Es el órgano más grande del cuerpo. Y vivo, ¡muy vivo! Por eso, nuestra adorada piel cambia y se ve obligada a adaptarse a las variaciones externas, como el clima, y a las internas, como nuestra dieta, estado de salud y, cómo no, el paso del tiempo. Por eso, cada momento del año y cada etapa vital requieren cuidados específicos. Más aún en verano, que puede ser ¡una auténtica gincana cutánea! ¿Cuál es la mejor forma de adaptar la rutina de skincare al periodo estival? Te lo contamos.
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Distintos problemas a cada edad
En la veintena, el mejor favor que le podemos hacer a la piel es evitar los "cambios de humor" provocados por las hormonas y la mayor secreción sebácea de esos años. Ambos factores son la razón por la que impurezas y brotes pueden ser frecuentes, pero, además del presente en forma de granitos, en esta etapa es esencial invertir bien su preciado "capital juventud". Eso significa prevenir el daño solar (el 80 % se produce antes de los 30) y evitar activos agresivos, que solo alteran y debilitan la barrera cutánea.
Cuando estrenamos la década del "tres", la piel se ve radiante. Aunque por dentro hay cambios: menor síntesis de colágeno y de ácido hialurónico y una renovación celular más lenta. Es esencial establecer una estrategia de protección más reparación basada en su dosis matutina de antioxidantes y SPF (vitamina C, E, té verde o ácido ferúlico, entre otros) unidos a péptidos reafirmantes, sin olvidar retinoides cada noche. Y, cómo no, más en verano, e incluso si hemos sido estrictas con la fotoprotección, toca extremar la rutina antimanchas con SPF 50+, vitamina C (que ayuda a unificar el tono), despigmentantes a medida ¡y mucha sombra!
Del verano no solo quedan los recuerdos de las vacaciones: la piel tiene memoria y lo que le hagamos hoy será visible en su futuro cercano
Cuatro básicos a cualquier edad
- Limpieza suave: La mejor forma de proteger la barrera cutánea es no alterándola. Esto se consigue con una limpieza delicada y constante (y si no es con agua micelar, mejor que mejor).
- Antioxidantes: De día son una eficacísima barrera de protección frente al estrés oxidativo, la contaminación y los rayos UV, y de noche ayudan a la regeneración.
- Hidratación a medida: Ligera y libre de aceites en las pieles grasas y mixtas y más rica en cutis secos, es siempre imprescindible. Y es que una piel hidratada no solo se ve más bonita y luminosa; además, está más fuerte y resiliente, con una barrera protegida y mejor cohesionada.
- Fotoprotección: Sí, es imperativo utilizar protección solar a diario. Porque es belleza, pero, sobre todo, es salud a corto y largo plazo.
Cuidados esenciales según la década
- A partir de los 25 años: El colágeno y el ácido hialurónico se encuentran a su máximo nivelmust, así como la prevención con antioxidantes y SPF a diario.
- A los 35: Cuando se ronda la treintena, se pierde un 1 % de colágeno al año. Hay que preservarlo y estimular su producción mediante un combo de péptidos y vitamina C, que, como precursora de la creación del colágeno, es esencial para la firmeza. El contorno de los ojos pide atención especial, al igual que cuello, escote y manos.
- Más de 45: Ahora, la regeneración celular tarda un 30 % más y cae la creación de colágeno nuevo. Incluir en la rutina un exfoliante suave, ingredientes repulpantes que ayuden a mantener el grosor de la epidermis y activos como el retinol y el retinal resulta esencial.