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¿Alguna vez has sentido que un perfume te lleva directamente a la playa? Las fragancias marinas están diseñadas precisamente para eso: evocar la brisa del mar, el olor salado del océano y la frescura de la costa. Pero, ¿qué las hace tan especiales? La respuesta está en una innovadora molécula llamada Aquozone, clave en el desarrollo de perfumes acuáticos modernos.
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¿Qué es el Aquozone en perfumería?
El Aquozone es una molécula sintética que revolucionó el mundo de la perfumería desde los años 90. Según María Dionisio, experta del equipo de formación de Farlabo, esta molécula “evoca olores marinos, acuáticos, salados o yodados”, haciendo que un perfume nos recuerde al mar de forma inmediata.
A diferencia de otras notas acuáticas, el Aquozone no solo tiene un aroma característico, sino que también se destaca por su potencia, frescura intensa y larga duración. José Antonio, Training Manager de Givenchy Beauty y Kenzo Parfums, explica que proviene de un complejo proceso de destilación que comienza con el aceite esencial de hoja de clavo, del cual se extrae eugenol, y tras varias transformaciones químicas se obtiene esta molécula acuática.
Fragancias marinas: una evolución tecnológica y sensorial
Gracias a la tecnología de extracción y síntesis molecular, los perfumistas han logrado crear composiciones mucho más complejas que simplemente “oler a mar”. Hoy en día, los perfumes marinos no solo evocan el agua, sino también la brisa costera, la sal, el yodo y hasta la profundidad del océano.
Las casas de perfumería combinan el Aquozone con notas salinas, cítricas, florales y aromáticas para crear una experiencia sensorial completa. Esto responde a una nueva sensibilidad en los consumidores, que buscan fragancias frescas, naturales y con un vínculo emocional.
Notas frescas que evocan el océano
Además del Aquozone, existen otras notas que se utilizan para crear ese efecto “acuático” tan buscado en verano:
- Cítricos como la bergamota, el limón o la lima.
- Lavanda blanca, que aporta elegancia y sensación de frescor limpio.
- Flores blancas y frutas jugosas, ideales para climas cálidos.
- Notas marinas como el ámbar gris, las algas o la brisa oceánica.
Te presentamos una selección de perfumes marinos recomendados para el verano o para quienes aman el olor del mar.
Virgin Island Water, de Creed
Inspirada en el Caribe, mezcla bergamota, lima, coco y flores blancas. Ideal para quienes buscan una fragancia tropical y refrescante. Precio: 205 euros.
Replica Sailing Day, de Maison Margiela
Evoca un día en el océano con notas marinas, cilantro, algas rojas y ámbar gris. Precio: 67 euros.
Venetian Blue / Venetian Blue Intense, de The Merchant of Venice
Combinan manzana, piña y bergamota con un fondo de ámbar gris y almizcle, sobre una estructura fougère moderna. Precio: 89,69 euros.
L’Eau Pure, de Kenzo
Con un 91 % de ingredientes naturales, esta fragancia mezcla cítricos italianos, lavanda blanca y Aquozone®. Además, su compromiso ecológico la convierte en una opción sostenible. Precio: 31,95 euros.
Aqua Media Cologne Forte, de Maison Francis Kurkdjian
Una fragancia luminosa y herbal con bergamota, verbena e hinojo dulce, que recuerda la frescura salina del mar. Precio: 115 euros.
Coastal Cypress & Sea Fennel, de Molton Brown
Unisex y sofisticada, combina cardamomo, hojas de higuera, ciprés y notas marinas para evocar la costa más salvaje. Precio: 150 euros.
Por qué los perfumes marinos son tendencia
Según María Dionisio, en las últimas décadas, las fragancias marinas han experimentado una evolución notable, pasando de simples evocaciones del océano a complejas composiciones que capturan la esencia del mar en todas sus facetas, todo ello gracias a la tecnología de extracción y síntesis molecular que han permitido a los perfumistas desarrollar nuevas moléculas que capturan matices inéditos del mar. Esta transformación refleja no solo avances en la química del perfume, sino también un cambio en la sensibilidad y las expectativas de los consumidores. Así, las casas perfumistas combinan notas salinas, acuáticas y aromáticas para evocar desde la brisa costera hasta la profundidad del mar abierto.
En definitiva, los perfumes que huelen a mar siguen ganando popularidad porque nos ofrecen algo más que un aroma: nos conectan con recuerdos, emociones y paisajes. Gracias a innovaciones como el Aquozone y a una nueva sensibilidad olfativa, hoy podemos llevar el océano con nosotros en cada rociada.