Interiorismo

Esta casa en Girona es el refugio de fin de semana que todos desearíamos tener


El estilo 'slow' se apodera de esta vivienda, cuyo interiorismo firma D’Aussy Interiors, creando espacios en calma con materiales naturales y colores cálidos, conectados con el exterior, a través de sus muros de cristal.


Salón con chimenea, abierto al rincón de lectura, vigas de madera, ventanales con salida al jardín, mesa de centro de madera, butacas de lona blancas, cortinas beiges, aparador de madera © Stella Rotger
26 de septiembre de 2025 - 13:10 CEST

Situada en un pueblo del Empordà (Girona), esta casa tiene todo lo que siempre hemos querido para nuestro hogar. Es de una sola planta, por lo que evitamos subir escaleras ahora y hace que podamos disfrutarla también de mayores; sus tabiques son de cristal, lo que la comunica con el exterior y logra que nos sintamos en plena naturaleza, y en el interior sus colores y los materiales encarnan un estilo de vida mediterráneo relajado. 

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De nueva construcción, el proyecto es fruto de la colaboración entre el arquitecto Damián Ribas y la interiorista Clara Joly D’Aussy, fundadora del estudio D’Aussy Interiors. Un binomio bien avenido que ha conseguido que la arquitectura y el interiorismo se integren en el paisaje natural

La vivienda se desarrolla en una planta baja con sótano, compuesta por dos volúmenes rectangulares (zona de día y de noche),  unidos por un cuerpo central de acceso. Esta disposición genera patios intermedios, que permiten la entrada de luz natural, incluso al sótano, estableciendo un diálogo constante entre interior y exterior y desdibujando sus límites.

© Stella Rotger

Punto de encuentro

Se trata de una segunda residencia. Pero no de una vivienda vacacional al uso, ya que sus propietarios, una familia con hijos pequeños, viven separados entre semana. Así, una parte de ellos reside y trabaja en Barcelona y otros lo hacen en Girona, lo que la convierte en un lugar donde reencontrarse, desconectar y, al mismo tiempo, mantenerse cerca del día a día.

La zona de día destaca por su conexión con el exterior y por sus techos inclinados de madera pintados en un tono blanco roto, que aportan amplitud y luminosidad. Salón, comedor y cocina diseñan un espacio único, abierto sin barreras. El estar, corazón de la vivienda, se convierte en un lugar envolvente, gracias a su chimenea frente al sofá de lino, flanqueada por grandes ventanales, que favorecen la entrada de luz natural y la ventilación cruzada.

© Stella Rotger

Zona de trabajo

Dos escalones son suficientes para crear un ambiente independiente dentro de ese espacio común, que forman salón, comedor y cocina. Esta zona de trabajo, ligeramente elevada, puede hacer las veces de rincón de lectura o de estudio, ya que cuenta con todo lo necesario y posee esa atmósfera tranquila que necesitas para leer o estudiar. 

Sus paredes se han forrado con estanterías en madera de roble, cuidadosamente decoradas con piezas cerámicas y objetos blancos, que aportan un sutil contraste cromático y refuerzan la calma visual del conjunto.

© Stella Rotger

Comedor con mesa redonda

El comedor, por su parte, apuesta por la sencillez. Así, cuenta con una mesa blanca con sillas de ratán, sobre la que se ha situado una gran lámpara de papel de arroz, que aporta ligereza visual y frescura al conjunto. 

Para facilitar la convivencia y mantener esa sensación de tranquilidad, se ha elegido un diseño redondo, que no resta metros y ofrece asiento para cuatro personas.  

© Stella Rotger

Cocina abierta en L

En un extremo de esta estancia única, donde el suelo de madera ayuda a la sensación de conjunto, se encuentra la cocina. En forma de L, se presenta como un espacio funcional y estéticamente ligero, con armarios blancos y baldas de madera clara, que se fusionan en el ambiente. 

 La isla central con taburetes de madera rompe la monocromía y añade calidez al ambiente. Al mismo tiempo, establece los límites entre la cocina y el comedor y ofrece una zona idónea para desayunos o comidas informales

© Stella Rotger

Alrededor de la isla

Todo en esta vivienda busca la calma y favorece una vida tranquila. Los materiales y los colores naturales son esenciales para crear esta atmósfera mediterránea, donde las prisas y el estrés se aparcan fuera. 

El proyecto apuesta por el 'slow living', una filosofía de vida que habla de disfrutar de cada momento y de las pequeñas cosas y de dedicarle a cada tarea el tiempo necesario. Por eso, rincones como la isla de cocina son una invitación a la convivencia, a preparar recetas o galletas los domingos por la mañana y a tomarse un café a primera hora, cuando todos aún duermen. Aquí, todo parece ir más lento. 

© Stella Rotger

Dormitorio con baño

La zona de noche de esta vivienda del Empordà es una invitación al descanso. Los dormitorios, con mobiliario minimalista diseñado a medida por D’Aussy Interiors, cuentan con salida directa al jardín, lo que establece estrechos vínculos con el entorno y permite que se cuele dentro en cualquier momento del día. 

El cabecero de obra integrado, con mesitas de noche a modo de hornacina y las cortinas de tejidos naturales, de suelo a techo, refuerzan la estética serena del proyecto. 

© Stella Rotger

A favor del descanso

El proyecto arquitectónico, llevado a cabo por Damián Ribas, se apoya en materiales nobles y de proximidad, como piedra con junta seca, toba catalana, mortero de cal, microcemento rústico, madera de roble y detalles metálicos en negro.

La intervención de D’Aussy Interiors realza esa base arquitectónica con un lenguaje mediterráneo, cálido y atemporal. “Seleccionamos materiales auténticos y sostenibles: maderas recicladas, metales variados, cerámica, papel y tejidos naturales, como lino o algodón. Todo pensado para crear una atmósfera acogedora y funcional, sin artificios”, añade la interiorista. Esta selección hace que la zona de noche respire calma y sea propicia para el descanso. 

© Stella Rotger

Baño de esencia mediterránea

Todas las estancias de esta vivienda del Empordà siguen la misma línea decorativa, logrando crear unidad y sensación de conjunto. Sin olvidar la esencia mediterránea, que se cuela también en los baños, de manera sutil y fresca. 

Sus colores y materiales se alían con una distribución cómoda, con la ducha separada por un medio murete con la parte superior en cristal y con el mueble bajolavabo y el sanitario suspendidos, lo que aligera el peso visual del espacio. Además, la luz natural vuelve a tener un papel protagonista. 

© Stella Rotger

Integrada en el paisaje

El jardín, de vegetación autóctona, prolonga el interior hacia el exterior con naturalidad, logrando conectar ambos espacios, a través de los muros de cristal y un proyecto de interiorismo a medida.

Para convertir los espacios al aire libre en lugares para disfrutar y vivir, se diseñaron distintas zonas. Una de comedor, otra de estar y de relax, aprovechando el sol y protegiéndose del viento de tramontana. El mobiliario elegido para estos espacios exteriores está en consonancia con el del interior (materiales y tejidos naturales y colores claros), de forma que se integra tanto en el paisaje como en la propia vivienda. 

© Stella Rotger

Zona de 'chill out'

Siguiendo la misma filosofía de confort relajado, se ha creado un gran porche con zona 'chill out'

Situada junto a la piscina y con camas de obra con mullidos cojines bajo una pérgola de cañizo que filtra la luz, este lugar es perfecto para secarse después de un chapuzón, alargar la sobremesa, echarse la siesta, leer o dejar pasar el tiempo sin hacer nada. 

© Stella Rotger

Los domingos al sol

Este estilo de vida 'slowse siente en cada rincón y gestoPor eso, abrir las puertas del dormitorio y sacar la silla al jardín, para disfrutar de la tranquilidad del entorno, es toda una declaración de principios. 

Una imagen que nos trae inmediatamente la imagen de un pueblo o de un barrio en los años 70, cuando los vecinos tomaban el fresco delante de su casa. Detalles que nos conectan con un ambiente amigable y cercano y hacen que nos sintamos bien. 

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.