El próximo viernes 10, Andy y Lucas se despedirán como dúo. Lo hacen con un concierto en Madrid, en el palacio de Vistalegre, con el que terminan su carrera de 22 años "de manera amistosa". Así lo afirma Lucas a ¡HOLA!, quien también lleva muchos meses soportando comentarios sobre su nariz. Pero el cantante nos cuenta la verdad sobre estos dos temas, mientras nos enseña su nuevo proyecto: una escuela de música que ha abierto en Yuncos (Toledo) —reside muy cerca— y que ya tiene 200 alumnos.
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"Llevaba detrás desde hacía mucho tiempo y creo que puede ser una gran escuela para formar y cultivar talento. Me gratifica ver a los chicos aprender instrumentos, que se está perdiendo ese ambiente", nos explica Lucas. "Damos clases de guitarra eléctrica, bajo, piano, batería, canto… También baile moderno, que tiene muchísimo éxito; teatro musical, y flamenco… Y para distintas edades", prosigue, para añadir: "Hay niños que no saben quién es Raphael… No se pueden olvidar los legados de artistas internacionales. Vamos a inculcar eso y valores".
¿Tu hijo va a las clases?
Luquitas vino ayer a ver la batería. Le dije que, primero, fuese a una o dos clases. Ahí sabrá si le gusta o no.
En esta escuela te centrarás, una vez termine la gira de despedida de Andy y Lucas. ¿Es un adiós definitivo?
En principio, sí. Siempre me gusta estar pendiente de todo y, con toda la tensión y el estrés, terminé yendo al cardiólogo. Me detectaron una cardiopatía y el médico me dijo: "Podéis estirar la gira, pero deberías parar un poco". Los conciertos son divertidos, pero conllevan viajes, llamadas, acuerdos… Toda la semana. Pero estar a las doce de la noche todavía al teléfono.
Andy y tú lleváis muchos años y muchas giras. Eso también quema…
Desde los 17 años y tengo 42. Sin parar y sin vacaciones, con giras por España, Europa y América…
¿Rifirrafes con Andy?
¿Hay mal rollo entre Andy y tú?
No, no. No sé de dónde ha salido eso, pero somos familia.
No hay mal rollo entre los dos.
En absoluto. Cuidado, que en estos veintitantos años hemos discutido, como cualquier pareja. Pero nos sorprende que ahora, que no queda nada para el último concierto, se hable de esto. Nos da pena. Con la carrera tan ejemplar que hemos tenido… No sé si hay algún topo o si es alguien que habla con la prensa y se inventa las cosas por dinero… Pero en los conciertos se ve cómo estamos.
Quieres decir que estáis bien.
Quizás, es porque no compartimos camerino y se creen que estamos enfadados. Pero tiene explicación: si entran amistades de Andy y yo estoy en paños menores… Como podemos tener dos camerinos, los tenemos.
¿Qué hará Andy tras la gira?
Quiere salir en comparsa en Cádiz. Hombre, gracias a Dios, también somos personas solventes.
Que habéis hecho dinero.
Eso es. Luego, él tiene pensado algún proyecto. Nunca me lo ha contado, pero sé que tiene algo.
¿Él continuará en solitario?
Si Andy saca un disco, seré el primero en ir a verlo. Si triunfa, lo juro, no tendré celos. Me alegraré mucho.
"Me corrigieron la desviación de tabique, pero no fui buen enfermo: me quitaba las gasas, iba al gimnasio… Y pegó un reventón. Pero me voy a operar"
¿Te planteas seguir en solitario?
No. Si estoy dejando todo por descansar… Sería hipócrita por mi parte. Pero, aparte de la escuela, tengo otro proyecto para niños para noviembre. Son unos dibujitos animados para YouTube que se llaman Los Pipi Caca y cantan. Hago las voces.
Aparte de los comentarios sobre Andy, llevas meses soportando otros sobre tu físico. ¿Cómo te encuentras?
Fuerte. Me da pena mi familia.
¿A tu hijo le llegan comentarios?
Claro. Me ha preguntado alguna cosa y se lo he explicado de cierta manera, pero le digo que no haga caso. He pasado el fallecimiento de mi hermano, lo del corazón… Lo de la nariz es por una desviación de tabique. Me lo corrigieron, pero no fui buen enfermo: me quitaba las gasas, iba al gimnasio y hacía esfuerzo… Hice todo lo que no debía y pegó un reventón. No me he operado todavía por la gira, porque necesitaría como 30 días para recuperarme.
Pues ahora termina la gira.
Me operaré entre noviembre y enero. Aun así, tengo una pequeña cicatriz y todo tiene que estar bien… Ahora, estoy con mis curas y antibióticos. Pero se han dicho barbaridades.
¿No te ha agobiado la situación?
Hombre, un poco. Pero siempre he sido muy fuerte. Me toca ya cuando afecta más a la familia. Ya les he pedido, por favor, que no me llamen para contarme estas cosas.
"Voy a callar bocas"
Tener un problema de salud, o lo que sea, y que la gente hable de ello…
Es feo. Me lo habré buscado yo, vale, pero ¿y quien tiene un muñón o le falta un brazo? ¿Se lo dicen por la calle? Es una falta de educación. Pero esto es arreglable y se verá en cuatro meses. El doctor me dice: "Te voy a dejar guapísimo". Voy a callar bocas.
¿Te cuesta respirar o dormir?
No, no. Hago deporte, puedo cantar… Y me doy oxígeno puro todos los días con mi cama hiperbárica. Pero es verdad que, a lo mejor, un poquito la tirita en algún concierto… Pero, como hago deporte todos los días… La verdad, me sorprendo a mí mismo.
¿Qué te dicen tus "fans"?
El cariño de la calle es brutal. En las redes, son crueles, aunque no todos. Hay comentarios, memes… No me gustan. Pero no me avergüenzan a mí, sino a la persona que lo ha escrito. Qué carroña de persona.
¿Estás yendo a terapia?
No. Mi terapia es la familia. Más adelante, cuando me opere, voy a contar lo que he vivido y cómo ha sido mi día a día en casa. Hay mucho cabroncete e hijo de… suelto.
María José está siendo un pilar fundamental. ¿No te apetece boda?
Es como si lo estuviéramos. Pero puede que, algún día, nos casemos.
De momento, trabajáis juntos.
Sí. Andy y yo tenemos nuestro mánager, José Reyes, pero María José es la "quitamarrones".
¿Cómo os conocisteis?
Es curioso, nos conocíamos cuando teníamos pareja y demás… Y ahí surgió el amor.
Ella tiene dos hijos.
Sí. Los quiero como si fueran mis hijos, llevan ya casi seis años viviendo en mi casa. Mi Luquitas está más con su madre. Con tanto viaje y tantas giras, no quería volverlo loco, ni a mí. Pero respondo de otra manera.
¿Y tener un hijo con María José?
No, eso ya no. Hijo de mi alma, ¡que quiero que el corazón se ponga bien! ¡Que los niños luego no dejan dormir por la noche! (Ríe).