De 7 a 9 cada noche: estas son las horas de descanso que fija la OMS (Organización Mundial de la Salud) como saludables para un adulto de 18 a 64 años. Desde dormir en sábanas de seda a tomar suplementos de magnesio o triptófano, apostar por una cena ligera o evitar el ejercicio físico intenso justo antes de irse a la cama, los trucos que favorecen un sueño de calidad se siguen a rajatabla y aumentan los concienciados de su importancia.
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Sin embargo y aunque se cumpla el cupo casi a diario y el déficit de sueño no sea un problema, cada vez son más quienes acusan signos de cansancio a pesar de su compromiso con el sueño de calidad; una condición que los expertos han bautizado como skin fatigue y de la que gran culpa recae sobre la era digital.
'Skin fatigue', cuando los signos de cansancio se vuelven crónicos
"Aunque duermas bien, tu piel puede verse cansada por múltiples factores como la exposición continuada a pantallas, la luz azul, la contaminación urbana o el estrés, ya que esto genera radicales libres y afectan a la microcirculación", avisa Eva Collar, esteticista y fundadora de los Centros de Estética Avanzada Marquessa (Asturias), sobre los principales sospechosos de una tez apagada, mirada sin luz e incluso textura irregular.
A ellos se le añaden "un ritmo acelerado o los cambios hormonales, que pueden alterar esta reparación nocturna; al igual que una dieta desequilibrada y la falta de hidratación, que agravan la pérdida de luminosidad, firmeza y ritmo de renovación celular". ¿El resultado? Esta skin fatigue en la que se combina el tono apagado con irregularidad en la textura y poros más visibles.
Rituales en casa y en cabina
La primera solución pasa por evitar las pantallas lo máximo posible y sobre todo durante las horas previas a acostarse, ya que no solo dificulta el descanso, Raquel González, cosmetóloga y directora técnica en Perricone MD, revela que "la exposición continuada y excesiva a la luz azul produce manchas y acelera sustancialmente el envejecimiento y propicia la aparición de signos de la edad como las finas líneas y arrugas, al tiempo que provoca un tono desigual de la piel y daña la capa lipídica que protege la hidratación". Una desconexión parcial que se apoya sobre rutinas de belleza a medida.
La primera parte de este ritual se apoya en la cosmética de alta calidad con poder contra el daño causado por la luz azul, los UV o la formación de radicales libres.
En cuanto al enfoque profesional, te proponemos tres tratamientos en cabina que revitalizan la piel tras una sola sesión:
- Radiant Face Flash, en DEMYA Martín del Yerro I Amselem: un protocolo en cuatro pasos que ilumina, difumina arrugas, revitaliza y reafirma a través de una limpieza profunda con mascarilla de carbón activo; un láser no ablativo que favorece la producción propia de colágeno y elastina; la aplicación de un agente bioactivo potenciador de la luminosidad; y tratamiento con antioxidantes, péptidos y niacinamida, sellado con mascarilla nutritiva. ¿Lo mejor? Sus resultados son inmediatos en términos de luminosidad, uniformidad en el tono y firmeza. Precio: 200 euros.
- Red Carpet Signature, en Marquessa: a través de la poderosa combinación de fotoluminiscencia e hipertermia por radiofrecuencia, este protocolo suaviza la superficie de la piel, reduce la apariencia de los poros, iguala la textura y aporta una luminosidad inmediata. A un nivel más profundo, promueve la producción de colágeno y elastina endógenos, lo que promueve la firmeza y la densidad. En palabras de Eva Collar, "el invierno es una de las épocas en que más debemos cuidar la piel, ya que los cambios de temperatura y el estrés de fin de año la agotan. Apostar por tratamientos que estimulen la regeneración celular es clave para devolverle su vitalidad natural". Precio: 189 euros.
- Flash Radiance, en Tsuki Japanese Cosmetics: una mezcla maestra de masajes y ejercicios faciales con la máscara japonesa Medi Lift Plus es la responsable de combatir la flacidez y la falta de luminosidad a través de movimientos calculados con los que se redefine el óvalo facial, se oxigenan los tejidos y se potencia la luminosidad. Sobre la máscara, incorpora EMS y configuraciones de electrodos personalizadas cuyos estimuladores trabajan sobre la musculatura que sostiene el rostro. Precio: 35 euros.
- Baby Glow™, de Teoxane: iluminar, hidratar y retexturizar, esta es la misión del nuevo tratamiento innovador en medicina estética a base de microinfiltraciones de un skin booster que lleva ácido hialurónico libre, vitaminas, minerales y antioxidantes. El Dr. Íñigo Colina, cirujano y médico estético, lo recomienda a todo tipo de pacientes, "aunque el objetivo varía según la edad o el estado de la piel. En los más jóvenes tiene un papel preventivo, de mantenimiento y de refuerzo de la hidratación. En pieles maduras, su efecto es más correctivo: mejora la calidad, redensifica las pieles finas y estimula la producción de colágeno tipo I, III y IV".
Un enfoque integral del cuidado que siempre tiene que venir acompañado de buenos hábitos de sueño, alimentación, ejercicio y un estilo de vida saludable con el que evitar la skin fatigue de la que avisan los expertos.
