Forman una de las parejas sorpresas del 2025 y su historia de amor no para de afianzarse. Se trata de Adriana Abascal y Manuel Filiberto de Saboya, que van afianzando su historia juntos después de que se conocieran a través de unos amigos en común en Gstaad (Suiza). Fue a mediados de 2025 cuando ¡HOLA! publicó en exclusiva el primer beso de la diseñadora mexicana con el actual jefe de la Casa Real de Saboya y nieto del último rey de Italia. Después de que juntos acudieran a una velada en Roma, ahora Adriana ha hecho toda una declaración de amor a su Príncipe, en la que es la primera vez que habla en estos términos del hombre que ocupa su corazón.
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El pasado fin de semana fue la primera vez que Adriana Abascal acompañó al pretendiente del trono italiano a la entrega de las Órdenes Dinásticas de la Casa de Saboya, en una ceremonia que tuvo lugar entre la basílica de San Juan de Letrán y el Panteón, que sirvió de antesala a una gran cena de gala. Una oportunidad para que el Príncipe mostrara a su novia un poco más de su vida como aristócrata.
Una vida cada vez más oficial para una pareja que ya no se esconde. De hecho, la fundadora de la firma de calzado Skorpios ha hablado como nunca sobre su relación sentimental con el heredero italiano en las páginas de la revista mexicana Quién. Al hablar de Manuel Filiberto, Adriana lo ha descrito como "un ser humano extraordinario, dotado de grandes cualidades. Entre nosotros, hay un respeto y una admiración mutuos que lo impregna todo, así como una complicidad que hace que las cosas más sencillas y las más grandiosas vivan con la misma intensidad. Con él, disfruto tanto yendo a la panadería o al supermercado como asistiendo a una gala de la Orden Dinástica de la Casa de Saboya en Italia o a un evento oficial en el Parlamento de Roma. Aprecio enormemente su naturalidad".
Adriana Abascal también afirma que con el Príncipe "compartimos valores, autenticidad y alegría de vivir. No tiene nada que demostrar: es él mismo, sin artificios. Es un hombre extremadamente culto, muy inteligente, pero natural en todo momento y circunstancia. Y eso me inspira, me recuerda que el amor puede ser un refugio, pero también una aventura constante".
La revista también preguntó si está en los planes de la pareja casarse. "Lo que me gusta de Manuel Filiberto de Saboya no es tanto su estatus de príncipe, sino su increíble personalidad", respondió. "Nuestra relación funciona porque hemos encontrado un equilibrio perfecto: compartimos mucho, nuestras vidas se entrelazan y, al mismo tiempo, cada uno asume sus responsabilidades profesionales y personales. No hay dependencia; hay una decisión diaria de caminar juntos. Y eso es muy poderoso. Al final, la magia no reside en un título ni una corona, sino en lo que construimos cada día", continúa la exmodelo.