad, salvo en personas sensibles al acetato de vinilo.

Por este motivo, resulta más saludable elegir madera maciza o tableros alistonados, que requieren menos adhesivos. En cambio, los tableros aglomerados concentran una mayor proporción de colas y resinas. Eso sí, “cuando estos tableros tienen los cantos sellados o están lacados, la emisión de sustancias al ambiente interior se reduce de manera significativa, lo que ayuda a minimizar la exposición”, comenta el arquitecto. En la propuesta, muebles de cocina de la firma Hauka fabricados a base de madera recuperada de antiguas edificaciones.

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© Wagner

Los picos de liberación de compuestos nocivos

En los espacios interiores, distintos factores influyen en la cantidad de sustancias tóxicas que respiramos cuando usamos pinturas, barnices o pegamentos que emiten sustancias tóxicas. Estos son los más relevantes:

  • Pico de exposición: el momento de mayor riesgo se produce durante la aplicación de estos productos, en el proceso de secado y también al desembalar muebles nuevos.
  • Temperatura: cuanto más alta es la temperatura ambiental, mayor es la emisión de compuestos nocivos desde los materiales porque el calor acelera la liberación de vapores al aire.

Enrique cuenta que la medida más eficaz para reducir la concentración de tóxicos en el aire es ventilar bien los espacios.

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© Ono Kosuki / Pexels

Cómo identificar pinturas y barnices realmente saludables

¿Consejos de compra? A la hora de elegir una pintura o un barniz, no siempre resulta sencillo saber si un producto es realmente saludable o ecológico. En los envases suele aparecer el contenido total de compuestos orgánicos volátiles (COVs) y otras sustancias peligrosas, aunque muchas veces en letra pequeña y difícil de localizar. También es posible consultar la ficha técnica o la hoja de datos de seguridad, que normalmente se pueden descargar en la web del fabricante.

Lo más ágil cuando estamos en una tienda y queremos comprar un producto es fijarnos en si existen etiquetas de certificaciones reconocibles en el envase”, explica Enrique. Estas, como Ecolabel o el sello A+ de Émissions Dans l’Air Intérieur, facilitan la elección y nos permiten identificar de un vistazo qué productos son más seguros para la salud y el medio ambiente.

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© Milena Villalba para Estudi El Fil Verd

Opciones naturales para pintar y tratar la madera en casa

Si pensamos en la salud de las personas y del planeta, la mejor opción es recuperar las pinturas minerales que la humanidad utilizó durante siglos antes de la llegada de las acrílicas. Su base suele ser cal (hidróxido de calcio) o silicato de potasio, lo que les aporta un pH alto, transpirabilidad y una composición natural. “Me parecen muy interesantes por su calidad y por la seguridad que ofrecen productos como la pintura de cal de Com-Cal o ‘Innotop’ de Keim”, explica el fundador de ArquiNatura. Aunque no siempre se encuentran en grandes superficies, es sencillo contactar con los fabricantes para localizar distribución. También existen alternativas más accesibles, como la línea ‘Biocalce’ de Kerakoll, igualmente con base mineral. 

Estamos viendo un proyecto de El Fil Verd, en concreto la zona de salón y comedor, estudio de arquitectura que ha apostado por pintura de pared de Com-cal.

Para la madera, Enrique recomienda sustituir el clásico aceite de linaza por opciones más modernas y naturales, como el aceite de cera dura de Kreidezeit, elaborado con ceras y aceites vegetales.

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© Leroy Merlin

Pinturas ecológicas: la solución práctica para muros ya pintados

Cuando se trata de reformas, la situación cambia. Pintar sobre una pared ya cubierta con acrílico puede dificultar la adherencia de las pinturas minerales y, además, el muro ha perdido parte de su transpirabilidad. Como explica Enrique, en estos casos puede tener sentido recurrir a pinturas acrílicas ecológicas con un contenido muy bajo de COVs. Ejemplos son ‘SM 70’ de Tkrom o la pintura acrílica de Com-Cal, que permiten renovar espacios reduciendo al mínimo la emisión de sustancias nocivas.

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© Spacejoy / Unsplash

Un problema silencioso del que casi nadie habla

A pesar de la magnitud del problema, la mayoría de la gente sigue sin ser consciente de estos riesgos. “Muy a menudo soy yo quien tiene que explicar a los clientes qué esconden estos productos y cómo pueden afectar a su salud”, comparte el arquitecto especializado en crear interiores saludables. 

En las últimas décadas, hemos transformado nuestro entorno y nuestro estilo de vida de tal manera que, sin darnos cuenta, hemos aumentado la exposición a sustancias que pueden enfermarnos. Cuando vemos que en 2023 las principales causas de muerte en EE. UU. fueron el infarto de miocardio (29%) y el cáncer (27%), según el Centers for Disease Control and Prevention (CDC), no podemos desligarlo de la exposición cotidiana a contaminantes. Aunque factores como dieta, tabaco o sedentarismo también influyen, vivir en casas que liberan tóxicos invisibles al aire multiplica el riesgo.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.