Raquel Meroño despide el año junto a sus hijas gemelas, Daniela y Martina Meroño, quienes nacieron a finales de 2006, fruto de su relación con Santi Carbones, del que se separó en 2018. Salta a la vista que las hermanas son el tándem perfecto y que con su madre mantienen una envidiable relación basada en el cariño, la admiración y la complicidad. Raquel atraviesa uno de sus mejores momentos personales y se muestra orgullosa, cómplice y protectora con las mujercitas en las que se han convertido sus dos niñas. Ambas estudian Comunicación Digital en una universidad madrileña y son dos exitosas creadoras de contenido, con más de 200.000 seguidores cada una, aunque no descartan continuar en el futuro la exitosa estela que les ha marcado su madre en el mundo de la televisión.
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- Es la presentación de tus 'mujercitas', que con tan solo 19 años ya se han convertido en grandes triunfadoras. ¡Qué gran equipo habéis formado!
Sí, tenía muchas ganas de tener un recuerdo de adolescentes. Cuando miro atrás, me doy cuenta de cómo ha cambiado todo, cómo han encontrado su propio hueco... Cuando volvieron de estudiar en Estados Unidos fue todo muy rápido. Creo que, en parte, su éxito se debe a que han crecido en este mundillo, lo llevan todo con gran naturalidad.
- ¿Cómo te cambió la vida ser madre?
Ser madre es una de las experiencias más transformadoras de la vida. A partir de ese momento, el foco no está puesto en ti, pasas a un segundo plano y lo importante es cuidar y criar a estas personitas. Cuando ya llegan a estas edades que empiezan a volar, vuelves a poner el foco en ti: si no has descuidado ni tus amistades ni tu vida, sigues teniendo una panda de amigos maravillosos con los que retomar planes.
- ¿Te has arrepentido de aparcar en cierto modo tu carrera cuando nacieron tus hijas?
Hubo cosas que aparqué, pero he sido siempre una mujer independiente y trabajadora. Lo que pasa es que monté negocios que me permitieran dirigir mi tiempo. Gracias a ello, tengo dos niñas que son dos bombones y buenísimas personas, dentro de que son adolescentes y te la lían de vez en cuando (risas).
"Ser madre es una de las experiencias más transformadoras de la vida. A partir de ese momento, el foco no está puesto en ti, pasas a un segundo plano"
- Martina y Daniela se apellidan Meroño, ¿fue una forma de homenajear a tu padre?
Fue un acto de generosidad de Santi, el padre de las niñas. Propuso que él elegía los nombres y les poníamos mi apellido, porque a mi padre le hacía mucha ilusión. Como yo solo tengo hermanas, así se mantenía el apellido. ¡Les ha tocado un padre moderno hasta para eso!
- Tu padre falleció en 2023, fue una figura super importante para ellas. ¿Cómo crees que las vería ahora con todo lo que están logrando?
En la última conversación que tuve con mi padre, estaba yo precisamente en Bali. Me llamó para decirme que le iban a operar, intervención de la que el pobre no salió. Me dijo que tenía la intuición de que a estas niñas, por su creatividad y por su forma de ser, les iban a pasar cosas como las que pasaron conmigo. Que iban a hacer cosas de cara al público, porque tenían mi misma luz. Estoy convencida de que lo estará viendo.
- ¿Qué tipo de madre eres? Porque la complicidad que tenéis es más que evidente.
Soy una madre que me ha tocado hacer de madre, de padre y de amiga a la vez, y es muy difícil saber hasta dónde llega cada personaje. Soy muy enrollada para unas cosas, pero superexigente en otras. Entre esas dos facetas he encontrado un equilibrio donde ellas se sienten con esa confianza de compartir conmigo su vida. Lo que hago es intentar no juzgar, sobre todo cuando están siendo sinceras, porque si lo hago, dejarán de serlo. Pero es verdad que esas cosas las cojo, las acepto, las escucho y las proceso, y luego meto mucha caña en otros aspectos que tienen que ver con valores, con orden y con ser buenas personas. Tengo un equilibrio entre la confianza y la disciplina.
"Soy muy enrollada con ellas para algunas cosas, pero superexigente en otras. Entre esas dos facetas he encontrado un equilibrio donde ellas sienten la confianza de compartir conmigo su vida"
- ¿En qué crees que se parecen a ti?
En lo alegres, lo disfrutonas, lo agradecidas y lo cariñosas que son.
- Cuando ves que se han convertido en tan buenas personas, universitarias y con el éxito que tienen en redes sociales, me imagino que sentirás un orgullo inmenso.
Intento no darle demasiada importancia a nada. Ni el éxito es tanto éxito ni el fracaso es tanto fracaso. Ni los comentarios buenos te los tienes que creer ni los malos te tienen que afectar. Aquí la importancia no es lo externo. Aquí la importancia es que tú seas una persona íntegra y que te vayas a la cama con la sensación de que lo has hecho lo mejor posible, sin compararte con nada ni con nadie. Y eso es lo que tienen que conseguir, sentirse bien consigo mismas. Porque todo lo demás es muy voluble.
- Y hablando de ti, ¿en qué momento de tu vida te encuentras?
Estoy en pleno proceso de transformación, donde soy muy consciente de que todo está cambiando a mi alrededor. Además de la parte hormonal de la perimenopausia. Como me ha tocado vivirla en una época en la que hay mucha información y se pueden hacer muchas cosas para sentirte bien, hago muchas: tomo suplementos, hago ejercicio, me trato con testosterona… Me estoy regulando de tal forma que estoy llena de energía, que es necesaria, porque todavía tengo dos niñas a las que tengo que cuidar y tengo que seguir trabajando. Pero estoy en un momento muy pletórico, con mucha confianza porque he aprendido a relativizar. Doy valor al presente y estoy poniendo el foco en mí otra vez, sin culpabilidades.
- ¿La relación con el padre de tus hijas sigue siendo buena?
Santi es muy especial. Y todas en casa entendemos que es diferente a los demás. Pero como está ahí y sabemos que nos quiere tanto... se le acepta como es, que es lo mejor que puedes hacer con la gente a la que quieres.
- ¿Tienes ganas de volver a enamorarte?
A lo mejor ahora empiezo a tener un poco ya… Mis hijas quieren que me enamore todo el rato, pero ya sería otro tipo de relación, porque jamás metería un señor en casa o me iría con un señor y con mis hijas. Me apetece terminar este periodo de vida con ellas, que terminen su carrera y acompañarlas. Pero un amor para viajar, salir y envejecer a su lado, sí. Pero tendría que existir muchísima complicidad y mucho amor bonito, porque a mí tener un señor al lado por tenerlo, no.
- En 2020 ganas 'MasterChef Celebrity'. ¿Qué supuso para ti?
Un cambio de vida absoluto. Fue una vuelta al ruedo, como digo yo. Me aportó mucha seguridad, porque encontrarme ante un reto tan grande y ganar en un momento como la pandemia me dio fuerza para darme cuenta de todo lo que aún tenía que dar.
- ¿Cuéntanos qué proyectos tienes a futuro?
Estoy muy ilusionada, ahora en enero se estrena DecoMasters, otro talent, pero de decoración, en el que participo.
- ¿Qué le pides a 2026?
Muchísima salud, también energía bonita para seguir trabajando, ver a mis hijas evolucionar y que yo siga cumpliendo metas. Y que me lleguen proyectos profesionales que me hagan muy feliz.