Todos los detalles de la dieta macrobiótica que Tamara Falcó ha seguido después de Navidad

El deporte de invierno que Tamara Falcó ha practicado este inicio de año en los Alpes suizos no es el único método al que, podríamos decir, ha recurrido la marquesa de Griñón para dejar atrás los excesos de la Navidad. La colaboradora de El Hormiguero ha reconocido no haberse privado en absoluto de los dulces típicos navideños pero dice ser consciente de que ahora toca volver a la calma. Por eso, asegura haberse puesto en manos de los expertos de SHA WellnessClinic para seguir un plan nutricional para recobrar el confort a nivel del organismo. Te contamos en qué ha consistido.

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El programa que ha seguido Tamara Falcó después de la Navidad

El programa de salud de pérdida de peso que se ofrece en SHA se llama Intensive Detox and Optimal Weight. Está diseñado para proporcionar resultados notables y concretos en el proceso de depuración y reactivación metabólica. Así nos lo ha explicado Marina Domene, nutricionista de SHA WellnessClinic. "Se enfoca en lograr desinflamar y revitalizar el metabolismo y persigue resultados efectivos y duraderos, para avanzar hacia una salud óptima”, indica la experta.

La nutrición de SHA, según Domene, "es una nutrición equilibrada, natural y alcalinizante, diseñada según la constitución y condición de cada persona para cubrir todas sus necesidades nutricionales". Nos cuenta que pretende además "aportar todo el valor energético necesario, favoreciendo la salud sin renunciar al sabor". "Se trata de una nutrición basada en alimentos de origen vegetal y, en menor medida, marinos, que, dentro de lo posible son ecológicos, de temporada y de proximidad", explica Domene. Además, se evitan siempre los alimentos ultraprocesados.

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La dieta de Tamara en SHA

Dentro de ese plan nutricional que hemos descrito, Tamara Falcó ha seguido, concretamente, una dieta macrobiótica. Como nos ha explicado Marina Domene, "es un modelo de alimentación basado en la dieta oriental japonesa". Es una dieta cuyos principales alimentos son:

• La sopa de miso
• Los cereales integrales orgánicos (como el arroz integral)
• Las verduras locales y de temporada
• Las fuentes proteicas de origen vegetal (como las legumbres, el tofu o el tempeh).
• El pescado y los mariscos, aunque en menor cantidad
• Las algas
• Las semillas
• Los frutos secos
• Algunos condimentos: como la sal de mar, la salsa de soja, el vinagre de arroz, el umeboshi (o salsa de ciruela japonesa) y el jengibre
• Los encurtidos fermentados

Todos estos alimentos, recuerda la experta, "también son la base de cualquier modelo de alimentación saludable basado en estudios de la OMS, la Universidad de Harvard, y la FAO".

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Los pros de una dieta macrobiótica

Para Marina Domene, lo mejor de la dieta macrobiótica es que "se basa en el consumo de alimentos frescos, de temporada, con una mayor cantidad de verduras y proteínas de origen vegetal y que no incluye alimentos refinados ni procesados". "Hoy en día disponemos de mucha evidencia científica que nos demuestra que aquellas personas que siguen un modelo más plant based (basado en plantas) tienen mejor calidad de vida, ya que sufren menos estrés oxidativo y menor riesgo de enfermedades cardiovasculares", asegura la nutricionista. 

En este punto, está de acuerdo con ella la dietista- nutricionista Paloma Quintana, más conocida en redes como @nutricionconq. Asegura que lo que le gusta de esta dieta es el respeto que concede a la naturaleza y la energía interior y la manera en la que nos invita a tomar consciencia de lo que comemos. Un aspecto a su favor, para la experta, es también que elimina los ultraprocesados, los químicos y los azúcares. Además, Quintana señala como ventaja de esta dieta que es muy respetuosa con la escucha interna, aboga por el consumo de productos locales y llama a recibir de los alimentos la información del lugar en el que han sido cultivados. Sin embargo, para la experta es una dieta que puede ser peligrosa.

Contras de una dieta macrobiótica

Como admite Marina Domene, "al tener algunas limitaciones de algunos grupos de alimentos puede resultar difícil de seguir en nuestro día a día". "Sabemos que el hecho de no poder seguir el plan que nos hemos fijado nos puede generar estrés y que, hoy en día, este es uno de nuestros grandes enemigos", dice la nutricionista de SHA. A este inconveniente, Paloma Quintana suma los siguientes.

Nos cuenta, en primera instancia, que, "en términos de salud, no es una dieta muy adecuada". "Se sustenta en principios energéticos y así como puede venir muy bien a ciertas personas puede no ser tan beneficiosa para otras", advierte Quintana. Asegura que es una dieta centrada en el consumo de vegetales, cereales integrales y legumbres en la que se echan de menos las proteínas y las grasas". Aunque se rige por una filosofía que a la experta le parece muy respetable, advierte que, a su entender "no es una dieta con una base fisiológica y científica sólida". Para ella, lo peor es que "restringe muchos alimentos que son saludables y que pueden hacer que una dieta equilibrada resulte mucho más agradable". Como ejemplos cita la patata o el tomate. Son ingredientes que, afirma, "forman parte de nuestra cultura". Lo mismo ocurre con las especias picantes. 

¿Por qué, a pesar de lo anterior, es una dieta popularmente asentada?

Paloma Quintana tiene la explicación al hecho de que, aunque sea una fórmula restrictiva, la macrobiótica sea una dieta en la que hayan querido confiar muchas celebrities conocidas. "La toma de conciencia de lo que uno come es lo que hace a las personas mejorar con esta dieta", afirma la experta. Nos recuerda que es un plan que "aconseja comer despacio y masticar muy bien y que anima a prestar atención a dónde cocinamos y a los utensilios y envases que empleamos". "Eso esta en el top de mis recomendaciones", señala la experta. Sin embargo, señala que se podrían tener en cuenta estas pautas sin eliminar alimentos ni comer a base de cereales integrales. 

Según Paloma, para una persona deportista que no tenga ningún problema digestivo (aunque eso es raro en nuestro tiempo), y haya logrado hacer cambios en su alimentación gracias a la dieta macrobiótica, esta puede tener beneficios. "De la dieta macrobiótica hay que coger todo lo bueno (que lo tiene) y no atender a las normas dietéticas más estrictas que pueden no resultar saludables en el contexto actual", señala Paloma.

Para la experta, lo mejor es apostar por una dieta basada en alimentos de origen natural que aporten proteína y grasa. Cita el huevo y el pescado azul. También los vegetales, la carne, el marisco y la fruta fresca. Asegura que hay que tener en cuenta siempre qué le sienta y le viene bien a cada persona. 

Hay que recordar que en nutrición todo ha de ser personalizado. Es posible que los expertos hayan determinado que a Tamara Falcó le viene bien esta forma de alimentación, pero hay que analizar cada caso y nunca debemos tomarnos la nutrición por nuestra mano. Es la forma más básica que tenemos de cuidarnos y determina la efectividad de absolutamente todo lo demás.