Tras dos candidaturas presidenciales, la conocida como "estética Trump" se ha convertido en tendencia. Como embajadoras nos encontramos, por supuesto, a las mujeres que rodean al presidente Donald Trump con sus blowouts texanos, piel pluscuamperfecta y el maquillaje bronceado como una suerte de look uniformado. La Primera Dama, Melania Trump es su mayor prescriptora y no deja espacio a la improvisación; al igual que la reina Letizia con el peinado que no cambia desde hace un año, ha encontrado lo que le funciona y no le interesa innovar: como prueba, la manicura milky nails que lleva desde 2011.
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Esta tendencia en uñas que como vamos a demostrarte a continuación destaca por versátil y elegante, dos cualidades que comparten los tonos neutros y que les permiten adaptarse a cualquier situación, es la que le hemos visto a Melania desde hace 14 años. Antes de su idilio con las milky nails, apostaba por una manicura clean en la que una capa de top coat transparente era lo único que llevaba.
Antes de 2011
Como te adelantábamos, hubo una época en la que Melania Trump apostaba por la pulcritud y la discreción absoluta en manicuras. Llevaba las uñas con la longitud perfecta y el limado redondeado que sugiere un cuidado continuo pero sin dejarse llevar por las tendencias ni el color. De hecho, nunca la hemos visto en público con un tono potente, a lo que sí que se ha atrevido es a lucir la francesa de largo midi.
Manicura francesa
Tanto la imágen de 2007 junto a la diseñadora Rachel Roy, como la última en la MET Gala del mismo año, son ejemplos de su etapa de manicura francesa; un paso más en su búsqueda del color discreto perfecto en la que opta por la versión más clásica de base nude, longitud media y trazo fino en blanco. El resultado destaca por atemporal, ya que hablamos de una tendencia que nunca pasa de moda y que alarga visualmente las manos; aunque las milky nails a las que cuatro años después comenzaría a aficionarse multiplican el efecto.
Tendencia 'milky nails'
No es hasta 2011 cuando dio con la manicura perfecta para cualquier ocasión, la que mantiene desde entonces como su opción de cabecera pero con una diferencia: si hace 14 años la llevaba con una longitud media, desde que asumiera su papel de Primera Dama de Estados Unidos ha preferido las uñas más largas. Hablamos por supuesto de las milky nails, que logran ese acabado limpio, pulido y elegante que combina con todo; se caracterizan por un tono blanco lechoso traslúcido, ni opaco como el clásico de la francesa ni totalmente transparente como un nude, sino con un velo suave que recuerda a la leche.
Las uñas de la Primera Dama
En la Candlelight dinner de 2017 en Washington DC a la que asistió en día antes de que su marido fuera investido por primera vez como el 45.º presidente de los Estados Unidos, nos adelantó que a partir de entonces las llevaría en versión XL. Las suyas son un híbrido entre el blanco lechoso sobre toda la uña y la francesa, pues en la punta luce una franja blanca que se mimetiza con la base y le da un aspecto degradado que las asemeja a la técnica baby boomer.
Ahora, en 2025 y viviendo la segunda candidatura de su marido, Melania sigue apostando por las milky nails combinadas con manicura francesa. Son las que lleva para cualquier ocasión como la segunda e histórica visita de Estado de los Trump al Reino Unido o el baile inaugural después de que Donald jurara el cargo el pasado enero; de nuevo cuenta con su secreto de belleza que combina con cualquier look y siempre consigue el aspecto de unas manos cuidadas.