Rosalía vuelve a escena con fuerza. Este 7 de noviembre, la artista catalana ha publicado Lux, su cuarto álbum de estudio, tres años después del fenómeno global Motomami. El nuevo trabajo, conceptual y ambicioso, se aleja de los ritmos urbanos para explorar terrenos operísticos, místicos y multilingües: tiene 18 temas, canta en trece idiomas —entre ellos, árabe, hebreo, inglés, mandarín, portugués, ucraniano y siciliano— y colabora con figuras como Björk, Estrella Morente, Silvia Pérez Cruz y Carminho.
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Lux es, según la propia Rosalía, “una reliquia” que transita entre lo terrenal y lo divino. Los temas centrales del disco giran en torno a la espiritualidad, el desamor, la búsqueda interior, la redención y el empoderamiento femenino. Canciones como Dios es un stalker, La rumba del perdón, Mio Cristo Piange Diamante o Memória exploran la relación entre lo humano y lo sagrado, mientras que otras como Sexo, violencia y llantas, Berghain o La yugular se sumergen en el dolor emocional y la reconstrucción personal. En entrevistas previas, como la concedida al pódcast Popcast de The New York Times, Rosalía ha hablado de cómo su hermana Pili influyó en la composición del disco, y de cómo ha querido dirigirse especialmente a las mujeres, para hablarles desde la experiencia y la emoción.
Este nuevo trabajo marca una evolución radical respecto a Motomami. Si aquel disco de 2022 era un torbellino de energía, minimalismo y provocación, con influencias del reguetón, el flamenco y el pop experimental, Lux se presenta como su reverso: maximalista, introspectivo y profundamente espiritual. Rosalía ha dejado atrás el imaginario urbano-tropical para abrazar una estética sinfónica, casi litúrgica, con texturas orquestales y una poética multilingüe que desafía los cánones del pop comercial. “Si no tuviera una carrera musical, probablemente estaría estudiando teología”, ha confesado la artista en entrevistas recientes, subrayando el carácter trascendental de este nuevo álbum, que ha tardado en sacarlo tres años.
Pero si hay una canción que ha captado toda la atención, esa es La Perla. Desde que se filtró parcialmente y se presentó en la listening party de Barcelona, los fans han convertido sus versos en objeto de análisis y debate. ¿A quién se dirige Rosalía cuando canta sobre “la decepción local, rompecorazones nacional, un terrorista emocional, el mayor desastre mundial”?
¿Una 'perla' con nombre?
La letra de La Perla no menciona nombres, pero lanza dardos tan afilados como reconocibles. Y los fans de Rosalía no han tardado en reaccionar. Desde que se escuchó el estribillo —“La decepción local, rompecorazones nacional, un terrorista emocional, el mayor desastre mundial. Es una perla, nadie se fía. Es una perla, una de mucho cuidao’”— las redes se han llenado de teorías, algunas más rocambolescas que otras, sobre quién podría ser el destinatario de semejante retrato. ¿Rauw Alejandro? ¿C. Tangana?
Los seguidores más fieles de la artista catalana han desempolvado pistas del pasado. “Tiene que ser Rauw, porque ella lo llamó ‘perla’ en Promesa”, comentan algunos. Otros ven en La Perla una respuesta directa a Hayami Hana, la canción que Rauw publicó tras su ruptura, en la que se despedía con ternura y respeto de la que entonces era su gran amor. Hay que recordar que la historia de amor entre Rosalía y el cantante puertorriqueño comenzó el 14 de noviembre de 2019, en el hall de un hotel de Las Vegas, justo antes de los Grammy Latinos. Esa noche, ella ganó tres estatuillas esa noche, y él, su corazón.
Durante cuatro años compartieron vida, música y planes de futuro. En marzo de 2023, para alegría de sus fans, anunciaron su compromiso de forma inesperada: al final del videoclip de Beso, uno de los temas del EP conjunto RR, Rosalía aparecía llorando y mostrando un impresionante anillo de pedida. “No tengo miedo de querer ni de ser querido”, le dijo Rauw entonces. Pero la historia no tuvo final feliz. Rompieron su compromiso en julio de ese mismo año y la sombra de la infidelidad por parte de él siempre circuló por ahí, pero Rosalía nunca se pronunció.
Otros fans, sin embargo, apuntan a C. Tangana. La relación con el madrileño fue anterior, más discreta pero igual de intensa. Juntos vivieron la etapa de El mal querer, y tras dos años de noviazgo, de 2016 a 2018, rompieron su relación. Su ruptura fue doble: sentimental y creativa. Desde entonces, ambos han seguido caminos distintos, pero con guiños cruzados en sus canciones.
En La Perla, hay frases que muchos asocian a Pucho, uno de los apodos de Antón Álvarez Alfaro, C. Tangana, el rapero, cantante y director de cine español conocido por éxitos como Mala mujer. Al parecer, y tal como se comenta en redes “Él tiene una canción sobre calzones y brasiers, sí es él”. “Dice ‘la decepción local’ y C. Tangana es español”, añaden otros. Y a eso se están dedicando los fans, a analizar cada verso, como si fueran auténticos sabuesos deseosos de conocer la identidad de 'La Perla'.
Este fenómeno no es nuevo. Rosalía, Rauw Alejandro y C. Tangana han convertido sus vivencias sentimentales en parte de su identidad artística. Rauw lo hizo con Hayami Hana, C. Tangana con El Madrileño, y ahora Rosalía parece sumarse a esta tendencia con este tema. Algunos, incluso, apuntan a una estrategia de marketing para viralizar el tema, pero hay una cosa cierta en toda esta historia: es la primera vez que la catalana habla tan 'directamente', aunque sin nombres, sobre sus historias de amor.
Algunos fans dan un paso más e incluso ya se atreven a comparar este tema, con la canción de Shakira y Bizarrap, sobre la ruptura de la cantante colombiana y Gerard Piqué. De momento, de este triángulo amoroso, solo uno se ha pronunciado.
La respuesta de Rauw no se ha hecho esperar
Mientras Rosalía no ha hecho declaraciones, su ex sí ha reaccionado y ha utilizado su cuenta de X para hacerlo. Hace unas horas, publicó en dicha red social un mensaje que muchos interpretan como respuesta directa: “No confundan los protagonistas… Esa película pasó hace rato”. Un dardo envenenado que parece querer cerrar el capítulo, aunque lo reabre en la conversación pública.
La ambigüedad de Rosalía, que no ha confirmado ni desmentido nada, alimenta el misterio. Y eso, en el universo pop, es oro. La artista sabe jugar con los silencios, y La Perla se convierte así en una carta abierta al pasado, sin remitente claro pero con destinatarios posibles.
Además de lanzar Lux, Rosalía ha dado el salto a la interpretación con su debut en la serie Euphoria, creada por Sam Levinson para HBO Max. La artista participa en la nueva temporada junto a Zendaya, en un papel aún rodeado de misterio, pero que ha generado enorme expectación. Su incorporación al universo visual y emocional de la serie refuerza su perfil como creadora total, capaz de moverse entre la música, el arte y ahora también la ficción televisiva.
Soltera y en su mejor momento
Rosalía está soltera, y eso también se nota en este trabajo. No hay canciones de amor romántico, sino de ruptura, de reconstrucción, de mirar hacia dentro. Tras dos relaciones mediáticas que marcaron su trayectoria personal y artística, la catalana se presenta ahora como una mujer libre, creativa y en control de su narrativa.
El disco incluye 15 temas en digital (de los dieciocho en total), entre ellos el que ha generado este debate, La Perla, y ya está disponible en todas las plataformas. Las reproducciones van viento en popa, y este tema ya acumula miles de escuchas en pocas horas.
Y mientras el debate continúa, ella sigue adelante, sin mirar atrás. Con todas sus energías puestas en Lux, en su promoción y en que este nuevo capítulo artístico no solo esté a la altura de Motomami, sino que lo supere. Porque si algo ha demostrado Rosalía, es que lo suyo no es repetir fórmula, sino romperla.
