Carlos Gálico. El rubio dorado es el protagonista de este recogido que une dos de las grandes tendencias de la temporada: la cola de caballo y el flequillo.
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David Lorente. Una combinación de tonos avellana y cobrizos da carácter a este peinado, caracterizado por la raya, ligeramente desplazada, y las puntas muy trabajadas en liso.
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Jean Louis David. Inspirándose en los peinados tradicionales rusos, este recogido pasa por hacer trenzas junto a la raíz del pelo y en la parte inferior, recogiendo los extremos de éstas en un lateral, en un moño suelto.
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Jean Louis David. Inspirándose en los peinados tradicionales rusos, este recogido pasa por hacer trenzas junto a la raíz del pelo y en la parte inferior, recogiendo los extremos de éstas en un lateral, en un moño suelto.
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Jean Louis David. Cardando ligeramente el cabello y ahuecándolo, para darle textura, se hace un recogido informal, con mechones sueltos, que se agarra tras una oreja, para darle un aire divertido y diferente.
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Jean Louis David. Las capas de diferentes largos son la base de este sencillo y juvenil recogido, basado en hacer una coleta, retorcerla y llevarla hacia la coronilla, agarrándola con un pasador o una pinza.
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Jean Louis David. Un ligero cardado en la raíz da volumen en la parte superior de la cabeza así como en la nuca. Se hace una coleta baja, se refuerce ligeramente, y se sujeta en un lateral con un pasador, en este caso, de la colección Jean Louis David.
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Jean Louis David. Un aire arquitectónico predomina en este recogido en el que destaca un flequillo ultraliso, conseguido con un toque de plancha, y el recogido bajo en moño informal, en el que las puntas se trabajan para un efecto ligeramente disparado.
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Jean Louis David. Divertido juego de trenzas muy abiertas y volumen en mechones que crean un recogido diferente, que deja todas las facciones al descubierto con un aire suave y desenfadado.
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Oscar G. Demostrando que el flequillo no es impedimento para un recogido con estilo, esta propuesta sirve tanto para medias melenas como para cortos, donde la parte de atrás del pelo se recoge con la ayuda de geles y gominas.
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Pascual. Inspirándose en el folklore ruso, este recogido se puede hacer incluso en pelo corto con la ayuda de un postizo. Tras pegar el cabello al cráneo, marcando su volumen, se lleva una trenza de lado a lado de la cabeza, formando una especie de diadema.
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Spejos's. El atrevimiento de llevar el flequillo hasta debajo de los ojos caracteriza esta propuesta, conseguida mediante plancha y algo de cera para dar textura a los mechones y conseguir puntas muy definidas. Para las menos atrevidas, el flequillo se lleva a un lado y se fija con laca para un efecto estilo Verónica Lake.
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Spejos's. El atrevimiento de llevar el flequillo hasta debajo de los ojos caracteriza esta propuesta, conseguida mediante plancha y algo de cera para dar textura a los mechones y conseguir puntas muy definidas. Para las menos atrevidas, el flequillo se lleva a un lado y se fija con laca para un efecto estilo Verónica Lake.
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Spejo's. La clásica melena toma un aire diferente al hacer la raya en medio, dejar el cabello liso hasta las orejas y crear una cascada de rizos desde medios a puntas. Para un efecto más actual, se puede rizar el cabello con una plancha pequeña, lo que crea ondas menos redondas, más quebradas.
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Spejo's. Darle un aire diferente a los cabellos cortos es el fin de este peinado, en el que se pegan los laterales a la cabeza mediante gel de fijación fuerte y las puntas se disparan tras trabajarlas con los dedos y usar ese mismo gel para mantener su forma.
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Spejo's. Las clásicas coletas adquieren un aire más travieso al trabajar no sólo sus mechones y dejarlos disparados, sino también la parte superior del cabello. ¿El secreto? Hacer diminutas coletitas en la parte superior, cardar luego ese pelo y usar algo de spray de fijación para conseguir el efecto disparado.
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Madrigal. Inocencia y transgresión se dan la mano en este peinado, falsamente ingenuo, donde el pelo liso contrasta con las ondas rotas conseguidas a base de plancha en medios y puntas.
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Madrigal. Un rico contraste de colores chocolate y cobrizo se dan la mano en esta propuesta, marcada por una cascada de rizos grandes y bucles suaves que aportan mucha dulzura.
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Madrigal. El tradicional moño alto, siempre elegante, adquiere un aire nuevo y diferente con la acertada aplicación de un postizo en un color contrastado, que aporta mucha luminosidad y un toque original.
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Madrigal. Con una atrevida y original inspiración tribal, esta propuesta de peinado juega con postizos para conseguir todo tipo de efectos capilares, cruzando mechones, atravesando trenzas y creando auténticos complementos con el propio cabello.
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Madrigal. Trabajando el pelo previamente alisado con una plancha fina, creando efectos de zigzag, se consigue este originalísimo recogido, donde todo el volumen se concentra en la parte superior de la cabeza.
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Madrigal. El contraste del liso extremo del flequillo, que va en una sola capa por encima de las cejas, combinado con el liso que se quiebra y rompe a partir de las orejas, dan un aire diferente a esta melena.
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Luis y Tachi. El corto cuadrado de los 60 se actualiza en esta propuesta mediante capas, un ligero cardado en raíz y un color dorado y cobrizo conseguido a base de juegos de mechas.
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Luis y Tachi. La combinación de cardado en raíz, pelo muy liso y puntas estructuradas y disparadas, con cada mechón perfectamente trabajado y separado, es el secreto de este look con un toque de los años 60.
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Luis y Tachi. La combinación de mechones muy lisos con otros ligeramente rizados o cardados son el secreto de este falso corto.
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