Agosto es, sin duda, el mes estrella del turismo en España. Con millones de viajeros buscando alojamiento en destinos costeros, rurales o incluso urbanos. Sin embargo, cada vez más propietarios se plantean si merece la pena alquilar su vivienda a través de plataformas como Airbnb. ¿Es realmente rentable? ¿Y qué hay que tener en cuenta antes de lanzarse?
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La clave está en la ubicación… y en la estrategia
Si tu vivienda está en una zona con alta demanda turística; como las costas mediterráneas, las Islas Baleares o ciudades como Barcelona, Sevilla o San Sebastián; alquilarla en agosto puede ser muy rentable. En algunas zonas, una sola semana de alquiler vacacional puede generar más ingresos que un mes completo de alquiler tradicional. Sin embargo, la rentabilidad dependerá no solo de la ubicación, sino también de la calidad del inmueble, su decoración, servicios ofrecidos y, por supuesto, las valoraciones de los huéspedes.
Normativas: ojo con las licencias y restricciones
Antes de anunciar tu casa, es fundamental conocer la normativa local. Muchas ciudades exigen una licencia específica para el alquiler turístico, y algunas han impuesto límites para controlar la masificación. Por ejemplo, en Madrid, es obligatorio que la vivienda tenga una entrada independiente si se quiere alquilar más de 90 días al año; en Barcelona, los controles son aún más estrictos.
Saltarse estas normas puede acarrear sanciones importantes. Por eso, conviene informarse en el ayuntamiento correspondiente y asegurarse de cumplir con todos los requisitos legales.
Impuestos: Hacienda también quiere su parte
Los ingresos obtenidos por alquilar una vivienda en Airbnb deben declararse en la renta como rendimientos del capital inmobiliario. Eso sí, podrás deducirte gastos como el IBI, la comunidad, suministros o el seguro del hogar durante los días que se alquile. Algunos propietarios optan por contratar a un gestor para optimizar esta parte y evitar sustos con Hacienda.
El truco de los anfitriones top
Los anfitriones con más éxito suelen aplicar una estrategia dinámica de precios. Es decir, ajustan las tarifas en función de la demanda, eventos locales o festivos. Utilizan herramientas automatizadas para maximizar ingresos sin perder competitividad. Además, cuidan cada detalle: desde una limpieza impecable hasta una comunicación rápida y amable con los huéspedes. Y no escatiman en fotos: una buena sesión profesional puede marcar la diferencia.
¿Entonces, compensa?
Sí, pero con planificación. Alquilar tu casa en agosto puede ser una fuente extra de ingresos muy interesante, siempre que cumplas con la normativa, declares correctamente los beneficios y gestiones la experiencia con profesionalidad. Porque, al final, los anfitriones más rentables no solo ofrecen una casa: ofrecen una experiencia.