Hoy se cumplen 6 años del “sí, quiero” de Rafa Nadal y Mery Perelló. El 19 de octubre de 2019, la pareja se casaba en uno de los enclaves más exclusivos de Mallorca: Sa Fortaleza, una antigua construcción del siglo XVII reconvertida en escenario de ensueño. Una boda de la que informó ¡HOLA! Rodeados de 250 invitados y bajo estrictas medidas de privacidad, Rafa y Mery celebraban su historia de amor que había comenzado hace 14 años.
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La ceremonia, oficiada por el padre Bartomeu Català, se celebró al aire libre, con vistas al mar y un ambiente que combinaba elegancia, sobriedad y emoción. Mery, radiante, lució un vestido de Rosa Clará con bordados art déco, escote caja y manga larga, mientras que Rafa apostó por un chaqué gris de Brunello Cucinelli. Para el baile, ella se cambió de vestido, con un diseño de la misma firma, más desenfadado y con escote halter.
Entre los asistentes, destacaron nombres del deporte como Feliciano López, David Ferrer o Carlos Moyá, y amigos personales como Richard Mille, creador del reloj que acompaña a Nadal en cada partido. También estuvieron el rey Juan Carlos y la reina Sofía, en un gesto que hablaba de la cercanía entre la Familia Real y el tenista.
De la pista a la paternidad
Seis años después, la vida de Rafa Nadal ha cambiado de ritmo: ha dejado el tenis profesional y, lo más importante, ahora es padre. En octubre de 2022 nació su primer hijo, Rafael, y este verano, en agosto de 2025, llegó el pequeño Miquel. La pareja ha mantenido su habitual discreción respecto a su vida privada, pero hace apenas unos días, sorprendió una publicación del propio Rafa, quien compartió en sus redes sociales una imagen familiar en el restaurante Sa Punta, propiedad de la familia Nadal. En ella, podemos ver a la familia Nadal al completo, con Rafa sostiene a su hijo mayor mientras Mery sostiene al pequeño Miquel. “Family time in Mallorca”, escribió el tenista junto a la foto, mostrando una faceta más íntima y familiar que ha ganado protagonismo tras su retirada del circuito profesional.
La paternidad ha coincidido con otro momento clave: su retirada oficial del circuito profesional. El 10 de octubre de 2024, Nadal anunciaba que colgaba la raqueta. “La familia lo es todo para mí”, confesó entonces, en una rueda de prensa en la que no faltaron lágrimas, aplausos y una ovación que resumía dos décadas de gloria.
Antes de despedirse, Rafa sumó a su palmarés 22 títulos de Grand Slam —incluyendo 14 Roland Garros, 2 Wimbledon, 2 Abiertos de Australia y 4 US Open—, además de dos medallas olímpicas y 92 títulos ATP.
Su última aparición fue en la Copa Davis 2024, en Málaga, donde España cayó ante Países Bajos. Entonces, no pudo contener las lágrimas ante un público malagueño que vivió un momento histórico para el deporte de nuestro país. “La realidad es que uno nunca quiere llegar a este momento. No estoy cansado de jugar al tenis, pero mi cuerpo ha llegado a un momento que no quiere jugar más a tenis. Me siento un privilegiado de hacer esta carrera más larga de lo que hubiera imaginado", dijo entonces Nadal visiblemente emocionado.
Meses después, el pasado 25 de mayo recibió un impresionante homenaje en Roland Garros, al ser el único tenista que ha ganado 14 veces el prestigioso torneo francés sobre tierra batida. Con lágrimas en los ojos, le dedicó un cariñoso mensaje a su mujer, embarazada de su segundo hijo: "Mery, eres mi mejor compañera de vida". Una frase que resumía el importante rol que ella ha tenido en su vida y en su carrera profesional-
Y como broche a una trayectoria inigualable, el pasado 3 de octubre fue investido doctor honoris causa por la Universidad de Salamanca, convirtiéndose en el primer deportista en recibir esta distinción en la institución más antigua de España. “Lo que aprendí en las pistas me ha acompañado dentro y fuera. El deporte me enseñó también a no sentirme mejor que nadie”, dijo en su emotivo discurso ante el claustro universitario. El tenista estuvo acompañado por su mujer y sus hijos en este día tan importante para él.
Un legado que trasciende la pista
Más allá de los trofeos, Nadal deja una huella profunda en el deporte y en la vida de quienes lo han seguido. Su academia en Manacor, la Rafa Nadal Academy by Movistar, cumple nueve años como referente internacional en formación deportiva y humana. Allí, el espíritu de Rafa —esfuerzo, humildad, respeto— se transmite a nuevas generaciones.
Y en lo personal, el vínculo con Mery Perelló se ha fortalecido. Ella, directora de la Fundación Rafa Nadal, ha sido su compañera silenciosa, su apoyo constante y ahora, madre de sus hijos. Juntos han construido una vida alejada del ruido, pero llena de significado.
Este verano, además, Rafa ha recibido un reconocimiento que trasciende lo deportivo: el título de Marqués de Llevant de Mallorca, concedido por el rey Felipe VI como homenaje a su trayectoria y a su compromiso con su tierra natal. Un gesto que, lejos de alterar su carácter discreto, refuerza su vínculo con la isla que lo vio crecer.
Hoy, seis años después de aquel ‘sí, quiero’, la historia de Rafa y Mery sigue siendo una de las más admiradas del deporte español. Una historia de amor discreto, de éxitos compartidos y de una nueva etapa que hoy escriben entre risas infantiles y nuevos proyectos que afrontan como una familia.