¿Necesitas un arbusto que crezca con rapidez para crear un seto que delimite tu jardín? ¿Quieres plantarlo en grupo o aislado? ¿O componer con él una bordura? La forsitia (Forsythia x intermedia) es la especie adecuada por su versatilidad, su gran adaptabilidad y su bellísima floración que irradia belleza, color y luminosidad.
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Para jardineros principiantes
Cuando no se tiene experiencia a la hora de cuidar un jardín, cualquier tarea, aunque sea sencilla, puede convertirse en un desafío. Por eso es importante elegir plantas resistentes, que sean fáciles de cultivar, al menos hasta ir adquiriendo práctica en las labores de jardinería.
Ahora es cuando entra en juego la forsitia, una planta arbustiva de gran belleza que es también fuerte y resistente. Se trata de una especie de hoja caduca, que crece veloz y segura en un suelo fértil y en un ambiente templado, con temperaturas que oscilen entre 18 y 22 °C. Aunque está feliz en ambientes templados, soporta bien el frío y el calor. Si le das unos mínimos cuidados, crecerá feliz y alcanzará, posiblemente, hasta dos metros de altura.
Llenar de color el jardín
A pesar de ser una especie de hoja caduca, la forsitia es muy apreciada para cultivar como arbusto en un seto o, incluso, como ejemplar aislado. Hace gala de un porte elegante y, sobre todo, de un color apabullante al llegar la primavera, cuando sus ramas, casi desnudas porque apenas han recuperado las hojas caídas en otoño, se llenan de flores pequeñas de forma acampanada y de un tono amarillo dorado intenso y especial. Aparecen al final del invierno o nada más comenzar la primavera y suelen durar hasta el mes de mayo.
Para aportar un toque exótico
Elegir la forsitia es elegir el color, el exotismo de una planta diferente que pertenece a la familia de las Oleaceae y que es originaria de Asia, concretamente de China, Japón y Corea. La forsitia fue introducida en el continente europeo en el siglo XIX y se convirtió en una de las plantas más apreciadas de la época debido a su profusa floración. Con sus pequeñas y abundantes flores amarillas transmite alegría y buenas vibraciones. En sus países de origen es una planta exótica muy apreciada que resulta muy beneficiosa en la medicina tradicional china gracias a sus propiedades antiinflamatorias.
Una solución rápida y eficaz
Que la jardinería es una disciplina que ayuda a ejercitar la paciencia no es algo nuevo. De hecho, cuando sembramos semillas o plantamos una pequeña planta estamos deseando verlas germinar o crecer, pero este proceso lleva su tiempo y hemos de esperar hasta que se convierten en plantas hechas y derechas. Con la forsitia la espera es menor, ya que se trata de un arbusto de crecimiento rápido, por lo que merece la pena plantarla para crear un seto perimetral que bordee el jardín: en poco tiempo tendremos una pantalla vegetal que nos proporcionará belleza, frescor e intimidad.
En todos los rincones de tu jardín
Una de las cosas que más nos gustan de la forsitia es su versatilidad. Puede ser por su colorido, por su porte o su altura, es una planta adecuada para decorar cualquier espacio de exterior. Utilízala para crear un seto alto y frondoso que le dé privacidad a esa zona del jardín en la que quieres estar a salvo de miradas indiscretas. O planta este arbusto tan especial en aquellos puntos en los que quieras trazar borduras, o para aportar color y luminosidad a cualquier rincón en grupo o como ejemplares únicos.
Cuidados esenciales: cómo regar la forsitia
Si tienes cierta experiencia a la hora de cultivar plantas de exterior en el jardín, seguramente ya sabrás que el riego es uno de los cuidados más peliagudos, ya que no siempre es fácil saber la cantidad de agua que necesita cada planta ni cuál es la mejor forma de proporcionársela. Es importante tener cuidado para que la forsitia no pase sed, especialmente en verano cuando tendrás que regarla de forma más abundante y frecuente. En invierno el riego no es tan necesario; incluso puede soportar periodos cortos de sequía.
Mientras que en invierno la forsitia estará perfecta con un riego semanal, en verano tendrás que regar unas dos veces a la semana, ya que necesitará un mayor aporte hídrico. Vigila el sustrato y procura que esté húmedo, pero sin que se produzcan encharcamientos que pueden ser fatales para la planta.
La poda, la clave para potenciar la floración
La floración de la forsitia, tan llamativas y cautivadoras, son el mayor aliciente, o uno de los más destacados, para cultivar este arbusto tan especial. Para conseguir que al llegar la próxima primavera la planta estalle en pequeñas flores amarillas de forma acampanada, lo mejor es someterla a una poda tras la floración de este año.
Una vez la forsitia haya perdido las flores, debes cortar las ramas viejas y las que estén dañadas, aprovechando para dar forma a la planta. El secreto está en aligerarla para lograr que la luz y el aire lleguen a las ramas interiores. Eso sí, procura que las podas sean pequeñas, ya que una poda excesiva puede lograr el efecto contrario y hacer que la producción de flores se resienta en el futuro.
Cómo multiplicarla de forma sencilla
Una vez hayas descubierto la belleza y la versatilidad de la forsitia, caerás rendido ante ella y querrás propagarla para disfrutarla en otras zonas del jardín. La buena noticia es que multiplicar esta planta es fácil mediante esquejes y suele tener éxito.
- Comienza por cortar un esqueje o tallo de la planta una vez haya terminado la floración, a comienzos del verano.
- Unta la base en hormonas de enraizamiento y planta el esqueje en una maceta pequeña con sustrato universal.
- Riega de forma generosa la maceta y colócala en un espacio con suficiente luminosidad, pero sin sol directo, hasta que eche raíces. Después podrás trasplantar el esqueje en el suelo del jardín o en un contenedor más grande.
En maceta, para decorar la terraza
Si eres uno de los afortunados que cuentan con una terraza en casa, puedes aportarle belleza y color con un ejemplar de forsitia (Forsythia x intermedia) cultivado en maceta. No importa si la terraza está orientada al oeste o al sur y disfruta de muchas horas de luz, o si está orientada al norte y es más oscura y más fría en invierno. La forsitia es una buena opción para todas las terrazas, ya que se adapta bien a diferentes climas y situaciones. Resiste el sol directo, el frío, estar en semisombra, etc.
Un consejo: si cultivas la forsitia en maceta puedes utilizar un sustrato con buen drenaje compuesto, por ejemplo, con arena y turba a partes iguales. Presta atención al riego, porque en contenedor las plantas necesitan más agua que en el terreno, especialmente en verano. Trasplántala a una maceta más grande cada tres o cuatro años. Hazlo en primavera, cuando las temperaturas sean más suaves.
Plagas y enfermedades
Aunque es una planta dura y resistente, la forsitia puede verse afectada por algunas enfermedades provocadas por hongos, como el oídio, entre otros. Estas enfermedades pueden causar la caída de las hojas y la podredumbre de las raíces. A la forsitia le afectan también algunos tipos de virus que hacen que las hojas amarilleen, así como ciertas plagas como chinches y pulgones. Vigilar la planta para detectar estos ataques lo antes posible es la mejor estrategia para protegerla. Si aparecen señales de enfermedad o del ataque de insectos dañinos, tendrás que aplicar el tratamiento adecuado, ya sea con un fungicida o con un insecticida.