Hay tendencias que llegan sin hacer ruido y, cuando quieres darte cuenta, ya están en todas partes. Eso es exactamente lo que está ocurriendo con las capas estratégicas, una técnica que ha rescatado el movimiento natural del cabello y ha devuelto la personalidad a los cortes más clásicos. No se trata de desfilar sin objetivo, sino de jugar con la arquitectura del pelo para conseguir volumen, suavizar rasgos o dar ese aire desenfadadoque siempre trae un buen cambio de look. Desde bobs con movimiento hasta melenas XL que parecen más ligeras, estos son los 12 cortes que están triunfando gracias a este método.
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Uno de los cortes más solicitados en las peluquerías, porque aporta ese efecto de ligereza que muchas buscamos cuando queremos cambiar, pero sin arriesgar demasiado. Las capas se reparten con delicadeza, permitiendo que el bob conserve su forma clásica pero gane movimiento. Además, es un corte fácil de peinar y perfecto para cabellos que suelen perder cuerpo rápidamente.
Todo un acierto para mujeres con rizos indomables. Esta técnica crea una especie de corona de capas que eleva los rizos superiores y reparte el volumen de manera mucho más equilibrada. El resultado son unos rizos definidos, esponjosos y con una forma única. Además, ayuda a evitar ese exceso de volumen en la parte baja que a veces hace que el rizo se aplaste y pierda forma.
El garçon es de esos cortes que nunca pasan de moda, pero este año vuelve con un giro más fresco. Las capas cortas y texturizadas le dan un punto moderno que suaviza el estilo más clásico. Permite peinarlo con los dedos, moldearlo según el día y jugar con distintos acabados sin esfuerzo. Es un corte perfecto para quien quiere un cambio sin renunciar a un estilo femenino y elegante.
En este corte, las capas cumplen un doble objetivo clave: integrar el flequillo con la melena y aligerar las puntas para que todo el conjunto se mueva con más naturalidad. El degradado de las puntas crea un efecto envolvente muy favorecedor, que suaviza la expresión y aporta luz al rostro sin necesidad de esfuerzos extra de peinado. Es un corte que rejuvenece al instante.
El claro ejemplo de cómo las capas pueden transformar completamente un corte. Es una mezcla entre shag y mullet, por lo que la estructura depende al cien por cien de cómo se distribuyan las capas. En la parte superior se busca volumen y textura, mientras que en los laterales y las puntas se trabaja la ligereza. Funciona igual de bien en cabello liso, ondulado o rizado.
Las melenas largas a menudo pueden resultar pesadas si no se estructuran bien, y las capas marcadas son la solución perfecta para devolverles vida. Se cortan desde la zona de las clavículas hacia abajo para conseguir una caída mucho más fluida. Este tipo de capas aportan movimiento y evitan que el pelo quede pegado y aplastado, especialmente en cabellos gruesos.
En esta versión, el long bob es ligeramente más corto por detrás y se alarga hacia la parte frontal, creando una línea inclinada que estiliza visualmente el rostro. Las capas suavizan la transición y aportan un movimientomuy elegante, evitando que el corte quede demasiado rígido o geométrico. Es perfecto para quienes buscan un lookf ácil de llevar y con mucho estilo.
Este estilo logra un equilibrio perfecto entre volumen, ligereza y estilo. Sus capas superiores, más cortas y elevadas, simulan la forma de unas alas abiertas, mientras que las inferiores mantienen la longitud para darle ese movimiento característico que tanto favorece. El resultado es una melena con cuerpo, pero nada pesada, que se adapta muy bien tanto a cabellos lisos como ondulados.
En el pixie largo, las capas son el corazón del corte. Sin ellas, el cabello caería recto y sin forma, pero con una buena estructura el resultado es un peinado lleno de textura y posibilidades. Se puede llevar hacia arriba, hacia el lateral, más pulido o totalmente despeinado. Las capas estratégicas permiten que cada mechón tenga una función, creando un estilo único y práctico.
Las melenas extralargas son preciosas, pero necesitan un trabajo técnico para no lucir muy pesadas. Las capas largas se integran de forma casi imperceptible para abrir ligeramente el cabello y permitir que se mueva de manera natural. Este tipo de capa es la opción perfecta para quienes quieren volumen controlado sin sacrificar ni un centímetro de largo.
Las capas invisibles se han convertido en el truco favorito de los expertos porque no cambian la estética externa del corte, pero sí su comportamiento. En los cortes midi, estas capas interiores aportan volumen desde la raíz y evitan el efecto aplastado que aparece con facilidad en melenas de esta longitud. Nadie ve la capa, pero todo el mundo nota la diferencia: más cuerpo y más movimiento.
Si hay un corte que celebra las capas en toda su esencia, es el shaggy. Aquí se mezclan capas cortas, medias y largas para crear una textura muy característica, con un punto rebelde pero siempre favorecedor. Lo mejor es que se adapta a casi cualquier tipo de cabello y puede llevarse más suave o más atrevido, según el estilo de cada persona. Es un corte con personalidad propia.