No faltan, por tanto, las guirnaldas verdes con lazos rojos, las miles de luces y los centenares de árboles, algunos de ellos rojos, como los cerca de 40 que se ubican en la columnata este de la Casa Blanca. En total, han sido necesarios más de 14.000 adornos navideños para convertir la vivienda de Donald Trump en un auténtico museo que incluye, incluso, una reproducción mini de la Casa Blanca en jengibre, una bola dedicada al expresidente George Washington o una corona hecha con lápices.