Si algo ha demostrado Rosalía a lo largo de su carrera es que el cambio no representa una amenaza, sino más bien un arma. Después de tres años alejada de los focos y los escenarios, la cantante catalana regresa al panorama musical con LUX, su cuarto álbum de estudio, y la atmósfera que ella misma se ha encargado de proyectar en torno a este nuevo proyecto parece indicar que nos encontramos ante otra de sus metamorfosis creativas. Con cada álbum, Rosalía renace con una nueva piel, un nuevo lenguaje y una nueva forma de entender el arte. La artista ha hecho de la transformación su arma más poderosa y, con motivo de celebrar esta nueva era, repasamos toda su trayectoria.
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Originaria de Sant Cugat del Vallès, Barcelona, experimentó su primer contacto con el flamenco con tan solo 9 años, durante un viaje a Granada en el que, al pasar junto a una tienda de guitarras, quedó profundamente hipnotizada. "Mi primera vez cantando fue en una comida con la familia de mi padre: yo no quería cantar, lo hice con los ojos cerrados porque tenía vergüenza y cuando acabé toda la familia se puso a llorar. Me impactó, me preguntó: ¿por qué? No acababa de entender. Y con el tiempo dije, ok: uno se puede comunicar con la música", contó la catalana en una entrevista para el programa Caminos del Flamenco.
A los 15 años, participó en el programa de televisión Tú Sí Que Vales, pero fue expulsada tras recibir la negativa del mismísimo Ángel Llàcer, que dictaminó que "su voz era desafinada". Rendirse no era una opción, y a los 17 la joven ingresó en la Escuela Superior de Música de Cataluña, graduándose con honores en la especialidad de flamenco y sin saber en lo que se convertiría su vida unos años después: premios Grammy, portadas en Vogue, colaboraciones con artistas internacionales, e incluso una pequeña incursión en el mundo del cine de la mano del mismísimo Pedro Almodóvar. El magnetismo y la excepcionalidad de la cantante la han catapultado a la fama internacional, y es que en cada obra que desempeña queda reflejado el sello inconfundible de un artista que no teme desafiar los cánones de la música y del arte.
Su carta de presentación: Los Ángeles
En colaboración con el productor y compositor catalán Raül Refree, Los Ángeles fue su debut como cantaora: un álbum conceptual en el que la artista explora tópicos como la muerte, la pérdida y la fugacidad de la vida a través de la reinterpretación de temas tradicionales del cante jondo. Desde sus inicios, Rosalía ya apostaba por la experimentación sonora en su arte, y aunque Los Ángeles bebe del flamenco más puro, también se pueden percibir influencias contemporáneas, folk moderno e incluso toques indies. En él se nos presenta a una Rosalía todavía en una fase contenida e introspectiva, que muestra reverencia por los códigos convencionales del género, nutriéndose de influencias del cancionero tradicional y cantaores conocidos como La Niña de los Peines o Camarón de la Isla.
A pesar de ser su primer proyecto, ya se podía vislumbrar en él la sensibilidad estética y narrativa de la catalana, que entiende la música como una performance total y que posteriormente potenciaría en El mal querer y Motomami. El imaginario del disco (portada en blanco y negro, imágenes sombrías, barroco andaluz y misticismo religioso) conforma un universo completo que demuestra la importancia de la identidad visual como parte del discurso artístico de la cantante.
Fama internacional con El mal querer
Con El mal querer, su segundo álbum de estudio, Rosalía consigue rebasar la frontera nacional y se posiciona como una artista que rompía barreras culturales y de género en la industria musical. Cada canción del disco corresponde a un capítulo de Flamenca, una novela occipitana del siglo XIII que narra la historia de una mujer atrapada en una relación abusiva marcada por los celos, el maltrato y el amor obsesivo. "Era una excusa para poner sobre la mesa que queda mucho por hacer. Hay que darle mucho más amor y mucho más respeto a la mujer en todos los sentidos, laboralmente y como sociedad", aclaró la cantante.
En esta era surge una Rosalía poderosa y liberada, una faceta que marca la evolución del personaje y de la propia artista hacia una afirmación de sí misma, tanto en lo artístico como en lo personal. Nuevamente, decide combinar su formación flamenca con una visión vanguardista de la música en la que experimenta sin miedo con música pop urbana, sonidos R&B y ritmos latinos. Esta valentía para desafiar y redefinir la tradición musical española sin perder el respeto por sus raíces consolidó la identidad de la catalana como creadora, consiguiendo así destacar en el mercado hispanohablante como en el internacional con éxitos como Malamente, Pienso en tu mirá o Di mi nombre.
Reinvención y nuevos códigos en Motomami
Con Motomami, Rosalía rompe las reglas del juego y consolida su metamorfosis aunando dentro del álbum la totalidad de sus influencias: reguetón, hip-hop, jazz, flamenco e incluso bachata. Haciendo alarde de su mayor destreza musical y artística, la cantante juega con los contrastes, la disonancia y la deconstrucción de géneros. “Soy todas las cosas, yo me transformo”, atestigua en Saoko, el tema con el que arranca el disco.
Detrás de este nuevo sonido se puede percibir un proceso creativo en el que el artista manifiesta su versión más multifacética y disruptiva. Utilizando un lenguaje visual y sonoro arriesgado y cargado de influencias que remiten a la cultura japonesa, la cantante manifiesta su reinvención en temas como Bizcochito o Chicken Teriyaki, que celebran la transformación y presentan a una Rosalía que domina su narrativa y juega con la cultura musical a su antojo. “Una motomami destruye con gusto sus obras anteriores para dar paso a las obras siguientes”, afirmó la compositora cuando anunció su lanzamiento en redes sociales.
LUX : Su nuevo proyecto
El pasado 20 de octubre, Rosalía escogió la Plaza de Callao para anunciar en directo y junto a sus fans el lanzamiento de su último disco, LUX, que saldrá a la venta el 7 de noviembre. Según palabras de la propia artista, este álbum es algo muy diferente a lo que ha hecho hasta ahora: “He usado una paleta sonora más orquestal, un sonido más distinto, y el tema es la espiritualidad…”, explicó en una entrevista en Los 40 Principales. La fe y la devoción religiosa son temáticas en las que la cantante ha reincidido bastante a lo largo de su carrera, pero que en este nuevo trabajo explorará esta faceta en detalle, conectando con lo interior, lo trascendente y lo simbólico. “Es la primera vez que hago un disco sin miedo al fracaso”, confesó acerca de la que parece que será su propuesta más íntima y personal.
No hay duda de que la carrera de Rosalía ha escalado con una rapidez sin precedentes y la ha consolidado como un icono global y una de los artistas más influyentes de su generación. La catalana ha hecho de su presencia escénica, su estética visual y su innovación constante una marca personal, demostrando así que este ascenso meteórico no ha sido casualidad, sino fruto de una audacia creativa y un talento artístico incuestionables.
