El lunes 20 de octubre Sofía Palazuelo y Fernando Fitz-James Stuart asistieron a la XVIII edición de los Premios de la Academia del Perfume en el Círculo de Bellas Artes, solo unas semanas después del nacimiento de su tercer hijo el pasado 10 de septiembre. No acudían en calidad de premiados ni para posar en la alfombra roja, sino para presentar en el sector su marca, FITZ-JAMES STUART (F-JS), lanzada el pasado junio. La Academia conocía ya el proyecto, que está inspirado directamente en el extenso, y aún ampliamente desconocido, legado familiar de los duques de Huéscar.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 5 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 5 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
La XVIII edición de los Premios Academia del Perfume, bautizada este 2025 como 'ESENCIAL. El arte de lo invisible', reunió a más de 350 invitados, entre académicos, distribuidores, periodistas y figuras destacadas de la cultura y el arte. Entre los asistentes se encontraban las actrices Nadia de Santiago y Natalia Verbeke, la cantante Sofía Ellar y el modelo Juan Betancourt. En cuanto a los galardones, el perfume del año masculino fue para Le Sel d’Issey de Issey Miyake, mientras que el femenino recayó en Barénia de Hermès, destacando la excelencia olfativa en una velada que combinó creatividad, lujo y reconocimiento profesional. Además, se rindió un tributo extraordinario a tres de los más reconocidos maestros perfumistas a nivel mundial: Carlos Benaïm, Olivier Cresp y Alberto Morillas, distinguidos con el título “Leyenda del Perfume”, llegados de Nueva York, Grasse y Ginebra respectivamente.
Durante la gala se recordó que el origen etimológico del perfume llega del latín, fumum, al son de la danza ritual del fuego de El amor brujo, de Manuel de Falla. Los invitados, entre los que se encontraban los duques de Huéscar, conectaron oído y olfato a través de cinco perfumes creados especialmente por cortesía del equipo de Eurofragance y sus perfumistas.
Estos premios anuales, ya conocidos como los “Óscar del perfume” buscan, además de galardonar las mejores creaciones olfativas, acercar la cultura del perfume a la sociedad, reconociendo la diversidad de creaciones y opciones para todos los públicos, desde los más accesibles a los más exclusivos.
Perfumes inspirados en el Palacio de Liria
F-JS nace con una ambición clara: “capturar la esencia de la transmisión”. Desde el corazón del Palacio de Liria, los duques, que hace solo unos días aparecían en la boda de Micaela Belmont y Fernando Palazuelo (hermano de Sofía), han concebido la perfumería como un vehículo de divulgación cultural. Es una propuesta que se apoya en cuatro pilares —espacios, personalidades, obras de arte y naturaleza— para trasladar a las fragancias episodios concretos del patrimonio de la Casa de Alba. La propia Academia del Perfume visitó las estancias, los jardines y las piezas que sirven de musa al primer episodio, titulado The Unseen.
Para dar forma a esas ideas contaron con Alberto Morillas uno de los perfumistas más reputados del mundo; fue cocreador de CK One en 1994 —la primera fragancia unisex en ganar relevancia internacional— un dato que explica parte de la ambición técnica del proyecto. Cada año, desvelarán un nuevo episodio compuesto por cuatro fragancias diferentes. "Es un proyecto íntimo y familiar, y por ello ha sido fundamental contar con nuestro amigo Alberto Morillas, quien, gracias a sus raíces españolas, su apoyo incondicional y su profunda implicación, nos ha acompañado en esta aventura", cuentan los duques de Huéscar.
Para el experto olfativo, el proyecto va más allá de una relación profesional: "Esta colección me ha permitido sumergirme en un universo de arte, arquitectura, botánica e historia, reconectando con mis raíces españolas. He disfrutado muchísimo haciendo estas creaciones con los ingredientes de la más alta calidad y notas reminiscentes de mi infancia. El resultado de este primer capítulo son fragancias en constante evolución, elegantes, sofisticadas y con una presencia mediterránea. Mi amistad con Sofía y Fernando ha hecho que este proyecto sea muy personal para mi."
Las botánicas y las materias primas están pensadas para situar la colección en la órbita de la alta perfumería: cada frasco se presenta como objeto de autor y su PVP ronda los 240 euros. La distribución inicial es selecta —Isolée y Nadia en Madrid, y Santa Eulalia en Barcelona—, un posicionamiento coherente con la intención de trabajar por episodios anuales que permitan desarrollar y sostener un discurso a medio y largo plazo.
Detrás del lanzamiento hay también una lectura generacional. Sofía Palazuelo, con formación en gestión cultural, y Fernando Fitz-James Stuart, vinculado a la gestión de la Fundación Casa de Alba, han utilizado su conocimiento de la institución para extraer historias menos explotadas y traducirlas al lenguaje olfativo. “No nos hemos ido a lo obvio”, señalaban: la intención es reivindicar piezas, rincones y protagonistas que el gran público no conoce, y hacerlo de forma que la propia fragancia provoque la curiosidad por el contexto histórico.