Cuarto paso: luminosidad
Tras difuminar y extender adecuadamente los cosméticos mencionados en el paso previo, completa el maquillaje a tu gusto, recordando, eso sí, que no debe quedar excesivamente recargado. Cuanto más sencillo y natural, mejor. Como consejo, te recomendamos que apliques un poco de blush sobre tus mejillas y le des un toque glossy a tus labios. Después, concéntrate en la luminosidad. Para lograrlo necesitarás, de nuevo, el sérum antes mencionado. Coge una pequeña cantidad y aplícalo, a toquecitos, en cuatro zonas estratégicas: la zona alta de los pómulos, el tabique nasal, el arco de Cupido y la barbilla. El resultado será un rostro radiante y luminoso, perfecto para complementar cualquier tipo de estilismo.