El Príncipe Guillermo, heredero al trono y Príncipe de Gales, ha abierto su corazón sobre el desafío más grande que ha enfrentado como padre: explicar a sus tres hijos la enfermedad y el tratamiento contra el cáncer de Kate. Durante su reciente viaje a Brasil para los premios Earthshot Prize, el Príncipe se sentó con el presentador Luciano Huck, donde la conversación derivó hacia los "dos años muy duros" que la Familia Real ha vivido, al coincidir los diagnósticos de su padre, el Rey Carlos, y su esposa, Kate Middleton.
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Guillermo, de 43 años, reconoció que cada familia aborda sus "desafíos" de manera diferente, pero él y Kate han tomado una decisión clara: "Elegimos comunicarnos mucho más con nuestros hijos". Esta franqueza, según el Príncipe, tiene sus matices: “Ahora, eso tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. A veces sientes que estás compartiendo demasiado con los niños con quienes probablemente no deberías”.
Sin embargo, la conclusión a la que han llegado Kate y él es rotunda: “La mayor parte del tiempo, ocultarles cosas no funciona”. Por ello, hablan abiertamente de cómo se sienten, para evitar la "ansiedad" que puede generar el misterio y las preguntas sin respuesta, pues, como él mismo puntualizó: "Hay muchas más preguntas cuando no tenemos respuestas".
El Príncipe de Gales quiso insistir en que ser padre es un constante ejercicio de equilibrio: "Siempre es un acto de equilibrio, todo padre lo sabe. Es: ‘¿Cuánto digo? ¿Qué digo? ¿Cuándo lo digo?’ No hay un manual para ser padre, solo tienes que seguir adelante, un poco de instinto". Estas palabras son un eco de lo que ya había compartido Kate en marzo de 2024, cuando reveló su diagnóstico, explicando que ella y Guillermo se tomaron el tiempo necesario para "explicarles todo" a el Príncipe George (12), la Princesa Charlotte (10) y el Príncipe Louis (7), antes de hacerlo público.
Un hogar abierto y la nueva era sin teléfonos
Además de esta entrevista, el Príncipe Guillermo se sentó recientemente con Eugene Levy para la serie The Reluctant Traveler de Apple TV, donde ofreció un vistazo a la vida de sus hijos. Al ser preguntado por cómo se encontraban los niños, Guillermo comentó que "Cada uno tiene sus propios mecanismos para afrontar este tipo de cosas, y los niños están aprendiendo y adaptándose constantemente". Su prioridad es la seguridad y la calma: "Intentamos asegurarnos de darles la seguridad y la protección que necesitan".
El secreto para mantener la calma en casa es la comunicación sin filtros: "Somos una familia muy abierta, así que hablamos de las cosas que nos molestan y de las que nos preocupan", aunque reconoció que "nunca se sabe del todo el efecto en cadena que puede tener", por lo que "es simplemente importante estar ahí el uno para el otro y tranquilizar a los niños de que todo está bien".
Además, Guillermo pudo ofrecer una nota positiva sobre la salud de Kate, quien terminó su tratamiento en septiembre de 2024 y se encuentra en remisión: "Todo está progresando de la manera correcta, lo cual son buenas noticias".
El Príncipe también compartió momentos de su día a día familiar, confesando ser un "taxista" llevando a sus hijos a actividades deportivas y encuentros con amigos. Preguntado por si los lleva al colegio, respondió con un rotundo “Oh, sí”, añadiendo que “hacemos la ruta del colegio casi todos los días. Quiero decir, Kate y yo la compartimos. Ella probablemente hace la mayor parte de ellas”.
Finalmente, el heredero al trono reveló que su hogar sigue siendo una zona libre de móviles para los niños, un tema que se está volviendo "un poco tenso". Guillermo explicó la razón detrás de esta estricta regla: "Comunicamos por qué no creemos que sea correcto", y la clave es clara: “Es con el acceso a internet con lo que tengo un problema. Creo que los niños pueden acceder a demasiadas cosas que no necesitan ver online”. No obstante, adelantó que el príncipe George recibirá un teléfono (probablemente sin acceso a internet) el próximo año al comenzar la educación secundaria.
