La ucranianaestaounidense Oksana Masters, todo un ejemplo de deportividad y superación, se ha llevado el premio a la mejor deportista con discapacidad. Esta mujer de 30 años nació solo tres años después del accidente de Chernóbil en un pueblo de los alrededores con diversos defectos físicos a causa de la radiación, al igual que multitud de niños de la época. Tras ser abandonada por sus padres vivió en un orfanato hasta los 7 años, cuando fue adoptada por una profesora de logopedia estadounidense que no podía tener hijos.
Su discurso ha sido uno de los más emotivos de la noche al hablar de su proceso, de lo que le había costado dejar de lado las opiniones de la gente y centrarse en su propio trabajo para convertirse en una deportista de élite en todo el derecho.
Ha querido compartir el premio con sus compañeras nominadas, a las que admira. Ha asegurado haber seguido todas sus carreras, pese a no ser en los mismos deportes