Después de varios años residiendo en Estados Unidos, el pasado otoño Alejandra Silva cumplía su sueño de instalarse en España junto a Richard Gere y sus hijos. El actor confesó entonces que pasarían en Madrid una larga temporada: “Ella fue muy generosa al darme seis años viviendo en mi mundo, así que creo que es justo que yo le dé al menos otros seis viviendo en el suyo”, dijo el intérprete de Pretty Woman en noviembre de 2024, al poco de mudarse. Pero menos de un año después y contra todo pronóstico, el matrimonio ha dicho adiós a su aventura española.
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“Ha sido fabuloso”, confirmaba el actor a Hello! al ser preguntado sobre si era cierto el rumor que apuntaba que tanto él como su familia habían regresado a Estados Unidos. "Ahora hemos vuelto aquí, pero... nuestra familia estuvo en España durante un año. Y lo más importante que puedo decir es que Ale estaba realmente feliz por su familia, sus amigos, su cultura, su ciudad. Y la comida. Todo eso, todas esas cosas estupendas de la cultura", explicaba hace unos días durante la proyección de su documental Sabiduría y felicidad, producido por él que presenta una conversación íntima con el Dalai Lama sobre la paz interior, la compasión y cómo alcanzar la felicidad en el siglo XXI.
Según hemos podido saber, en el centro de esta decisión, que ha causado mucha sorpresa, está la logística. El actor viaja constantemente a Estados Unidos por cuestiones laborales y no solo allí, en los últimos meses le hemos visto prácticamente recorrer el mundo también por los asuntos relacionados con su fundación The Gere Foundation. Alejandra le acompaña siempre que puede, pero también están los niños, Albert, de su anterior matrimonio, Alexander, de seis años, y James, de cinco - nacidos y criados allí los pequeños- y no siempre es posible; y a esto se suma que el hijo mayor del actor, Homer, vive en Estados Unidos. Todo parece indicar, por lo tanto, que es más cómodo seguir teniendo su base familiar al otro lado del Atlántico. Al menos, de momento.
Porque según parece, quedarse en Nueva York fue una decisión de última hora a principios de septiembre, pocos días antes de regresar a España tras pasar parte del verano allí, y prácticamente con las maletas hechas. Frente a la frenética agenda de Richard, habría sido Alejandra quién tomara la última decisión de quedarse y cambiar de planes por su marido y por sus hijos, que ahora están escolarizados de nuevo en Estados Unidos. La casa que adquirieron en una exclusiva urbanización de las afueras de Madrid, y donde han acometido una gran obra en los últimos meses, sigue abierta y la idea sería mantenerla por ahora, ya que vendrán a menudo por motivos de trabajo o relacionados con su labor social en España, así como para ver a la familia y amigos.
De hecho, recientemente pasaron unos días en su hogar español y en las próximas semanas volveremos a ver a Alejandra en Madrid. Porque, como decimos, todo sigue igual respecto a sus compromisos y su implicación en las causas benéficas. Podría ser que la puerta a su residencia española aún no esté cerrada del todo y quede en el aire la posibilidad de un futuro regreso. No este año, quién sabe si el próximo. Pero ese es otro capítulo que la pareja meditará con tranquilidad y pensando siempre en el bienestar y la felicidad de su familia.