Aunque apagues el historial de ubicación en tu dispositivo, Google puede seguir recogiendo pistas de dónde estás. Esto se debe a que “ubicación” no es una sola cosa en los ajustes de privacidad, sino que hay varias funciones y servicios que recopilan datos geográficos por distintos motivos, incluso cuando dices que no lo autorices explícitamente. A continuación te explico cómo lo hacen y por qué estos mecanismos existen.
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- El ajuste llamado Location History (“Historial de ubicación”) es el que muchos usuarios conocen como la llave maestra para que Google deje de rastrear tus movimientos día a día. Si lo desactivas, Google afirma que dejará de registrar los lugares que visitas.
Sin embargo, aunque lo pauses o lo desactives, otros servicios siguen llenando lo que se llaman “marcadores de ubicación” (“location markers”) en tu cuenta.
- Otro ajuste importante es Web & App Activity (“Actividad web y de apps”). Este viene activado por defecto y abarca muchas interacciones que haces con los productos de Google: búsquedas, uso de Maps, interacciones con apps que usan servicios de Google, etc.
Estas actividades pueden incluir datos de ubicación, aunque no los hayas pedido explícitamente, y se guardan bajo ese paraguas general de actividad. Por ejemplo, si abres Maps, aunque no quieras rastrear tu ubicación “históricamente”, al abrir la app se puede hacer una “instantánea” o “snapshot” de tu ubicación. - Otros servicios auxiliares también ayudan a Google a inferir tu posición. Por ejemplo, el teléfono puede enviar datos sobre torres de telefonía cercanas, redes Wi-Fi disponibles, o simplemente registrar ubicaciones para funciones como la previsión meteorológica, que requieren saber (aproximadamente) dónde estás para entregar información local.
- La forma en que Google presenta sus ajustes también influye en lo que muchos usuarios entienden. Por ejemplo, desactivar “Historial de ubicación” solo detiene la creación del “timeline” (la cronología visual de tus movimientos). Pero no implica que se desactive toda la recopilación de datos de ubicación.
Esa parte menos visible sigue activa bajo “actividad web y de apps” u otros ajustes. Además, borrar los datos ya guardados es posible, pero tedioso, porque están dispersos en diferentes secciones de la cuenta.
¿Por qué lo hace Google?
Desde su punto de vista, la ubicación permite mejorar muchas funciones: sugerir resultados útiles basados en dónde estás, ofrecer mapas más precisos, mejorar los reportes meteorológicos, recomendar lugares cercanos, personalizar anuncios, entre otros. Cada vez que conoce mejor tu ubicación, incluso de manera aproximada, esos servicios funcionan mejor.
Aunque desactives el historial de ubicación, Google sigue pudiendo saber dónde estás mediante otros ajustes o funciones que dependen de tu actividad con apps, del uso de servicios que requieren localización, y de los datos auxiliares que los dispositivos proveen automáticamente.
Para reducir al mínimo esta situación, no solo basta con apagar el historial de ubicación, sino también revisar y ajustar otros permisos / configuraciones (“web & app activity”, servicios de ubicación del dispositivo) y limpiar los datos ya almacenados.