En las series, como en la vida, todo llega en su momento justo. No siempre se trata de un estreno estruendoso que alcanza en horas lo más alto, sino también de ficciones a las que les cuesta encontrar su lugar pero, cuando lo hacen, conquistan a la audiencia como pocas. Es el caso de Weiss & Morales, la miniserie protagonizada por Miguel Ángel Silvestre y Katia Fellin que, tras pasar desapercibida en sus primeros pasos por RTVE el pasado mes de mayo, ahora arrasa en Netflix y ya se ha colocado en el segundo puesto de los contenidos más vistos en nuestro país. Un éxito que sorprendía incluso al propio actor, quien celebraba este logro en su redes: "Qué ilusión. Gracias por vuestro apoyo", escribía agradecido.
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Rodada en los exóticos y espectaculares escenarios naturales de las Islas Canarias, en concreto Gran Canaria y La Gomera, la ficción combina el ritmo del thriller policiaco con el atractivo de los paisajes costeros, el contraste cultural y una pareja protagonista —tan diferente como complementaria— con mucha química.
Silvestre y Fellin se meten en la piel de Raúl Morales y Nina Weiss, dos investigadores con formas opuestas de entender su trabajo que deben colaborar para resolver crímenes relacionados con la comunidad alemana asentada en las islas. “Son muy diferentes, pero juntos hacen un todo. Creo que esa es la esencia de las diferencias y de la diversidad, la mezcla enriquece”, aseguraba el protagonista de 30 monedas a Fotogramas. Todo ello se cuenta con una estética muy cuidada y un aire que recuerda a producciones internacionales como Crimen en el paraíso, Bones o Castle.
Weiss & Morales está compuesta por cuatro episodios, lo que la hace ideal para un maratón. Se trata de una serie procedimental, o lo que es lo mismo: cada capítulo presenta un caso diferente que se resuelve en los 90 minutos que dura. Esto permite engancharse en cualquier punto sin perder el hilo. Pero más allá de las investigaciones, lo que también atrapa es la tensión constante entre sus protagonistas, sus distintos métodos para abordar la profesión… y, cómo no, la curiosidad por descubrir más sobre sus vidas y ver cómo evoluciona su historia, evitando los clichés románticos.
Cada crimen tiene su misterio, pero también un trasfondo social que va desde desapariciones en entornos industriales y tecnológicos hasta asesinatos en retiros espirituales o comunidades de nómadas digitales. Lejos del tono sombrío habitual en el género, aquí todo sucede en escenarios tan luminosos y llamativos que, a veces, cuesta decidir si mirar primero el paisaje o la trama. La isla, de hecho, acaba convirtiéndose en un personaje más. Además de Silvestre y Fellin el elenco se completa con rostros tan conocidos como Marian Hernández (Todos los hacen), Juanjo Puigcorbé (Sueños de libertad), Margarita Broich (Mi madre es imposible) y Thomas Heinze (El viejo), entre otros.
¿De qué va Weiss & Morales?
Todo comienza cuando Nina Weiss, una brillante agente del BKA alemán, aterriza por sorpresa en Las Palmas para visitar a su madre, Margarethe. Lo que parecía un viaje personal se tuerce en cuestión de horas cuando la joven interviene en lo que cree que es una agresión... pero sin querer acaba saboteando una operación encubierta de la Guardia Civil. Al frente está el sargento Raúl Morales, quien no tarda en dejar claro que no le ha hecho ninguna gracia la intromisión. El encontronazo entre ambos es solo el principio.
Poco después, el hallazgo del cadáver de un ciudadano alemán cerca de unas plataformas petrolíferas une de nuevo sus caminos. Nina es asignada para el caso y, para su sorpresa, debe colaborar con Morales: el mismo agente del incidente anterior. Así arranca una colaboración forzada entre dos personajes que no podrían ser más distintos.
Ella es reservada, metódica, competitiva y una de las agentes más brillantes de su unidad en Alemania. Su carácter frío y profesional encierra un mundo de emociones contenidas… y un secreto del pasado que no ha terminado de resolver. Él, humano, intuitivo y profundamente canario, dirige a su equipo con empatía y cercanía. En casa lleva las riendas del día a día familiar para apoyar a su mujer en su carrera profesional. Los estilos de trabajo de Raúl y Nina no encajan, pero deberán aprender a confiar el uno en el otro si quieren resolver los crímenes que sacuden a esta comunidad multicultural.
Tras un discreto paso por la televisión en abierto, la serie ha encontrado ahora su verdadero lugar en Netflix. Una segunda oportunidad más que merecida para esta historia que, entre investigaciones, paisajes volcánicos, secretos familiares y giros de guion muy conseguidos, invita a maratonear sin pausa y confirma que el suspense no necesita ser tan noir… y que puede tener acento canario.