Un año más, y ya van 20, Valeria Mazza y su marido, Alejandro Gravier, han cumplido con la que ya se ha convertido en su cita ineludible: la gala solidaria del Hospital Universitario Austral de Buenos Aires. La modelo argentina y el empresario siempre han puesto su energía y esfuerzo para recaudar fondos para el área pediátrica de este centro hospitalario con el fin de ayudar a los pacientes y sus familias y para ellos es muy emocionante ver que sus hijos siguen sus pasos.
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Haciendo malabares con sus agendas, los cuatro hijos del matrimonio, Balthazar, Tiziano, Benicio y Taína, no faltaron a este evento en el que cada vez están más involucrados. A pesar de que Valeria y Alejandro están entre Argentina y España y Benicio está en Madrid, cuadraron sus compromisos para poner su granito de arena en esta gala, que se celebró en el Palacio Duhau - Park Hyatt de Buenos Aires. Junto a ellos también estuvo la madre de la top, Mónica Ferreira, que está espectacular y al verla se puede llegar a entender de dónde viene la genética de su hija.
Una reunión familiar previa a las navidades de la que hemos podido hablar con Valeria, quien nos ha contado que dentro de poco tendrán dos citas muy importantes: el fin de curso de Taína, que termina su etapa escolar, y el próximo reto deportivo de Tiziano. Y es que todo apunta a que el esquiador, de 20 años, representará a Argentina en los próximos Juegos Olímpicos de Invierno y están todos muy ilusionados.
Un año más has recaudado fondos para el Hospital Universitario Austral, ¿qué significa para ti esta gala?
Ya pasaron 20 años de la primera gala y la verdad es que, tanto para Alejandro como para mí, para toda mi familia, es muy importante porque el Hospital Austral es un lugar que nosotros queremos mucho. Lo conocimos por el pediatra de nuestros hijos, que fue director de Pediatría durante muchos años, el doctor Manuel Roca Rivarola. Por entonces, empezaban con la idea de tener una planta exclusivamente pediátrica y con la primera gala se recaudaron fondos para construirla. A partir de ahí, colaboramos con ellos. La verdad es que es súper importante, porque es ir, ver y recorrer todo lo que se ha logrado gracias a la colaboración de tanta gente que emociona. Cuando ves cómo influye en las familias, cómo se puede ayudar a mejorar la calidad de vida de los más pequeños durante su estancia en el hospital, te das cuenta de que el esfuerzo vale la pena.
¿Qué es lo que más te ha emocionado de esta última edición?
Compartirla con todos nuestros hijos porque ellos están cada uno con sus cosas, con sus actividades, pero todos entienden lo importante que es este momento y vienen. Balthazar vino de España, Tiziano está en su gira de esquí y pasó esa semana en Buenos Aires y estuvimos los seis juntos y compartirla con ellos me emociona profundamente. Y después, ver que pasan los años y sentir que esto ya es un proyecto de un montón de gente que viene colaborando durante mucho tiempo.
¿Qué aprendizaje crees que se llevan tus hijos al participar en causas como estas?
El más importante es -como yo siempre digo- que se aprende mucho más de lo que uno hace, que de lo que uno dice. Y ellos siempre han visto a sus padres dar valor a la solidaridad. No solamente mirar, sino ver al otro, pensar en el otro y ponerse a disposición para algo que va mucho más allá de uno mismo. Para mí es primordial que ellos, con la edad que tienen, entiendan esto y le den importancia, que estén acá y que, a su manera, dentro de lo que puedan, aporten también su granito de arena.
Ya tan mayores y cada uno con sus estudios en diferentes lugares, ¿os ha costado reuniros a todos?
Cada vez se hace más difícil poder reunirnos todos en el mismo lugar. Pero bueno, es un esfuerzo muy grande el que hacemos y le ponemos mucho tiempo a la logística para poder buscar momentos en común. Después de la gala, estamos otra vez todos repartidos. Tiziano viajando a Estados Unidos, Alejandro en Madrid y yo también. Balthazar se queda unos días y después, también va a Madrid. Y Benicio y Taína se van a quedar aquí. Taína está terminando, tiene un mes más de colegio y ya termina. Están todos con muchas actividades, pero siempre tenemos el propósito de juntarnos. El próximo encuentro será pronto, en finca Valeria para Navidad, en Punta del Este.
¿Qué sientes al verlos tan guapos en un evento así?
Yo veo a mis hijos y la verdad es que siento un profundo orgullo. Justo estábamos hablando ahora Alejandro y yo de esto, que es un placer verlos tan grandes, tan adultos, tan buena gente y verlos tomar sus propias decisiones y hacer su camino. Nos llena de orgullo y emoción. Están tan grandes, están guapos y son tan responsables y tan buenos y llenos de valores…
Taína se parece cada día más a ti, ¿sois parecidas también en la forma de ser?
Taína está guapísima. No sé si la veo tan parecida a mí, pero en cuanto a personalidad tenemos muchas cosas en común que compartimos y nos divertimos, pero también tiene muchas cosas de su padre. Ella es extrovertida, es sociable, es como... Yo siempre digo que tiene una luz propia que irradia y que brilla. Es muy Alejandro ella, en ese sentido.
Sigues al frente de Bailando con las estrellas en España, ¿cómo está siendo la experiencia de esta edición?
Sí, seguimos con el programa hasta fin de noviembre. Así que nada, feliz. Es una experiencia maravillosa. Me encanta hacerlo. Me divierte el formato, el programa, el equipo de trabajo. Además, nos está yendo súper bien esta temporada, mucho mejor todavía que el año pasado, así que el programa sigue creciendo. Y bueno, termina ahora, que fueron tres meses y ya me vuelvo. Hoy en día, con la edad que tienen los chicos, nos podemos permitir estar estos casi tres meses en Madrid y después volver a Argentina.
¿Cómo estás viviendo estos meses entre España y Argentina?
Muy feliz. Me gusta esto de estar unos meses en Madrid, que es un lugar que amamos y donde tenemos un montón de amigos. La verdad que lo pasamos muy bien. Además, Balthazar vive ahí y es una manera de estar un poco más cerca.
¿Tienes más proyectos a la vista?
Por ahora, terminar Bailando con las estrellas y volver a Buenos Aires, donde me quedaré dos semanas y después, ya nos instalamos en finca Valeria para pasar la Navidad y Año Nuevo con mucha familia y muchos amigos. Vamos a pasar todo el mes de enero en la finca y después, ya en febrero, volvemos a Europa, porque si Dios quiere, Tiziano va a representar a Argentina en los Juegos Olímpicos de invierno de Milano-Cortina. Así que estaremos otra vez toda la familia reunida.