Sofía Palazuelo ha vuelto a una lección de estilo y elegancia. La duquesa de Huéscar ha sido una de las grandes protagonistas en la boda de su hermano, Fernando Palazuelo, con la actriz peruana Micaela Belmont, celebrada este 11 de octubre en Cáceres. Bajo un cielo otoñal y en un entorno histórico, la celebración reunió a más de 250 invitados, entre ellos rostros conocidos de la alta sociedad española y latinoamericana.
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La ceremonia tuvo lugar en la iglesia de Santiago, un templo del siglo XII que aportó solemnidad y encanto a una boda que unió dos culturas: España y Perú. En ese escenario, Sofía brilló con un look otoñal impecable, compuesto por un vestido midi, efecto túnica en tono camel, con un lazo satinado azul marino que marcaba la cintura. Completó el conjunto con sandalias de tiras, bolso metalizado y una impresionante pamela, confeccionada en tejido natural con apariencia de rafia.
Pero más allá del impecable estilismo que lució como hermana del novio, lo que verdaderamente ha captado la atención de sus seguidores ha sido el álbum íntimo que Sofía Palazuelo ha compartido en su cuenta de Instagram, reflejo de la felicidad que vivió en un día tan especial. La duquesa de Huéscar publicó dos imágenes inéditas, que resumen a la perfección el momento vital que atraviesa: en la primera, aparece ella sola, en plano medio, con el sombrero protagonista de su look y una expresión serena, elegante y una sonrisa radiante. En la segunda, posa junto a su marido, Fernando Fitz-James Stuart, y sus dos hijas, Rosario (4 años) y Sofía (2 años), en una estampa familiar que ha conquistado a sus seguidores.
Las niñas, vestidas con delicadeza y estilo clásico, lucen vestidos beige capitas, en azul claro, a juego con los calcetines y los zapatos, creando un conjunto armonioso y sofisticado que refleja el gusto refinado de su madre. La imagen ha sido especialmente simbólica, ya que la pareja rara vez comparte fotografías de sus hijos ni posa públicamente con ellos. Con ella, Sofía Palazuelo ha logrado emocionar y conectar, mostrando su faceta más personal como madre y esposa, en un momento familiar lleno de alegría para toda la familia.
Solo faltaba el benjamín de la casa, el pequeño Fernando, nacido el pasado 10 de septiembre. Su llegada ha convertido a los duques de Huéscar en familia numerosa, y ha sido celebrada con especial emoción por todo el entorno de la Casa de Alba. El niño lleva el nombre de su padre y de su abuelo materno, el arquitecto Fernando Palazuelo, y se ha convertido en el quinto nieto del duque de Alba, Carlos Fitz-James Stuart.
La boda de Fernando Palazuelo ha tenido un significado especial para Sofía. Siete años después de que su hermano fuera el padrino en su enlace con Fernando Fitz-James Stuart en el Palacio de Liria, el 6 de octubre de 2018 y que ella recordó en sus redes sociales, ayer se invirtieron los papeles. Esta vez ha sido ella quien le ha acompañado a él en uno de los días más importantes de su vida, en un otoño que está siendo especialmente intenso para los duques de Huéscar, entre bautizos, compromisos familiares y celebraciones.
Cabe recordar que el pasado 3 de octubre, la familia Alba vivió una jornada muy especial con un bautizo doble celebrado en la capilla del Palacio de Liria, en Madrid. Sofía Palazuelo y Belén Corsini bautizaron a sus respectivos hijos: el pequeño Fernando, nacido en septiembre, y su primo Fadrique, que vino al mundo el pasado mes de junio. Fue una ceremonia íntima y emotiva, en un entorno cargado de historia y significado para la familia.
Pero la agenda familiar no se detenía ahí. Al día siguiente, los Alba se desplazaron a Sevilla para asistir a otro gran acontecimiento: la esperada boda de Cayetano Martínez de Irujo con Bárbara Mirjan, celebrada en la Iglesia del Cristo de los Gitanos. Un fin de semana repleto de emociones, tradiciones y celebraciones que volvió a reunir a varias generaciones de una de las casas nobiliarias más emblemáticas de España. Y como broche de oro, la boda de Fernando Palazuelo, hermano de Sofía, ha cerrado este ciclo de encuentros familiares con una ceremonia llena de emoción, tradición y estilo, en la que la duquesa ha brillado tanto por su elegancia como por su papel como hermana y madre.
La publicación de Sofía ha recibido cientos de comentarios elogiando su estilo y su papel como madre. Su capacidad para combinar la discreción con la cercanía la ha convertido en una figura admirada dentro de la aristocracia española. Y este álbum, tan íntimo como elegante, es una muestra más de cómo sabe compartir momentos personales sin perder su esencia.