Tras meses de rumores, Blanca Romero y Quique Sánchez-Flores han confirmado su relación de la forma más romántica posible. La actriz, de 49 años, nos ha dejado adentrarnos en el que ha sido su día a día con el entrenador, de 60. En lo que parece ser su refugio asturiano, la modelo ha fotografiado al exfubtolista durante alguna escapada en la que también ha estado su hija, Lucía Rivera. Sin duda, todo un gesto que muestra la complicidad entre ambos y lo integrado que está el primo de Lolita y Rosario Flores en la familia de la también presentadora.
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"Lo mejor de mi año, sin duda tú", escribe la actriz junto a las preciosas fotografías que le ha tomado a su chico, en las que se refleja la cotidiana rutina que han formado durante su relación. "Feliz vida a todos", deseaba a sus seguidores, finalizando la que ha sido su sorpresa navideña para ellos. En las imágenes, además de ver a Quique junto a Blanca y Lucía, también vemos a sus inseparables perros y al padre de la actriz —que ha estado delicado de salud estos últimos meses—, muy sonriente.
Velada 'solo para dos'
La primera vez que vimos a la actriz y a Quique fue el pasado 10 de diciembre. La revista Lecturas informaba que Blanca y el que fuera entrenador de clubes como el Atlético de Madrid, el Sevilla o el Valencia habían disfrutado de una velada en la capital de lo más entretenida. Tal y como avanzaba la cabecera, su cita comenzó en el restaurante Chez Madrid, en pleno centro, donde se les vio de lo más románticos mientras disfrutaban de una deliciosa cena.
La noche no terminaba aquí, sino que tras deleitarse con los espectaculares platos del mencionado local, dieron un paseo hasta su siguiente destino mientras charlaban y se reían. Acudieron también, como guinda a la espectacular velada que habían compartido, a un tablao flamenco donde disfrutaron y se les pudo ver muy cómplices, compartiendo gestos que dejaban ver que, entre ellos, había más que una amistad.
Si bien Blanca trató de evadir el tema cuando fue preguntada a la mañana siguiente, su enorme sonrisa y los comentarios de su hija Lucía desvelaron que la modelo se encontraba en un muy feliz momento personal.
"Que me haga reír"
Tal y como mostraban las fotografías de aquella primera noche, Blanca y Quique comparten el mismo sentido del humor, lo que multiplicó su complicidad. Tal y como nos confesaba en una de sus últimas entrevistas con nosotros, la actriz dejaba claro que, para ella, un requisito fundamental que deben sus pretendientes es ser graciosos. "Que me haga reír, con eso me vale", indicaba.
El exfutbolista parece haber cambiado los planes de la actriz, ya que, durante la mencionada entrevista, nos confesaba que por el momento no había encontrado "a la persona a mi medida" y que no estaba entre sus planes enamorarse de nuevo. "Soy alma libre y funciono mejor sola", nos afirmaba, explicando que estaba muy pendiente de su hijo pequeño; "hasta que Martín no sea totalmente independiente..:", indicaba.
Su padre, su prioridad
Entre las fotografías donde el protagonista es Quique, Blanca ha compartido una preciosa instantánea de su padre, quien sale retratado con una contagiosa sonrisa. A principios de mes, madre e hija anunciaban que se marcharían por un tiempo a Asturias —su tierra natal y donde viven los padres de la actriz—, para pasar tiempo de calidad con su familia.
El pasado mes de noviembre, tanto Lucía como Blanca dejaron caer que el padre de esta última no estaba con la mejor salud. “No estoy al cien por cien, vengo de cuidar a mi abuelo en Asturias y es un momento personal muy delicado”, desveló la joven modelo, galardonada a finales de verano con el Premio Gen ¡H! Fashion Idol de nuestra cabecera. Días antes, la actriz y presentadora se rompió durante su aparición en Bailando con las estrellas, al mencionar que su padre atravesaba un problema de salud y estaba ingresado.