En pleno corazón del Empordà, a solo unos minutos de Pals, se levanta una casa rodeada de un entorno natural espectacular, perfecta para desconectar y disfrutar de fines de semana y vacaciones. La vivienda, proyectada por el arquitecto Damián Ribas, cuenta con 135 m² en una sola planta y una distribución que lo tiene todo: una zona de día diáfana, luminosa y abierta al exterior, y una zona de noche más íntima con tres dormitorios, dos baños y un despacho con vistas a un patio interior.
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La base arquitectónica era estupenda, pero los propietarios sentían que los espacios pedían calidez y personalidad. Por eso recurrieron al equipo de Molins Design, que ya había intervenido en otra de sus viviendas y con quienes habían quedado encantados, para transformar la casa en un auténtico refugio mediterráneo. El estudio diseñó tanto el interior como el exterior, con muebles, textiles y complementos que dialogan con la luz y la vegetación de la Costa Brava. El resultado es un hogar elegante y acogedor, pensado para disfrutarse todo el año. ¡Lo vemos!
El recibidor es un espacio abierto a la cocina, que queda delimitada a través de una península que sirve como barra desayunos. Para este primer ambiente, los interioristas eligieron una consola rústica de madera y una gran cesta de fibra, elementos que ponen untoquecercano y hogareño en la decoración.
Esta conexión entre espacios –potenciada por un pavimento continuo de microcemento– hace que todo se vea más amplio y acogedor.
La cocina no es muy grande, pero cada detalle está pensado para que el espacio sea cómodo, luminoso y lleno de vida, un rincón en el que apetece pasar tiempo, ya sea cocinando o simplemente disfrutando del ambiente.
La península, a modo de mostrador, funciona como pasaplatos y también como zona de almacenaje, así que todo queda a mano y sin complicaciones. Sobre ella, tres lámparas colgantes en tono antracita de la firma Aromas aportan un toque elegante y encajan a la perfección con el resto de la decoración.
Una mesa redonda de madera maciza preside el comedor. Es práctica, cercana y perfecta para que las conversaciones fluyan sin esquinas de por medio. Las sillas negras, que viajaron desde la anterior vivienda de los propietarios, aportan ese contraste moderno que da fuerza al conjunto. Y sobre todo, la lámpara de gran formato en metal y piel, suspendida justo en el centro, termina de dar al espacio un aire elegante y con mucha presencia.
Junto a la cocina y complementando el comedor, se ha colocado un gran mueble a medida en roble lacado que da continuidad al espacio y multiplica la capacidad de almacenamiento. Aquí caben vajillas, una pequeña nevera de vinos e incluso un armario para los utensilios de limpieza, todo organizado y accesible.
La pared central entre los módulos altos se ha tapizado con un papel pintado de la firma Yutes en tono beis, con textura, que pone una dosis extra de calidez.
El salón es el auténtico corazón de la vivienda: un espacio cálido y envolvente, diseñado para compartir y descansar. A pesar de no ser de grandes dimensiones, su distribución y la selección de piezas de mobiliario lo convierten en un ambiente acogedor de estilo mediterráneo.
Cada elemento está pensado para sumar: un gran sofá en forma de L, tapizado en lino y algodón, refuerza la sensación de refugio íntimo y relajante; una alfombra hecha a medida en fibras de sisal y lana añade textura y calidez, y las mesas de centro de madera maciza y cristal negro, igual que las lámparas, le dan un toque moderno.
Desde aquí se disfruta de la luz del exterior y del calor del fuego. Es un punto del salón que invita a tumbarse, charlar o simplemente quedarse contemplando las vistas.
Si hay que trabajar, que sea en un despacho como este
El equipo de Molins Design aprovechó una zona ampliada del distribuidor con vistas al patio interior para ubicar un despacho. El mobiliario de aire rústico, junto con los materiales elegidos, hacen que todo se sienta coherente con el resto de la vivienda.
Es cómodo, funcional y la luz natural y las vistas al olivo contribuyen a crear un ambiente sereno y relajado, un lugar ideal para concentrarse en el ordenador, organizar papeles o sentarse a leer.
Concebido tipo suite, es un espacio amplio y luminoso, que transmite tranquilidad. Los techos altos con vigas de madera en tonos claros le dan ligereza y verticalidad, muy en el estilo mediterráneo que recorre toda la casa.
Uno de los elementos que da carácter a la habitación es el gran cuadro que recuerda un viaje de los propietarios a África, y que inspiró la paleta cromática en tonos tierra, marrones y beis que marca la decoración. El mobiliario combina una base neutra con detalles de madera oscura y textiles de calidad. Cojines de piel, ropa de cama de Portugal Natura y una manta de mohair de Mantas Ezcaray hacen que todo el dormitorio sea elegante, acogedor y con un toque muy personal.
Un mueble a medida separa la zona de descanso del resto. La zona de vestidor se organizó con dos armarios en L, y el baño cuenta con un mueble de obra con estantes abiertos donde se colocan cestas de fibra para los productos de aseo.
En esta casa, las visitas siempre se sienten como parte de la familia… y más aún cuando ven la habitación que les tienen preparada. Su decoración mezcla el estilo mediterráneo con detalles modernos yun atrevido contraste cromáticoen blanco, negro y rojo, que se aprecia en el cabecero, la ropa de cama y las mesitas de noche. Como toque práctico y original, una escalera hace las veces de galán de noche.
Los propietarios querían una habitación para sus tres hijos. Así que, para aprovechar al máximo el espacio, Molins Design diseñó una litera en perpendicular que permite que cada niño tenga su cama y deja espacio libre para que puedan moverse y jugar. El toque alegre y dinámico lo pone la ropa de cama: textiles de rayas en vivos colores que llenan la estancia de energía y vitalidad.
El jardín es, sin duda, uno de los espacios favoritos de los propietarios. Pensado como una extensión natural del interior, combina sencillez, elegancia y funcionalidad, con ese estilo mediterráneo que se respira en toda la casa. Está organizado en distintos ambientes: hay zonas para descansar, leer, comer al aire libre y un solárium con tumbonas alrededor de la piscina para aprovechar el sol de la Costa Brava.