El suelo como lienzo: los mosaicos Nolla y los hidráulicos vuelven a ser tendencia por su potente gráfica


Al alto valor estético de estos pavimentos, que dota de carácter a los interiores, se suma su cuidada fabricación artesanal. Son la prueba de que lo auténtico siempre encuentra su momento.


Salón presidido por un cuadro de color amarillo y negro© Santiago Garcés / YLAB Arquitectos
13 de agosto de 2025 - 14:00 CEST

En el diseño de interiores, el suelo ha dejado de ser un mero soporte para convertirse en protagonista. Los mosaicos hidráulicos y los pavimentos Nolla resurgen con fuerza, reivindicando su valor estético y artesanal. Además, son piezas gráficas cargadas de historia cuya presencia no solo embellece, sino que imprime personalidad, convirtiendo cada estancia en una obra de arte habitable. Otro gran aliciente para apostar por ellos es que son materiales de proximidad y de fabricación artesanal. ¡Lo vemos!

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© © Carles Enrich Studio

Dos estilos, una misma pasión por el detalle

Los suelos hidráulicos y Nolla comparten belleza, pero no ADN. En el caso de los primeros, con sus patrones geométricos y vibrantes colores, son herederos de una tradición mediterránea que se reinventa. Fabricados a mano, sin cocción, la base de estas baldosas son el cemento, la arena y los pigmentos minerales y los formatos suelen ser de 20 x 20 cm. En la propuesta Carles Enrich Studio selecciona hidráulicos de la firma mallorquina Huguet.

Por su parte, el mosaico Nolla lo popularizó Miguel Nolla en el siglo XIX y son composiciones realizadas con pequeñas piezas de gres de colores, formando diseños de estética atractiva y vistosa (los más habituales de 5 x 5 o 10 x 10 cm). A diferencia del hidráulico, por lo general el Nolla apuesta por la precisión geométrica y una paleta de color más contenida.

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© © Ignasi Rodríguez para Vania Gaetti

¿De otra época?

Los mosaicos hidráulicos y los pavimentos Nolla fueron el máximo exponente del modernismo. Con sus composiciones geométricas y cromáticas, definieron la estética de una época que apostaba por la belleza en cada rincón y la autenticidad, pues su fabricación es artesanal. 

Hoy, más de un siglo después, siguen plenamente vigentes, reclamando su lugar en interiores contemporáneos con la misma fuerza gráfica y carácter que los hizo eternos.

Estamos viendo un piso reformado por la arquitecta Vania Gaetti, quien ha sabido significar su historia rescatando las piezas de mosaicos de Nolla, restaurándolas. 

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© © Santiago Garcés para YLAB Arquitectos

Pavimentos que aguantan humedad, grasa y mucho trote

Con hidráulicos o Nolla, no hay que elegir entre belleza y funcionalidad: se puede tener todo. Estos suelos gráficos no solo destacan por su estética, sino por sus prestaciones técnicas. Son resistentes al agua, al vapor y a los cambios de temperatura, lo que los hace ideales para zonas húmedas como cocinas y baños. Además, su superficie tratada con barnices o ceras impermeables evita que absorban líquidos o grasas, facilitando la limpieza diaria sin perder color ni textura.

Su durabilidad es otro punto fuerte: soportan el tránsito intenso, los golpes y el desgaste sin deteriorarse. Y como bonus, también pueden colocarse en paredes (generalmente como zócalo), aportando continuidad visual y carácter.

En este piso reformado por YLAB Arquitectos, del que vemos la cocina, no solo se conservan los mosaicos Nolla originales, también los techos ornamentados, todo de gran valor patrimonial.  

Gracias a su resistencia y versatilidad, estos pavimentos pueden instalarse en toda la vivienda, desde el recibidor hasta el baño. Utilizar un único modelo en todas las estancias crea una estética coherente, da sensación de amplitud y potencia el carácter del interiorismo.

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© © Marta Vidal para Sigla Studio

El suelo como protagonista absoluto

La gráfica de estos pavimentos no solo decora, sino que domina. Para que luzcan sin distracciones, es clave que paredes y techos no compitan por su protagonismo. El suelo se convierte en el foco, y todo lo demás debe ser su marco. Así se hace en el piso reformado por Sigla Studio, del que vemos el despacho.

La fuerza gráfica de los mosaicos hidráulicos y Nolla obliga a repensar el diseño interior para, en lugar de llenar paredes con o techos de papeles pintados o colores llamativos, optar por tonos neutros, materiales lisos o con una ligera textura y líneas limpias. 

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© © Nini Cortadellas para Àbag Studio

Cómo decorar cuando el suelo lo dice todo

Probablemente te estés preguntando qué estilos encajan con pavimentos tan llenos de carácter. La realidad es que los hidráulicos y Nolla poseen una gráfica tan potente que imponen el ritmo del espacio. Por eso, lo esencial es dejar que el suelo sea el auténtico protagonista y que todo lo demás se limite a acompañarlo, sin arrebatarle protagonismo.

Son tan versátiles que van bien con cualquier estilo decorativo: pueden convivir con muebles clásicos y recargados, con estilo rústico y natural, con tendencias nórdicas e, incluso, con diseños minimalistas de líneas limpias. En este comedor, en un proyecto que firma Àbag Studio, los suelos clásicos recuperados y los techos originales se complementan con un diseño que respira modernidad y sofisticación a partes iguales.

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© © Mercè Gost para Estudi a l’Àtic

La alternativa duradera a las alfombras textiles

Una ‘alfombra’ que no se mueve ni se mancha. Una práctica cada vez más común en interiorismo es utilizar el pavimento hidráulico o el mosaico Nolla como si fueran una alfombra integrada. Gracias a su riqueza gráfica y a la posibilidad de delimitar zonas con diseños específicos, se consigue el mismo efecto decorativo que una alfombra, pero con mayor durabilidad, resistencia y facilidad de limpieza. Esta solución es ideal para zonas de paso, comedores o recibidores, donde una alfombra tradicional podría deteriorarse o resultar incómoda.

Además, al estar integrado en el suelo, no hay riesgo de tropiezos ni desplazamientos, y se mantiene más higiénico al no acumular tanto polvo. Tanto los hidráulicos como los Nolla permiten jugar con bordes, cenefas y composiciones que enmarcan visualmente el espacio, aportando carácter sin añadir elementos textiles.

En este piso de inicios del siglo XX, reformado por Estudi a l’Àtic, se ha optado por una solución creativa: utilizar el pavimento hidráulico de Mosaics Torra solo en zonas estratégicas, como el  comedor que vemos en la imagen. De este modo, se rinde homenaje al suelo original (demasiado deteriorado para reutilizarlo) sin cubrir toda la superficie. La combinación con pavimentos neutros enmarca cada “alfombra” y le otorga protagonismo propio dentro del conjunto del hogar. Combinar suelos no solo resuelve la definición de espacios abiertos, sino que es una fórmula magistral para aportar carácter y dinamismo al interiorismo.

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© © Mosaicos Artesanos

Más es más: así se juega con el pavimento hidráulico

Una de las grandes ventajas del suelo hidráulico es su capacidad para combinar distintos modelos de baldosa en un mismo espacio. Gracias a su variedad de formas, colores y patrones, es habitual crear composiciones que alternan diseños, generando efectos visuales únicos. 

Esta mezcla aporta gran dinamismo. La clave está en elegir modelos que compartan una paleta cromática o estilo decorativo, para que el conjunto resulte armónico y enriquecedor.

En el baño de la propuesta, se ha optado por combinar varios modelos de mosaico hidráulico de la firma cordobesa Mosaicos Artesanos, fundada en 1952. El resultado es un espacio vibrante y elegante, donde el pavimento se convierte en el elemento decorativo principal.

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© © José Hevia para Estudio Vilablanch

Nolla y pavimento hidráulico: historia, precisión y resistencia bajo tus pies

El mosaico Nolla, caracterizado por su alta precisión geométrica, se elabora con piezas de gres porcelánico fabricadas con tolerancias mínimas de menos de 0,5 mm, permitiendo que encaje como un rompecabezas sin apenas junta visible (vemos un salón que lo emplea, en un proyecto de Estudio Vilablanch).
Por su parte, el pavimento hidráulico destaca por la versatilidad de formatos: a la baldosa cuadrada más clásica, se suma la hexagonal, muy apreciada por permitir composiciones geométricas dinámicas. También existen otras variantes como las rectangulares y romboidales pensadas para crear cenefas y efectos tridimensionales. 

Y aunque hoy gran parte del interés se centra en restaurarlos, cada vez más empresas han vuelto a fabricarlos, recuperando técnicas heredadas y adaptándolas con maestría a los estándares y estilos actuales.

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© © The Room Studio

Hidráulico y Nolla: belleza que se conserva con cuidados simples

El pavimento hidráulico combina resistencia y encanto artesanal, y mantenerlo en perfecto estado es más sencillo de lo que parece. Basta con barrer o aspirar con regularidad y fregar con un detergente neutro para conservar sus colores vivos y su superficie suave. Un sellado periódico ayuda a reforzar su protección contra la humedad y las manchas, lo que lo convierte en un aliado perfecto para baños y cocinas (esta lo emplea, en un proyecto que firma el estudio de interiorismo The Room Studio).
El mosaico Nolla, gracias a su baja porosidad y superficie vitrificada, prácticamente repele la suciedad. Se limpia fácilmente con un fregado suave, sin necesidad de productos agresivos. 

Sin duda, son suelos cuya belleza no caduca, fáciles de mantener en el día a día y que, a diferencia del mármol, no necesitan ser pulidos para lucir impecables. Un pavimento con historia que aporta un interiorismo con alma y personalidad, pensado para acompañar toda una vida.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.